¿POR QUÉ PIERDEN LA GUERRA LAS POTENCIAS DEL EJE?
Una debilidad básica fue la escasez de materias primas: tanto Italia como Japón tenían que importar suministros y aun Alemania sufrió carencias de hule, algodón, niquel y, desde mediados de 1944, petróleo. Esto no tendría que haber sido fatal, pero el éxito dependía del pronto fin de la guerra, el que en verdad pareció probable al principio, gracias a la velocidad y eficacia del Blitzkrieg germano. No obstante, la supervivencia de Gran Bretaña en 1940, resultó importante porque mantuvo vivo al frente occidental hasta que los norteamericanos entraron en la guerra.
Los Aliados no tardaron en aprender la lección de sus fracasos iniciales: para 1942 sabían cómo contener los ataques del Blitzkrieg y apreciaban la importancia del apoyo aéreo y los portaaviones. En consecuencia se dedicaron a lograr la superioridad aérea y naval que ganó las batallas del Atlántico y del Pacífico y lentamente privó de suministros al enemigo.
Hitler no comprendió que la guerra con Gran Bretaña implicaba guerra con el imperio británico, y que sus tropas tendrían que distribuirse en contingentes insuficientemente numerosos en el frente ruso, en ambos lados del Mediterráneo, y en la costa occidental de Francia. Japón cometió el mismo error. En el caso de Alemania, Mussolini tuvo parte de la culpa: la incompetencia italiana fue una constante sangría para los recursos de Hitler.
Los recursos combinados de los Estados Unidos y la URSS, por no mencionar los del imperio británico, eran tan cuantiosos que cuando más se prolongaba la guerra menos probabilidades de triunfar tenía el Eje. Los rusos se apresuraron a trasladar su industria al este de los Montes Urales y así sostuvieron la producción aun cuando los alemanes habían ocupado vastas zonas en el oeste. Para 1944 tenían tres veces más tanques que los alemanes y podían enviar el doble de hombres a los campos de batalla. Cuando la industria bélica norteamericana alcanzó su máxima capacidad podría producir mas de 70 mil carros de combate y 120 mil aviones al año, cifras que ni los alemanes ni los japoneses estaban en condiciones de igualar.
Por otra parte, el Eje incurrió en graves errores de táctica que resultaron fatales. Los japoneses no se dieron cuenta de la importancia de los portaaviones y se concentraron demasiado en la producción de acorazados. Hitler descuidó proveer lo necesario para una campaña de invierno en Rusia y se obstinó en que los alemanes no debían retroceder, lo que condujo a numerosos desastres en Rusia, entre ellos el de Stalingrado, y dejó a sus tropas peligrosamente expuestas en Normandía (1944).