La DÉTENTE: relaciones internacionales de la década 1970-1980
La palabra "détente" se emplea para significar una relajación permanente de las tensiones internacionales más que un simple "deshielo" de la Guerra Fría. Los primeros indicios de una verdadera détente entre este y oeste aparecieron a principios del decenio de 1970-1980, estimulados quizás por el constante temor a una guerra nuclear, así como por las experiencias horribles en Vietnam.
Los motivos de las potencias para buscar la détente eran varios; China se encontraba preocupada por su aislamiento, intranquila acerca de las intenciones norteamericanas en Vietnam (después de lo ocurrido en Corea) y descontenta por el enfriamiento de sus relaciones con la URSS. Los Estados Unidos observaron que debía haber una mejor manera de afrontar el comunismo, que la que se estaba ensayando en Vietnam; después de todo quizás la coexistencia pacífica era el remedio. Los rusos deseaban reducir los gastos de defensa con el objeto de dedicar la mayor parte de sus energías a elevar las condiciones de vida a los niveles occidentales: tampoco quisieron quedarse al margen cuando vieron que las relaciones entre China y los Estados Unidos mejoraban.
La URSS y EEUU ya habían progresado algo con el enlace telefónico o "hot line" y el acuerdo repecto a no efectuar más que pruebas nucleares subterráneas (1963); en 1969 se dieron pasos al iniciar las Pláticas Para la Limitación de las Armas Estratégicas (SALT). Nixon hizo dos visitas a Moscú (1972 y 1974), en tanto que Brezhnev fue a Washington en 1973. Los Estados Unidos empezaron a exportar trigo a Rusia. Los más importante de todo fue el Acuerdo de Helsinki (jul.1975), mediante el cual los Estados Unidos, la URSS, Canadá y casi todos los países de Europa aceptaron las fronteras europeas fijadas a raíz de la segunda Guerra Mundial (reconocimiento con ello de la división permanente de Alemania). Los estados comunistas se comprometieron a conceder a sus pueblos los "derechos humanos".
China y los Estados Unidos se habían mostrado extremadamente hostiles entre sí desde la guerra de Corea y al parecer seguirían siéndolo. No obstante los chinos fueron los que dieron el primer paso, por demás inesperado, hacia la reconciliación: en 1971 invitaron a un equipo norteamericano de tenis de mesa a visitar China, y tras el éxito de aquella visita, los Estados Unidos respondieron retirando su veto al ingreso de China a las Naciones Unidas. China comunista fue admitida en octubre de 1971.
Las relaciones entre la URSS y China han venido deteriorándose desde alrededor de 1956. A los chinos les irritaba la "linea blanda" adoptada por Khrushchev respecto a los Estados Unidos. En represalia los rusos redujeron fuertemente su ayuda económica a China. El desacuerdo ideológico no es la única fuente de dificultades: hay también una disputa fronteriza. Durante el siglo XIX Rusia se posesionó de vastos tramos de territorio chino al norte de Vladivostok y en la provincia de Sinkiang, lo que los chinos han venido reclamando sin éxito. Ahora que China misma está siguiendo una política más "blanda" hacia los Estados Unidos, el problema territorial parece ser la principal manzana de la discordia entre ambos países. Al finalizar los años setenta parecía que tanto Rusia como China competían por el apoyo norteamericano, pero las dos luchaban por la dirección del comunismo mundial.
¿Ha terminado la Guerra Fría? He aquí una pregunta común durante el decenio de 1970 a 1980 que muchos optimistas en el oocidente se inclinaban a contestar afirmativamente. Por otro lado había varias señales poco prometedoras: a pesar del acuerdo de Helsinki, ni la libertad de expresión ni la libertad de viajar de han hecho realidad en Europa oriental, donde los disidentes (las personas que critican al gobierno) son perseguidos de mil maneras. Lo más grave de todo fue la invasión rusa de Afganistán en diciembre de 1979 con el pretexto de apoyar al nuevo gobierno comunista de Barak Karmal. Algunos políticos occidentales han comparado la détente con el apaciguamiento de los años treinta, señalando que era Occidente el que estaba haciendo todas las concesiones, en tanto que, como dijo Margaret Thatcher en la Cámara de los Comunes (1980), "para los rusos la détente ha significado la oportunidad de extender, abierta o encubiertamente, su infuencia y su dominio dondequiera que se presenta la oportunidad".