Escuela de Frankfurt. Razón, arte y libertad
Alicia Entel

Capítulo II: 1931-1937: Gérmenes. Filosofía y Capitalismo

M. Horkheimer en Teoría crítica no pretende que dicha reflexión teórica sea considerada filosofía. Su preocupación central también es el abandono de la praxis por parte de la filosofía idealista.


1. La Teoría Crítica

"La teoría esbozada por el pensar crítico no obra al servicio de una realidad ya existente: sólo expresa su secreto" M. Horkheimer, en Teoría Tradicional y Teoría Crítica.

La teoría Crítica es una perspectiva. La teoría Crítica se aproxima más a una visión del mundo que a un universo cerrado, más a una perspectiva de análisis de la sociedad que a un corpus homogéneo que, por otra parte, contradiría los propios criterios de la "teoría crítica". De ninguna manera una totalización que evada el conflicto o las contradicciones, de ninguna manera una visión esencialista que eluda los procesos históricos y, fundamentalmente, una perspectiva que halle en la negatividad el motor de la dialéctica donde lo implacable en el pensar y la resistencia a acepta lo dado como natural forman parte de un mismo proceso.

La sociedad racional Para Marcuse la teoría crítica surge cuando los pensadores comenzaron a vincular "la preocupación por la felicidad del hombre y el convencimiento de que esta felicidad es sólo alcanzable mediante una modificación de las relaciones materiales de la existencia". Las reflexiones de Marcuse apuntaban inicialmente al sentido y al valor de la razón tanto en la constitución de la filosofía como en el desenvolvimiento de la capacidad de la crítica por parte del ser humano: "La filosofía quería investigar los fundamentos últimos y universales del ser. Bajo la guía de la razón esa filosofía concibió la idea de un ser genuino en el que estuvieran reunidas esencia y fenómeno, pensamiento y ser. El ente no es inmediatamente racional, sino que ha de ser racionalizado. Se considera que el mundo posee una estructura que es accesible a la razón, que esta referida a esta última y que es dominable por ella. Así la filosofía es idealismo, coloca al ser bajo el pensar. Aquel principio por el cual la filosofía se convirtió en filosofía de la razón también convirtió a la filosofía en filosofía crítica: el mundo bajo la lente de la razón es mirado con cierta distancia. La razón adquirió la forma de subjetividad racional: ...el individuo tenía que examinar y juzgar todo lo dado según la fuerza y el poder de su conocimiento.
Tal concepto de razón contenía al de libertad ya que la única forma bajo la cual puede existir ese dispositivo llamado "razón" es bajo libertad. Sin embargo, los conceptos de razón y libertad resultaron víctimas del orden burgués y de la propia filosofía idealista: en la praxis, en el mundo social, sólo habrá apariencia de razón y de libertad, porque todo queda reducido a la capacidad y autodeterminación del sujeto.

Reaparición del mundo material
Sin embargo, instalada la idea de que la razón sería la tarea que el individuo libre debía realizar, y que tal realización sería no sólo en el orden del pensar y el querer puros, entonces "la exigencia de la razón se extiende a la creación de una organización social en la que los individuos regulan su vida según sus necesidades...". El mundo material reaparece así como también se inicia el cuestionamiento a la libertad como esfuerzo personal, de mónadas.

Optimismo Marcusiano?
Marcuse reivindica la creación del dispositivo "razón" y su trayectoria en la filosofía idealista ya que el mismo dispositivo permitiría la superación de la filosofía idealista por una teoría social concreta.

Decepción Marcusiana
Tal expectativa de cambio, si bien sería deseable, no es lo que Marcuse experimenta en sus tiempos. ¿Qué sucede cuando tales expectativas de cambio son eliminadas? "Esta situación obliga a la teoría a agudizar su preocupación contenida en todos sus análisis por la felicidad del hombre, por la libertad, felicidad y derecho del individuo".
Esta nueva situación adquiere especial vigencia la teoría crítica. La filosofía, convertida en teoría crítica, abandona la ceguera frente a lo fáctico, aunque también toma distancia con respecto al pragmatismo. "A diferencia de la filosofía, la teoría crítica fija siempre sus objetivos a partir de las tendencias existentes en el proceso social".
Las tendencias existentes en el proceso social permitieron a la teoría crítica prever y comprender las formas de la reacción, en el sentido de lo reaccionario social que se conjugó en los totalitarismos. La teoría crítica actuó frente - y no con- los hechos que se desplegaban en Europa.

Críticas a la perspectiva llamada economicista
Pero a la vez no concibió su comprensión sólo a partir de la evolución económica de las sociedades. De ahí que las reflexiones de Marcuse, instalado en el marxismo, sean también críticas en relación con la perspectiva llamada economicista.
Para Marcuse en las sociedades capitalistas obviamente la economía "no dominada" ocupa el centro de gravedad en relación con cualquier horizonte de otras acciones y reflexiones. Pero en una sociedad transformada (modo en que los individuos logren felicidad y que en esta idea de "felicidad" esté involucrada una concepción de lo humano no alienado, desplegando sus posibilidades en conjunción y no en contradicción con la naturaleza), en verdad habría que responder a las necesidades de una humanidad liberada y feliz y ver qué lugar ocupa la economía en el marco de esas necesidades.
Tal modo de prever el futuro y de ser constructiva no implica que la teoría crítica deba confundirse con un programa político. Tampoco debe confundirse con la reflexión filosófica: su interés por la gran filosofía (Kant, Hegel) es para abrevar (dar de beber) de allí la elaboración de su oposición a lo existente.

Filosofía idealista y Fantasía
La filosofía idealista no puede superar el abismo entre la teoría y lo existente, pero sí puede, para poner en presente lo que aún no es presente, desarrollar la fantasía. Según Marcuse, con la fantasía era posible imaginar cualquier cosa: "... pero en la teoría crítica ya no existe un horizonte infinito de posibilidades. La libertad de imaginación desaparece en la medida en que la libertad real se convierte en posibilidad real.

Ciencia y división del trabajo
Max Horkheimer publicó "teoría tradicional y teoría crítica", que constituye una suerte de manifiesto de la corriente frankfurtiana. Horkheimer no realiza una mera clasificación entre un modo de ser la teoría y otro, sino que intenta un despliegue dialéctico que no economiza esfuerzos para comprender en qué ha devenido la teoría, a partir de que prácticas sociales, y por qué durante siglos la Modernidad elevó a status de teoría un edifico que intentó despojarse de lo situacional para arribar a los que consideraba universales; y por qué fue también, en algún sentido, una monumental ilusión. "La conciencia falsa que de sí mismo tiene el científico burgués en la era del liberalismo se muestra en los más diversos sistemas filosóficos".
Horkheimer ubica un eje de comprensión de lo ocurrido en la división social del trabajo: según tal división la idea tradicional de teoría es abstraída del cultivo de la ciencia. No se cuestiona lo que significa la teoría de la existencia humana "sino sólo lo que ella es en esa esfera, separada, dentro de la cual se la produce en ciertas condiciones históricas".

¿Qué entiende por teoría una perspectiva tradicional?
Teoría equivale (en ambiente tradicional) a un conjunto de proposiciones acerca de un campo de objetos, y esas proposiciones están de tal modo relacionadas que de algunas de ellas pueden deducirse las restantes. Nunca una teoría deja de ser una hipótesis que confronta su validez con los hechos.

Teoría Tradicional y Acontecimientos Históricos
Se refiere a Max Weber, para quien "la explicación del historiador no consistiría en una enumeración lo más completa posible de todas las circunstancias en juego sino en destacar la relación entre determinadas partes de los acontecimientos, significativas para el discurso histórico, y procesos aislados y determinantes". Se establecen vínculos de causa-consecuencia y se deducen explicaciones a partir de la presencia o ausencia de alguna causa que modifica los efectos previstos. Para Weber (tradicional) las reglas empíricas no son otra cosa que las formulaciones de nuestro saber acerca de las relaciones económicas, sociales y psicológicas. La teoría entonces, desde esta perspectiva constituye una suerte de generalización muy pegada a lo inmediato, una suerte de compaginación entre opciones lógicas y reglas metodológicas. Por este camino la teoría se separa de la conflictividad social, corre el riesgo de convertirse en a-historica, de cosificarse. Un proceso de transformación social no es explicable sólo desde operaciones lógicas. Muy por el contrario, incluso la transformación de las estructuras científicas depende de la situación social respectiva.
"La idea tradicional de teoría es abstraída del cultivo de la ciencia tal como se cumple dentro de la división del trabajo en una etapa dada". No aparece entonces lo que la teoría significa en la existencia humana, sino sólo lo que ella es en esa esfera, separada.
Ahora bien, "si la división del trabajo en el modo de producción capitalista funciona mal, sus ramas, incluida la ciencia, no deben ser vistas como autómatas". Padecen la misma crisis. Pero el individuo no reconoce tal alienación. Incluso el científico cree actuar de modo libre.

¿Cómo sería entonces una teoría que pueda pensar más allá de lo existente?
En primer lugar esa teoría ha de tener en cuenta sus propias limitaciones (el científico debe remitirse al hombre cognoscente en general, sabe que su pensamiento está tramado en el conjunto de relaciones sociales, que sus percepciones no constituyen un don inmutable, y que el mundo es producto de la praxis social).
"Los hechos que nos entregan nuestros sentidos están preformados socialmente de dos modos: por el carácter histórico del objeto percibido y por el carácter histórico del órgano percipiente. Ambos no están constituidos sólo naturalmente, sino que lo están también por la actividad humana; no obstante, en la percepción el individuo se experimenta a sí mismo como receptor y pasivo. La oposición entre pasividad y actividad, que en la teoría del conocimiento se presenta como dualismo entre sensibilidad y entendimiento, no representa para la sociedad lo mismo que para el individuo. Donde éste se siente pasivo y dependiente, aquella, por más que se componga precisamente de individuos, es un sujeto activo, si bien inconsciente y por lo tanto impropiamente tal. Esta diferencia entre la existencia del hombre y la de la sociedad expresa la escisión propia, hasta ahora, de las formas históricas de la vida social. La existencia de la sociedad ha reposado en una represión directa, o bien es la ciega resultante de fuerzas antagónicas, pero en ningún caso ha sido el fruto de la espontaneidad consciente de los individuos libres. De ahí que el significado de los conceptos de actividad y pasividad cambie según se aplique al individuo o a la sociedad. En el tipo de economía burguesa, la actividad de la sociedad es ciega y concreta, la del individuo abstracta y consciente"
consultar el resumen de "Teoría Tradicional y Teoría Crítica"

¿Por qué la referencia a que "la actividad de la sociedad es ciega y concreta, la del individuo abstracta y consciente"?
Salvo un esfuerzo especial de reflexión el individuo percibe la realidad sensible como simple secuencia de hechos dentro de los ordenamientos conceptuales. En verdad, se trata, de últimas, de abstracciones: "Lo que un miembro de la sociedad industrial ve diariamente a su alrededor: casas, departamentos, fábricas, algodón, reses, seres humanos, y no sólo los cuerpos sino también el movimiento en el que son percibidos desde trenes subterráneos, este mundo sensible lleva a sí mismo los rasgos del trabajo consciente, y la separación entre lo que pertenece a la naturaleza inconsciente y lo que es propio de la praxis social no puede ser llevada a cabo realmente(dice que el individuo no distingue, en su sensibilidad, lo que pertenece a su inconsciente y lo que pertenece a la praxis social). Aún allí donde se trate de la percepción de objetos naturales como tales, la naturalidad de estos está determinada por el contraste con el mundo social y, en esa medida, es dependiente de él". Sin embargo el individuo, a simple vista, no percibe ese trasfondo -oscuro- constituido por un proceso que, en parte, se le oculta a la sociedad capitalista.

Razón instrumental
Horkheimer señala, no sin dolor, como lo teórico, en el sentido de aparato conceptual reflexivo y vuelto sobre sí mismo, fue trasladándose a la preocupación por lo aplicado, no en el sentido de la preocupación social sino en el mero accionar de la razón instrumental: "se emplean menos energías en formar y hacer progresar la facultad de pensar prescindiendo de su forma de aplicación."


apuntes del práctico

La razón crítica devino razón instrumental (técnica)

-Marx creía que las ciencias servirían al desarrollo de las fuerzas productivas, y a mayor desarrollo de estas fuerzas habría mayor posibilidades de un caída del sistema. Así las ciencias tienen un carácter progresivo.
-Horkheimer dice que las ciencias ya no poseen ese carácter progresista: la ciencia sirve al desarrollo de las fuerzas productivas pero por la ciega autoconservación del hombre, así la ciencia sirve como legitimación del dominio en un mundo "totalmente administrado"

Teoría Crítica
Después de un desarrollo reflexivo vasto, con estas características Horkheimer presenta a la teoría crítica. Si la teoría tradicional era deudora de la división del trabajo y del peculiar lugar que el filósofo ocupa en ese esquema, la teoría crítica se opone a la profesionalización de la filosofía así como a las visiones parcializadas de la realidad.
El esfuerzo del pensamiento crítico es superar o suprimir la tensión entre la visión ordenadora de la realidad que tiene el científico y el ver comprometido del ciudadano, de suprimir la "oposición entre la conciencia de fines, la espontaneidad y la racionalidad esbozadas en el individuo y las relaciones del proceso de trabajo fundamentales para la sociedad".
"Si el actuar conforme a la razón es propio del hombre, la praxis social dada, que forma la existencia hasta en sus últimos detalles, es inhumana, y este carácter de inhumanidad repercute en todo lo que se realiza en la sociedad. Para el pensamiento crítico los individuos no son abstracciones o entes aislados, sino determinados en sus relaciones reales con otros individuos y grupos, y en su relación crítica con una determinada clase y, por último, en su trabajo mediado con la totalidad social y con la naturaleza"

¿Qué conexión existe entre el pensamiento crítico y la experiencia?
Para elaborar la respuesta da un rodeo histórico que permite comprender el lugar del pensar en el proceso de división del trabajo en la sociedad capitalista, cómo fue distribuido su excedente, al igual que otros, entre una pequeña elite.
La teoría crítica extrae entonces de la experiencia histórica la necesidad y el interés de que la teoría pueda pensar una organización social racional.
La teoría crítica no tiene pretensión de monumento filosófico, expone más bien la experiencia de la negatividad en una búsqueda no disociadora de la reflexión y lo existencial, y en una tensión permanente entre la valoración del sentido, tal vez utópico de aquella razón que conllevaría libertad para la condición humana y la indagación, tal vez dramática, de los procesos por los cuales aquel dispositivo se tornó en el elemento de destrucción.
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