Mussolini
Mussolini, Benito (1883-1945), jefe de gobierno y dictador de Italia (1922-1943), fundador del fascismo italiano.
Mussolini nació en Dovia di Predappio el 29 de julio de 1883 y era hijo de un herrero. Tuvo una formación autodidacta y trabajó como maestro y periodista en el norte de Italia; contrajo matrimonio con Rachele Guidi en 1910 y de esta unión nacieron cinco hijos. Las autoridades le encarcelaron por su oposición a la guerra entre Italia y Libia (1911-1912). Poco después fue nombrado director de Avanti!, el periódico oficial del Partido Socialista (en el que había ingresado en 1900) en Milán. Cuando estalló la IGuerra Mundial en 1914, la reacción inicial de Mussolini fue denunciar el carácter imperialista del conflicto desde una posición neutralista, pero no tardó en cambiar de opinión y reclamar la intervención de Italia en apoyo de los aliados. Fue expulsado del Partido Socialista y fundó en octubre de 1914 su propio diario en Milán, Il Popolo d'Italia, que más tarde se convertiría en el órgano oficial del Partido Nacional Fascista.
El ascenso al poder
En el turbulento ambiente del Milán de la posguerra Mussolini fundó los Fascios Italianos de Combate en marzo de 1919. Este movimiento de carácter nacionalista, antiliberal y antisocialista consiguió el apoyo de amplias capas de la sociedad. Tomó su nombre de las fasces, un antiguo símbolo de la disciplina romana. Su actividad se extendió por las zonas rurales, donde sus milicias de Camisas negras conseguían el respaldo de los terratenientes mientras atacaban a las ligas de campesinos y a las asociaciones socialistas. En un alarde de oportunismo, el fascismo abandonó su talante republicano para ganarse la confianza del Ejército y de la monarquía.
Un día después de que los fascistas realizaran la denominada 'marcha sobre Roma', el rey Víctor Manuel III invitó a Mussolini a formar gobierno (29 de octubre de 1922). En 1926, el duce (voz italiana que, en español, significa 'jefe', y título adoptado por Mussolini hacia 1924) había transformado el país en un régimen unipartidista y totalitario basado en el poder del Gran Consejo Fascista, órgano de nueva creación, y respaldado por las milicias de seguridad nacional. Suprimido el Parlamento, creó la Cámara de los Fascios y de las Corporaciones, con un mero carácter consultivo. Dentro del nuevo 'Estado corporativo', los empresarios y los trabajadores se organizaban en grupos controlados por el partido que representaban a los distintos sectores de la economía. Se mantuvo el sistema capitalista y se incrementaron los servicios sociales, pero se abolieron los sindicatos independientes y el derecho a la huelga. Los Pactos de Letrán, firmados con el Vaticano en 1929, terminaron con el conflicto que había enfrentado a la Iglesia y el Estado italiano desde 1870. Otro de los legados perdurables del fascismo fue la creación de un sistema de holdings industriales (sociedades que controlan a otras compañías) financiado por el Estado.
Mussolini adoptó una política exterior agresiva; contravino las recomendaciones de la Sociedad de Naciones e inició la conquista de Etiopía (Abisinia, 1935-1936), ganándose así la aclamación de casi todos los sectores de la sociedad italiana. No obstante, la popularidad del duce disminuyó cuando adoptó las siguientes medidas: el envío de tropas para apoyar al general Francisco Franco durante la Guerra Civil española (1936-1939), la alianza con la Alemania gobernada por el nacionalsocialismo (partido nazi) mediante la formación del Eje Roma-Berlín (1936), que culminó con el denominado Pacto de Acero entre ambos estados (1939), la promulgación de leyes contra los judíos y la invasión de Albania (1939).
Mussolini ejerció una notable influencia sobre los políticos españoles más conservadores. En 1923, al llegar al poder tras un golpe de Estado, el dictador Miguel Primo de Rivera trató de imitar a Mussolini e implantó soluciones e instituciones de carácter fascista hasta su caída en 1930. Posteriormente, partidos políticos de derechas, una vez implantada la II República española, enviaron emisarios a Mussolini para buscar su apoyo en los planes que estaban preparando para levantarse contra el régimen republicano. El levantamiento más tarde liderado por el general Francisco Franco se inició el 18 de julio de 1936 y Mussolini apoyó decisivamente a los rebeldes, enviando a España a una división completa del Ejército italiano.
La IIGuerra Mundial
Mussolini, cuyo Ejército no estaba preparado, no participó en la II Guerra Mundial hasta que los alemanes invadieron Francia en junio de 1940. Italia luchó contra los británicos en África, invadió Grecia y se unió a los alemanes en el reparto de Yugoslavia, la invasión de la Unión Soviética y la declaración de guerra a Estados Unidos.
Tras las múltiples derrotas que sufrieron los italianos en dichas operaciones bélicas el Gran Consejo Fascista destituyó a Mussolini el 25 de julio de 1943, le detuvo al día siguiente y firmó en el mes de septiembre un armisticio con los aliados, que habían invadido el sur de Italia. Sin embargo, los alemanes rescataron en septiembre de ese mismo año a Mussolini, que proclamó la República Social Italiana, efímero régimen radicado en Salò (en la orilla occidental del lago de Garda, situado en el norte italiano) y que sólo subsistió por la protección alemana. El líder italiano intentó huir a Suiza con su amante, Clara Petacci, durante los últimos días de la guerra, pero ambos fueron capturados por miembros de la Resistencia italiana, quienes les fusilaron en Giulino di Mezzegra (en las proximidades del lago de Como) el 28 de abril de 1945, siendo sus cuerpos expuestos públicamente en las calles de Milán.