¿Por qué pudo Mussolini llegar al poder?

• En 1919 prevalecía en Italia una atmósfera de frustración y desencanto por una combinación de factores:
  a) Decepción por las ganancias obtenidas en el arreglo de paz: cuando Italia entró a la guerra, los Aliados le habían prometido más tierras de lo que les dejaron. Los italianos sintieron mal pago su comportamiento valiente durante la guerra y la pérdida de cerca de 700 mil hombres.
  b) El desastroso efecto de la guerra en la economía y nivel de vida. El gobierno había obtenido fuertes empréstitos, especialmente de los E.E.U.U., y ahora debía pagarlos. Al descender el valor de la lira (de 5 por dólar en 1914 a 28 por dólar en 1921), el costo de vida se quintuplicó. El retorno de la industria a los niveles anteriores a la guerra redundó en desempleo masivo; además había 2.5 millones de ex combatientes en busca de trabajo.
  c) Creciente despresio por el sistema parlamentario liberal. En las elecciones de 1919 se introdujeron el sufragio universal para varones adultos y la representación proporcional, pero esto dificultó el que un solo partido obtuviese una mayoría general y los gobiernos de coalición se hicieron inevitables. No fue posible seguir una política uniforme mientras cinco diferentes gabinetes con mayorías inseguras pasaron por el ministerio.
  
  
• La frustración general entre todas las clases condujo a una ola de huelgas en 1919 y 1920, acompañadas de violencia, sequeo de comercios y ocupación de fábricas por trabajadores. El prestigio del gobierno se hundió aún más debido a su incapacidad para proteger la propiedad, por lo que muchos terratenientes estaban convencidos de que la revolución era inminente.
  
  
• Mussolini y el partido fascista resultaban atractivos para numerosos sectores de la sociedad porque, como él mismo declaraba, aspiraba a rescatar Italia de gobiernos débiles. Las ramas locales del partido fueron conocidas como fasci di combattimento; la palabra fasces significa el haz de váras alrededor de una hoz que simbolizaba la autoridad y el poder de los cónsules romanos. Cuando las ocupaciones de fábricas comenzaron a fallar, Mussolini cambió de rumbo y se presentó como el defensor de la empresa y propiedad privada, ganándose así el apoyo financiero de poderosos intereses mercantiles. En 1920 escuadras fascistas de camisa negra empezaron sistemáticamente a asaltar y reducir a cenizas las oficinas generales de socialistas locales, así como a golpear brutalmente a jefes socialistas. Para fines del 21, aunque su programa era vago, Mussolini había conseguido el patrocinio de los terratenientes, quienes veían en él una garantía del orden público. Habiéndose conquistado a los grandesf negocios, empezó a pronunciar discursos conciliatorios acerca de la Iglesia Católica Romana hasta conseguir que el papa Pío XI alineara a la Iglesia a su lado.
  
  
• Los grupos antifascistas no colaboraban entre sí y no hacían ningún esfuerzo para mantener a los fascistas fuera de la política.
  
  
• El intento de huelga general convino ampliamente a los fascistas, quienes se valieron de él para anunciar que si el gobierno no sofocaba la huelga, la aplastarían ellos mismos; al malograrse la huelga Mussolini pudo posar como el hombre que había salvado a Italia del comunismo. y, en octubre de 1922, los fascistas se sintieron suficientemente seguros para llevar a cabo la marcha sobre Roma.