Del género de las comedias deportivas, trata de un chico de secundaria, que es más pequeño que un tapón, que quiere entrar en un equipo de baloncesto. Y si digo pequeñito, es pequeñito de verdad, vamos, que no le llega a la cintura a los jugadores. Su falta de estatura lo compensa con su salto y su empeño, acabando por ser pieza clave en su equipo. Cuando se desanima, ver las braguitas blancas de su Rosita le devuelve las fuerzas.