La familia japonesa está tradicionalmente muy unida. Incluso hoy día, hijos, padres y abuelos viven a veces juntos. Estas unidades familiares de tres generaciones todavía constituyen más del 12% de las familias japonesas. El divorcio es menos frecuente que en muchos países occidentales, con una proporción de 1.52 divorcios por cada 1,000 personas comparado con el 4.8 de los EE.UU. o el 2.9 del Reino Unido.
Hoy en día, la mayoría de las familias solo tiene uno o dos hijos. Así pues, la edad media de la población japonesa está aumentando rápidamente. Hay ahora 20.67 millones de niños menores de 15 años, pero también hay 17.17 millones de personas con más de 64 años. Hay más gente que vive sola, y la gente joven se casa más tarde. La edad media de casamiento es de 29.7 años para los hombres y de 27.1 años para las mujeres. Así, Japón está aprendiendo nuevas formas de ayudar tanto a la gente joven como a los mayores a vivir en la sociedad moderna.
Japón está cambiando sus programas de salud y bienestar para mejorar la atención a las personas mayores y está aprendiendo a ayudarles a permanecer como miembros activos de sus comunidades a través del trabajo, el estudio y las actividades en forma voluntaria. Hace diez años, la mayoría de las empresas tenían una edad de jubilación obligatoria estipulada entre 55 y 59 años, pero hoy más de dos tercios de estas empresas la tienen en los 60 años o más. Con el envejecimiento de su población, Japón confía en mantener a la gente mayor en estado saludable y permitirles continuar contribuyendo a la sociedad.
También los más jóvenes encuentran nueva formas para vivir y trabajar. Algunas parejas jóvenes casadas eligen no tener hijos, y muchas parejas, tengan hijos o no, eligen trabajar los dos. Más y más mujeres trabajan fuera, las mujeres que trabajan ocupan el 38.6% de la fuerza laboral. La gran mayoría de las mujeres que trabajan fuera de casa están casadas, y están encontrando nuevas formas conseguir un equilibrio entre el trabajo y los niños. El porcentaje de empresas que ofrecen descanso por maternidad es casi cuatro veces superior al de hace 20 años. Igualmente un gran número de mujeres entre los treinta y cuarenta años vuelve al mundo laboral una vez que sus hijos han crecido.
La mayoría de la gente joven piensa que es importante el casarse por compañía y amor, y cada vez hay más padres que participan en la crianza de los hijos y en otras responsabilidades del hogar.
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