Rusia

En el decenio anterior a 1914 rusia se encontraba en estado de efervescencia. El zar Nicolás II (1894-1917) insistía en gobernar como un autócrata, y no hadía sabido manejar adecuadamente los numerosos problemas del país.
El descontento y las críticas hacia el gobierno llegaron a su climax con las derrotas rusas en la guerra contra Japón (1904-1905) y en 1905 estallaron en una huelga general y una tentativa de revolución, lo que obligó a Nicolás a hacer conseciones (el Manifiesto de Octubre), entre las cuales se incluía la elección de un parlamento (Duma).
Al hacerse evidente que la Duma era ineficáz, la inquietud aumentó y culminó, después de los desastres de la primera guerra mundial, en dos revoluciones, ambas en 1917. La primera (marzo)derrocó al zar e instituyó un gobierno provicional moderado, pero cuando éste no lo hizo mejor que el zar, fue derrocado a su vez por la revolución bolchevique (noviembre).
El nuevo gobierno bolchevique era poco sólido al principio y los esfuerzos de sus opositores (los blancos) por extinguirlo provocaron una guerra civil (1918-1920). Gracias al caudillaje de Lenin y Trotsky, los bolcheviques sobrevivieron y Lenin estuvo en condiciones de liderar la tarea de guiar a Rusia hacia la recuperación.

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