La política exterior de Mussolini

La política exterior alemana era un tanto confusa, sin embargo Mussolini sabía lo que quería, "hacer a Italia grande, respetada y temida", pero no estaba seguro de cómo podría lograrlo. A partir de 1923 su política se divide en dos fases generales:

1923-1934

En esta etapa la plítica de Mussolini estuvo determinada por la rivalidad con los frenceses en el mediterráneo y los Balcanes, donde las relaciones italianas con Yugoslavia, aliada y protegida de Francia, eran tensas. Otro factor fue el temor de Italia de que el débil estado austríaco en su frontera nororiental pudiese sucumbir demasiado a la influencia de Alemania, y produzca un ataque germano a través del Paso Brenner. Intentó resolver ambos problemas principalmente por medios diplomáticos:

1934

A partir de 1934 paso gradualmente de una extrema desconfianza de las intenciones de Hitler respecto a Austria a una reticene admiración de los logros de éste y el deseo de imitarlo. Tras el primer encuentro de los dos dictadores (jun. 1934) Mussolini habló de Hitler como "ese pequeño payaso demente", pero más adelante llegó a pensar que tenía más que ganar con la amistad de Alemania que con la de Francia e Inglaterra. Cuanto más caía en la influencia de Hitler, tanto más agresivo se tornaba. Su cambiante actitud se pone de manifiesto en los acontecimientos: