Rusia de 1945 en adelante
El XX Congreso
Jruschov afianza su liderazgo en su célebre informe en el XX. Congreso de febrero de 1956 acerca de los crímenes y represiones de Stalin. A pesar de los hechos de Hungría y Polonia, Jruschov continúa la liberalización, reforzando su posición, colocando a Brezhnev en la presidencia del Soviet Supremo.
Para aumentar su popularidad debió impulsar un aumento de la producción con cambios permanentes, a veces caóticos. Hubo intentos de realizar grandes construcciones de viviendas. Pero hubo un campo donde la URSS se apuntó grandes éxitos y fue en la carrera espacial, con el lanzamiento del primer ingenio Sputnik I en octubre de 1957 o el primer vuelo espacial humano (abr.1961) que demostró el gran progreso de la investigación y la ciencia aplicada soviética.
La presión del aparato
A pesar de su efecto propagandístico, el dirigente soviético quiso bajar la investigación espacial y disminuir gastos de armamentos para desviar hacia la agricultura y otras vertientes de la producción industrial, lo que contó con el rechazo de los altas jerarquías haciendo retroceder a Jruschov, lo que sumado a la interpretación de la crisis de los misiles como una capitulación debilitó fuertemente la figura de Jruschov, siendo acusado de pacifista.
La época de Brezhnev
El relevo de Jruschnov fue tomado por una troica: Leonid Brezhnev como primer secretario, Alexei Kosiguin como primer ministro y Nicolai Podgorny como presidente del Presidium.
Esta plítica esta signada por la ambivalencia donde se puso sordina a los gestos más estridentes del antiestalinismo del período anterior y devolvió al aparato todo el peso y la influencia de los mejores tiempos, apareciendo Suslov como el ideólogo de esta etapa.
Sin embargo las expectativas de cambios fueron difíciles de contener y Brezhnev, se vio forzado, en los primeros años, en ciertos terrenos a hacer concesiones a las corrientes aperturistas, lo cual marcaba evidentes virajes.
En lo económico los liberalizadores fueron continuados por planos marcadamente centralistas. Se continuaron con bajos niveles de consumo, priorizándose la producción armamentista. La política internacional de la URSS proclamando la coexistencia pacífica con el capitalismo, con la negación a reformar las columnas del Estado Marxista, así cualquier intento de autonomía de los países satélites (caso Checoslovaquia 1968) fueron abortados. Al mismo tiempo se continúa la disputa internacional con China. La cuestión agrícola e industrial estaba cada vez más atascada en el burocratismo y la corrupción.
Mijail Gorbachov
Brezhnev gobierna hasta 1982 y luego Yuri Andropou (1982-1984). Konstantin Chernenko (1984-1985). A la muerte de Andropou, en plena recesión económica y con el gran desgaste producido por la invasión a Afganistán, la clase dirigente logró aplazar el inevitable cambio al elegir al anciano Cherenko en lugar del representante de las nuevas generaciones del partido de M. Gorbachov, pero rápidamente el elegido fallece.
La perestroika
Gorbachov en 1985 encarnó ansias de cambio con un programa de vastas reformas -Perestroika- y en el avance de las libertades, sobre todo la libertad de prensa. A mediados de 1988 en la XIX Conferencia del PCUS se esbozan las directrices de la reforma del Estado, proponiendo un régimen presidencialista independiente de la estructura estatal y mayor poder a los soviets electivos, lo que fue reafirmado en las urnas. Al lograr un acuerdo con EEUU, se logra una distensión internacional. En 1989 se retiran las tropas de Afganistán. Todo ello contó la resistencia de los conservadores afincados en el aparato.
El despertar de las nacionalidades
En 1988, graves disturbios en Alma Alta fueron el comienzo de una serie de manifestaciones opositoras con elementos de violencia Disturbios en Azerbaijan y Armenia, enfrentamientos étnicos preocupan al Soviet Supremo, debiendo emprenderse reformas en la federación soviética. Lituania proclama su independencia en 1990 y luego Letonia y Estonia.
Hacia un nuevo marco interior y exterior
Gorbachov demostró ser un gran líder táctico debilitando crecientemente al aparato burocrático, con medidas hacia la propiedad y el mercado. En marzo de 1990 abandonan las tropas soviéticas de los países satélites. En mayo de 1990 es designado por votación parlamentaria como presidente de la República.
El frustrado Golpe de Estado
En agosto de 1991 tuvo lugar un intento golpista que fracasó por la resistencia popular dirigida por Yeltsin, lo que obligó el retorno de los tropas a los cuarteles. Así, el golpe que pretendía poner fin a las reformas, las aceleró, entre otras la disolución del PCUS junto al a declaración de la independencia de las repúblicas que formaban la URSS. Pero la desintegración definitiva de la URSS vino de Rusia, Ucrania y Bielorusia, que en diciembre de 1991 creará la Comunidad de Estados Independientes (CEI) abierta a la incorporación de otras repúblicas. Setenta años después de la Revolución de octubre ya nada quedaba en pie en el Imperio de los soviets apareciendo en cambio el fantasma del caos.