El segundo Gobierno Laborista (1929-1931) y la gran depresión
Los logros más impresionantes de este gobierno tuvieron lugar en los asuntos exteriores. En los asuntos internos el gabinete no hizo gran cosa, excepto la promulgación de dos leyes: La Ley de Vivienda de 1930 y la Ley de Minas de Carbón (1930) por la que se reducía la jornada de los mineros de ocho a siete y media horas. El Partido Laborista tenía las mismas desventajas que en el 24: era aún un gobierno minoritario.
El gobierno cayó prematuramente a causa de la crisis económica mundial desencadenada en Wall Street por la gran quiebra de octubre del 29. Hacia mayo de 1931 la Gran Bretaña sentía ya todo el impácto de la depresión, con un desempleo de más de 2,5 millones. El pago de compensaciones por desempleo provocó un efecto severo en las finanzas estatales, cuyas consecuencias se resintieron rápidamente hasta provocar la renuncia del gobierno (agosto de 1931). Los inversionistas extranjeros dedujeron que Inglaterra debía hallarse al borde de la bancarrota y se apresuraron a retirar su oro, hundiendo al país en una crisis financiera aún más profunda.
MacDonald denunció que no quedaba otra posibilidad más que renunciar y presentó ésta al gabinete, pero para sorpresa de la mayoría del Partido Laborista, MacDonald permaneció como Primer Ministro de lo que se llamó un Gobierno "Nacional" con un gabinete integrado en su mayoría por Conservadores y Liberales.