Vargas Llosa, signing his book for me
¿Y LA FIESTA DEL CHINO? (Mario Vargas Llosa en Munich)
Había llamado una semana antes para comprar entradas, pero para mi tristeza y desesperación me dijeron que ya se habían agotado, así que no me quedó otra que ir temprano el mismo día Martes y rogar que algunas reservaciones quedaran sin ocupar. Al menos dos, pues había quedado con un buen amigo para ir.
Saliendo del trabajo me fui directamente al lugar, un auditorio inmenso de la universidad LMU y encontré harta gente que también había pensado en lo mismo. La mayoría peruanos claro, a juzgar por las caras, sonrisitas de las mujeres que me miraban (algunas no estaban mal, además) y tremendas risas de grupos.
Me dirigí a una de las colas de las reservaciones para preguntar si habían reservaciones sin ocupar y el rubio alemán me dijo lo que ya se sabía: "espérate hasta poco antes de las 20 horas y ya veremos". Poco después llegó una señora con cara inconfundible de compatriota y sin querer disfruté con el siguiente diálogo entre ella y el rubio:
- ehh.. una amiga mía hizo la reservación para mí.
- Ok, pero como se llama su amiga, y que número de reservación
tiene?
- Ehhh.. el número? No lo sé.. no me acuerdo.. creo que ella no
me lo dijo...
- Bueno y que apellido tiene su amiga?
- Ehh... este... Kohler...
Mi cabecita se puso a recordar algunos interesantes momentos de mi vida en Lima, cuando pugnaba por entrar a algún teatro.. yo sonreía en mis adentros... Se sabe que muchos alemanes pueden pecar de ingenuos, mas aún ante tanta viveza, pero este menos mal que se puso las pilas:
- vamos a ver, Kohler, Kohler.. si, aquí hay una.... pero cual es el
nombre de su amiga?
- Su nombre? Este... no me acuerdo..
- Cómo? Es su amiga?
- Ehhhh ah! creo que se llama Martina! Si! Se llama Martina!
- Hmm no, apellido correcto, nombre falso. hehehehe
La señora sonrió, me miró, vio mi cara sonriente y sonrió nerviosamente de nuevo. Yo le dije: "casi le resulta el cuento!". Después de ello me sorprendí al no encontrar a ningún revendedor por allí. Hubiera encajado perfectamente y hasta tal vez gratamente en el ambiente, y hubiera sido también un buen negocio creo. Será para la próxima vez, pensé con algo de nostalgia.
Pasaron los minutos y se acercaba la hora, y menos mal que peleando entre otras manos conseguí dos entradas, así que mientras mi amigo compraba los libros, yo buscaba algún buen sitio de lo poco que quedaba libre. Llegó la hora y empezó todo. Aplausos, emoción creciente. Creo que a la mayoría allí presente (latinoamericanos como no) no le interesaba mucho la introducción, sino de frente escuchar a Vargas Llosa y pasar a la preguntas y la firma de libros.
Sin embargo la introducción sobre la vida del escritor fue corta y sobre todo interesante. Varios nos enteramos recién por ejemplo que MVLL está preparando una novela sobre Flor de Amarilis y los contactos de ésta con el pintor Paul Gaugin (quien, como sabemos, pasó parte de su infancia en el Perú). Ni bien terminó esta introducción habló Vargas Llosa por unos 10 minutos, leyendo partes de su libro. Fue una emoción tremenda debo decir. Claro que hubieron risitas cuando del texto salían expresiones como "pendejo", "nos jodieron", "maricones" y hasta un "coño" centroamericano (demás está decir que "La Fiesta del Chivo" se basa en una parte de la historia dominicana). Pareciera que MVLL las pronunciaba con delicia. Esa fue mi impresión (maliciosa por lo demás, debo de admitirlo).
Después de esta interesante lectura, tuvimos que soportar unos 30 minutos de una lectura en alemán de la obra traducida. Quien lo hizo no fue cualquier hijo de vecino sino un profesional para ello (actor, miembro del famoso Residenztheater de la ciudad), y tomaba mucho cuidado en la entonación (parecía una de esas radionovelas que hasta ahora pasan en algunas radios por aquí). Sin embargo se le escaparon algunas cosas como "Cuidad Trujlllo" (sic) y además al fin y al cabo, nada es mejor que el original, como dice aquella antigua publicidad de Blue Jeans.
Como bien dijo Wilmer, el buen amigo con el cual fui al evento, parecía una estafa que sólo pudiéramos escuchar 10 minutos al escritor leyendo el libro en su versión original. Pero ya estábamos metidos en ello y a rezar para que esto acabara pronto. Yo hojeaba de vez en cuando el libro, leía la carátula, contracarátula, solapa, me imaginaba como se vería el libro recién adquirido con la firma de su autor, si es que le podría preguntar algo en ese momento, en una foto, etc. Cuando el actor alemán acabó hubo un alivio en la mayoría del repleto auditorio, que me hacía acordar al auditorio de Humanidades de la Católica, por las caras variopintas que por allí se veían en uno de los tantos jueves culturales a los cuales uno asistía como estudiante.
Después se permitieron formular preguntas al escritor y claro, menos mal que alguien casi inmediatamente preguntó lo que la mayoría quería saber: que opinaba el papá de su hijito y de Toledo. El fue muy corto y claro: yo apoyo a Toledo en estas elecciones y las diferencias de opiniones con mi hijo muestran que mi familia es muy democrática. Sonrió él, sonrió su esposa Patricia - sentada en primera fila -, y sonreímos todos. Aplausos.
La mayoría de las otras preguntas interesantes fueron relativas al oficio de escritor y allí siempre uno nota la influencia de la literatura francesa en la obra de MVLL. El habló con pasión sobre Balzac, Baudelaire y sobre todo Flaubert, a quién señaló como alguien que le animó a seguir escribiendo pues su obra muestra que no sólo el genio literario cuenta, sino el empeño y el amor a la literatura. Flaubert - según dijo de una manera muy directa, sencilla y hasta ingenua (y que por cierto provocó tremendas risas del auditorio) - escribió cosas muy malas en sus inicios, pero su tesón y empeño, impulsados por el amor que el francés profesaba por la literatura lo llevaron a progresar y ser alguien importante en el mundo literario. Eso fue un estímulo para MVLL y no sólo para él creo, pues su comentario de seguro animó a varios principiantes allí presentes.
Otra cosa interesante que mencionó fue que a él mas le gusta "reescribir", esto es, corregir lo ya escrito, y llegar a un punto en donde no es que la obra sea perfecta, sino que la saturación hace que ya no se pueda avanzar más. Allí el libro está listo para la imprenta. Así que MVLL primero se fija un horario y disciplina férrea para terminar de escribir una novela y luego se deleita en "reescribir". Interesante.
En todo este tiempo pensaba en cómo un persona, nacida y crecida en un ambiente común para la mayoría de nosotros allí presentes - esto es, en un país con hartos problemas y más posibilidades, en donde la democracia siempre comienza pero pocas veces crece, y ni que hablar de la economía - llega a desarrollar sus aptitudes y capacidades, y llega a triunfar en un ámbito internacional, sin perder por ello sus raíces y su identidad, cosa que he visto sucede con varios por aquí a quienes ya no se les puede llamar peruanos. En fin, su carrera es todo un estímulo para todos aquellos que estamos fuera de casa.
La temática de las preguntas en general se volvía muy interesante pero los conductores dijeron: "lo sentimos, ésta es la última pregunta, pues ya van a cerrar el auditorio, y Mario Vargas Llosa quiere firmar algunos libros". Así que ni bien terminó, varios saltaron con sus libros al podio.
Tuve temor de llegar tarde pero menos mal hubo tiempo para todos; claro que MVLL parecía un robot cuyo brazo mecánico se dedicaba a firmar bloques de papel que circulaban por su delante cual línea automatizada de producción; pocas veces levantaba la vista o seguía una conversación. Varios se tomaron fotos (espero que la mía salga bien para ponerlo luego en la sección cultural de mi página Web!). En todo el trajín de la foto y la firma en el libro alcancé a decirle algunas cositas:
- Doctor, primero que nada un saludo de un compatriota.
- Ah..
El levantó en algo la vista y esbozó un sonrisa.
- quería preguntarle algo, y para variar, tiene que ver con política:
cuando escribe algo sobre Fujimori? cuando publica "La fiesta del Chino"?
- Haha... ya he escrito algo sobre él. Lea el libro y verá allí
muchas cosas sobre Fujimori y Montesinos... Lea el libro.
- ahh... (escucharlo hablándome fue ya lo máximo).
- hasta luego..
- hasta luego!