Ryoko Ikeda nos ofrece la historia de una joven niña que fue criada como un varón por su padre, el general de Jarjayes, pues anhelaba tener un hijo y el destino no se lo dio. Ante estas circunstancias la niña creció en un ambiente pre-revolucionario y educada en las artes de la guerra, del protocolo y de la nobleza. Su padre la llamó Oscar François, y ésta  creyó ser un chico durante mucho tiempo. La fecha de su nacimiento  fue muy significativa, ya que también vino al mundo Maria Antonieta, hija de la Emperatriz de Austria, y que más tarde reinaría Francia junto con Luis XVI hasta el ocaso de la Revolución Francesa.
  Oscar vivía en una gran mansión cuidada por Nanny, una dulce ancianita que llevaba sirviendo a la familia Jarjayes desde hacía tiempo. Esta mujer tenía un nieto, André Grandier, y era un año mayor que Oscar. Ambos comenzaron una tierna y fuerte amistad que los hacía inseparables. Aprendieron juntos a leer, a luchar, a montar a caballo, etc. Y entre ellos nunca hubo ninguna diferencia de clases (pues Oscar era noble y André un criado).     Oscar ingresó en la guardia real a la temprana edad de 16 años, y allí conoció a Maria Antonieta, que subió al trono al casarse sin amor con Luis XVI, un rechoncho monarca que jamás supo ejercer como rey. La joven reina estaba profundamente enamorada de un conde sueco: Hans Axel Von Fersen, y mantenían su amor en secreto. Oscar congenió enseguida con ella, y se hicieron muy amigas. Oscar comenzó a sentirse por primera vez una mujer cuando conoció a Von Fersen, pues aunque fuesen amigos, ella sentía algo más que amistad, y estos sentimientos  irían creciendo cada vez más a lo largo de los años. Pero ella sabía que el conde amaba a Maria Antonieta, y los intentó reprimir durante mucho tiempo.
 

André Grandier                                     Von Fersen y Maria Antonieta                     Dulce infancia de Oscar y André

 
Los años iban pasando y Von Fersen tuvo que exiliarse para no herir la reputación de la reina, y Oscar (que ya se había convertido en comandante de la guardia imperial) sintió mucho su falta. Pero su fiel André estuvo con ella en los peores momentos, animándola y ayudándola en todo lo que podía. Lo que ignoraba es que aquel joven criado sentía un profundo amor hacia ella que lo llevó a seguirla y protegerla siempre. André sabía que Oscar amaba a Von Fersen, lo cual le provocaba días y noches de sufrimiento intenso al saber que su amor nunca sería correspondido. Su pasión hacia ella le llevó a cometer grandes locuras, pero siempre estuvo de parte de su pueblo, al contrario que Oscar, que defendía a la nobleza.
 
 

André tomando una taza de té                                     André pierde un ojo en la lucha contra el Caballero Negro
 

Pasaron siete años. André se había convertido en un hermoso y apuesto joven, pero una mala jugada del destino le hizo perder la visión de su ojo izquierdo. Esto sucedió cuando se disfrazó del "Caballero Negro (un hombre enmascarado que robaba a la nobleza para dar las riquezas a los pobres)" para capturar al auténtico. El médico le vendó el ojo y le advirtió que bajo ninguna circunstancia se quitara la venda, pues podría perder la visión del ojo dañado. Pero André estaba muy preocupado por Oscar, pues hacía dos días que no aparecía por casa, y sin dudarlo, se volvió a disfrazar del Caballero Negro para rescatar a su amada (quitándose previamente la venda). Así perdió por completo la visión del ojo izquierdo, y Oscar quiso vengarse del Caballero Negro (aliado de Robespiere). Pero André le salvó la vida permitiéndole que se escapase, pues él era el único que podía ayudar a la miseria del pueblo.
    Una tranquila tarde, mientras Oscar y André practicaban con la espada, apareció Von Fersen. Los ojos de Oscar brillaban de alegría, y el  corazón de André se rompía en pedazos con cada gesto amable y risueño que ella le dedicaba. Sólo mostraba su dulce mirada a Fersen, pues toda ella derrochaba amor hacia él. Pero Fersen todavía amaba a Maria Antonieta, y eso Oscar lo sabía. Mientras hablaban, el conde recordó que la última vez que la vio  fue en una fiesta donde apareció con un hermoso vestido de mujer. Quiso bailar con ella, y más tarde salió corriendo de la sala. Por fin Fersen se da cuenta de que aquella hermosa mujer era Oscar.

Fersen baila con una irreconocible Oscar                                                 Oscar está enamorada de Von Fersen

La joven, salió corriendo y rompió a llorar, rogándole a Fersen que la dejara, pues ya había conseguido reprimir sus sentimientos. Fersen le respondió que siempre seguirían siendo amigos, a pesar de todo. André había visto toda la escena, y se ofreció para ayudarla a recoger los pedazos de vidrio de una copa que se había roto (Los pedazos de vidrio son un símbolo de lo que sentían ambos en aquel instante: la tristeza del amor acompañada de un corazón roto y herido de amargura). Lo que Oscar ignoraba era que André empezaba a perder la visión de su ojo derecho.

Ellen, miembro de la Milicia Urbana                                                                                       Diane, la dulce hermana de Ellen
 

    Aquella misma noche André conoció a Ellen, un miembro de la milicia urbana que lo animó a beber y así olvidarse de sus problemas. Cuando volvió a casa se enteró de que Oscar iba a dejar la Guardia Real, y él sabía el principal motivo que le llevó a esta decisión: alejarse de la mujer que amaba Von Fersen, la Reina Maria Antonieta. Oscar, totalmente herida, quiso volver a la época en la que no sabía que era una chica y huir de todo sentimiento hacia los hombres. Quería ser dura consigo misma y decidió llevar la vida de un hombre, prescindiendo de la ayuda de André. André, al enterarse de tal disparate, intentó hacerla entrar en razón con una frase que resumía su acertada opinión: "Una rosa es una rosa aunque crezca de color rojo o lo haga de color blanco. Una rosa no puede ser nunca un clavel" . Oscar se enfadó y le asestó una bofetada en la mejilla, y André ya no pudo ocultar lo que sentía. La agarró de la mano, la besó y la cogió, echándola sobre la cama y arrancándole la camisa. Las lágrimas de Oscar le hicieron reaccionar a tiempo,  y se alejó de ella, llorando. A pesar de lo que había hecho no dudó un instante en declararle todo su amor, pues había  estado a su lado siempre y  había sufrido por ella durante 20 largos años.

 André se declara...                                                                 André llora mientras le confiesa su amor a Oscar
 

    Unos días después, a Oscar se le asignó el cargo de capitana en la milicia urbana, y pensó que con ello olvidaría lo que André sentía por ella, ya que no podía corresponderle a sus sentimientos. Pero André no se dio por vencido e ingresó en la milicia gracias a Ellen, que le echó una mano para incorporarse. Oscar, al verle, se enfadó y le dijo que ya no le hacía falta su ayuda. Pero André le contestó que él era la única persona que podía protegerla. Los soldados no estaban de acuerdo en que su capitán fuese una mujer, y se negaban a pasar revista, pero gracias a un duelo vencido por ella no tuvieron más remedio que someterse. Ellen se dio cuenta de que André veía mal, y también sabía lo que sentía por la capitana, pero no estaba de acuerdo, porque veía que Oscar se portaba de una manera muy fría con él, y eso le dolía. Pero los demás compañeros se pensaban que André era un espía infiltrado de Oscar para informarle de todas las actuaciones de la tropa, y comenzaron a mirarlo mal.

André ingresa en la Milicia Urbana para poder estar al lado de Oscar                                                 André se piensa que Oscar se va a casar
 

    Los días iban pasando y Oscar recibió una propuesta de matrimonio del general Girodelle, un apuesto hombre que pidió la mano al general Jarjayes, y que muy satisfactoriamente se la concedió, pero Oscar debía estar de acuerdo, y cuando recibió la noticia se echó a reír. André se enteró de la noticia gracias a Nanny, su abuela, y ante el asombro de éste se entabló una batalla contra él por ser un espía de la capitana. Ellen frenó la pelea y se enfadó con los soldados. Cuando se fueron todos, André se hallaba tendido en el suelo, susurrando unas palabras llenas de tristeza: "No te cases, Oscar...". Ante aquella frase Ellen se dio cuenta que lo que realmente le había hecho daño no eran todos los fuertes golpes que había recibido, sino el hecho de saber la noticia del hipotético casamiento de su capitana. La que realmente se iba a casar era Diane, la hermana de Ellen, una hermosa muchacha que había robado el corazón a toda la tropa B de la milicia urbana. Ellen la quería con locura, y deseaba que fuese la mujer más feliz del mundo. Pero las malas noticias volvieron a llegar, pues un soldado fue detenido por haber vendido su fusil en una feria, y este hecho estaba castigado con la pena de muerte. Ellen creyó que había sido Oscar quien había vendido a su compañero a la Guardia, pero ella lo negaba todo. Y así entablaron un duelo del cual salió ella ganadora. Después del duelo habló con el General para que liberasen al soldado, y así sucedió. Ellen tuvo que disculparse por haber acusado a Oscar de algo que no había cometido. Y ella le pidió a André que la acompañara a darle las gracias al General que había salvado la vida del milicio. Por el camino fueron atacados por el pueblo (que odiaba a todos los nobles y sobretodo a la Familia Real) y se llevaron a André a la horca. Oscar, desesperada, gritaba para que no se lo llevasen, pues él no era un noble. Von Fersen se enteró del suceso y fue en su busca. La encontró semi-inconsciente en el suelo. Cuando recuperó el conocimiento exclamó: "¡Déjame ir! ¡Van a matar a Mi André!!" . Fersen, sorprendido ante lo que había dicho Oscar (incluso ella estaba sorprendida), se fue en busca de André y lo rescató. Cuando llegaron a casa, Oscar no podía parar de pensar en la frase que, sin darse cuenta, había dejado escapar ante Von Fersen.

Oscar empieza a sentir algo por André

    Ya hacía una semana que Ellen no se presentaba en el cuartel, y André decidió ir a buscarlo para darle su sueldo. Oscar le acompañó. Cuando llegaron a su casa y abrieron la puerta, un desagradable hedor irrumpió de repente, y vieron a la madre de Ellen llorando, pues Diane (la hermana de Ellen) se había suicidado, ya que su futuro marido la había dejado plantada por una chica rica un día antes de la ceremonia. Ellen juró vengarla.

Maria Antonieta, una reina odiada por su pueblo                                                                 Un amor condenado a la desdicha
 
 

    El tiempo transcurría rápidamente, y por petición del pueblo se convocaron tres asambleas en las cuales asistirían sus representantes. Pero el Rey cambió de idea y no les dejaron entrar a la asamblea. Oscar se rebeló contra el vigilante y dejó entrar a los representantes, pero la asamblea había sido anulada. Aquel acto fue mal visto por los superiores de la capitana, y fue detenida junto con sus soldados, que se negaron a aceptar órdenes que no fuesen dichas por ella. Oscar escapó junto con André, y habló con el discípulo de Robespiere (Bernard, el Caballero Negro, y esposo de Rosalie, una jovencita que vivió una temporada en casa de Oscar) para convocar al pueblo y así liberar a los prisioneros. Maria Antonieta los dejó marchar, pero el General Jarjayes, deshonrado ante el comportamiento de su hija, decidió matarla, para luego morir él. Pero André se lo impidió, y le dijo que se escaparía con Oscar. Pero el General le contestó que un noble y un criado no se podían casar, y André, indignado, respondió que todas las personas son iguales, y que no se necesita el permiso de nadie para amar a alguien, y si alguien tenía que morir, que fuese él el primero, pues no soportaría ver muerta a su amada. Pero un mensajero real llegó a tiempo para declarar inocente a Oscar y así salvarla de una muerte segura. La amistad de Maria Antonieta se había manifestado en aquel momento. Pero a medida que se iba dando cuenta de la pobreza que existía en el pueblo, más se iba alejando de su reina.
    Y los días seguían pasando. Oscar fue a visitar al médico porque le cogían fiebres altas y tosía sangre. El doctor le diagnosticó tuberculosis, y le dijo que no era una enfermedad incurable si mantenía reposo, pero ella quería luchar. Lo peor de todo fue cuando le preguntó por el ojo derecho de André, pues ella no sabía que se estaba quedando ciego. Oscar, sabiendo el poco tiempo que le quedaba de vida, encargó a un pintor que retratase su imagen, y cuando la hubo acabado, le pidió a André que le diese su opinión. Empezó a describir el cuadro de una manera que no se parecía a la imagen real, pues era lo que se estaba imaginando, porque apenas lo veía. Oscar se emocionó al ver que la descripción de André, aunque no era la correcta, era mucho más bella que la imagen misma. André había visto el cuadro, pero no con sus ojos, sino con su corazón.

 
    Aquella misma noche, después de escaparse de una emboscada, se refugiaron en el bosque, donde Oscar le recriminó el haberle mentido durante tanto tiempo respecto a su vista. Le comentó que necesitaba descansar, y que Nanny lo cuidaría. Pero André no quería dejarla sola. Deseaba estar a su lado, tal y como lo había hecho siempre. Oscar, ante las palabras de André, rompió a llorar, pues no sabía por qué seguía enamorado de ella si le había hecho tanto daño al amar a Von Fersen. André le volvió a repetir que la seguría queriendo hasta el fin de sus días, y ella, cogiéndole la mano, le besó en los labios, diciéndole que ella también lo amaba, quizás desde hace mucho tiempo, pero que no se había dado cuenta hasta entonces. Aquella hermosa noche repleta de luciérnagas, André y Oscar se juraron amor eterno, y decidieron casarse cuando todo hubiese vuelto a la normalidad. Ella, aunque perteneciese a la nobleza, decidió luchar junto a él por la libertad del pueblo, y ambos tomaron el rumbo hacia un trágico destino.
 
 Oscar por fin se da cuenta de su amor por André                                      Oscar y André se besan                                 Ambos se prometen amor eterno

    El día 13 de julio de 1789 André fue alcanzado por una bala, y Oscar, sollozando, le suplicó que se casasen cuando todo hubiese acabado. André asintió. No podía morir en aquel momento. Se sentía demasiado feliz, no quería dejar este mundo por nada, pues Oscar le había confesado su amor, y quería disfrutar de él. Además ansiaba la libertad de su pueblo. Pero todo fue inútil, y murió sin haber podido consumar su amor. Oscar, herida, estuvo toda la noche en las puertas de la iglesia, imaginándose cómo habría sido su vida con André. Se odió por no haberse dado cuenta antes de su amor, pues habrían podido disfrutar muchísimo. Ahora se daba cuenta de lo mucho que lo había amado y de lo ciega que había estado por no haberse dado cuenta hasta entonces.

 André es alcanzado por una bala                                                         Oscar grita desesperada ante la muerte de André

    El día 14 de julio Oscar, a pesar de su dolor,  se puso al frente de su tropa y ordenó disparar contra las murallas de la Bastilla, pero fue tiroteada por muchos soldados. Allí perdió la vida, y la última imagen que le vino a su mente fue André. Pero aun con todo, la Bastilla quedó arrasada, y ese fue el principio de la Revolución Francesa.  Más tarde el Rey y la Reina fueron ejecutados, Fersen, ante la noticia, no hizo nada para defenderse, y murió en manos del pueblo. Bernard y Rosalie buscaron a Ellen para que les explicase cosas de Oscar y André, pues Bernard estaba escribiendo "Una historia de la Revolución Francesa", donde quería explicar la vida de ambos. Rosalie poseía en sus manos una rosa hecha por Maria Antonieta (pues fue su cuidadora antes de ser ejecutada) con trapos que había encontrado por el calabozo, y le rogó a la joven que la pintase del color preferido de Oscar. Pero nadie sabía cuál era su color preferido, así que decidieron dejarla tal y como estaba, pues el color de André era el blanco. Y así comenzó una nueva era repleta de cambios para Francia, una era donde en un futuro sin diferencias de clases y repleta de libertad acabaría por imponerse, y así  las muertes de todos los que lucharon por su país jamás habrían sido en vano, pues murieron por la libertad de una futura Francia llena de dicha y felicidad. 
 
 
 
 
 
 

Oscar sueña con André                                    Pensamientos                                         El prinicpio de una nueva era...
 
 
 
 
 
 

        Pues este ha sido el final de la historia. Supongo que habrá gente a la que le hubiese gustado que acabase bien, todos felices, etc etc. Pero yo soy totalmente contraria a esa opinión, y por eso he expuesto mis ideas en el link que viene a continuación:    

                                                            Pulsar para saber mi opinión sobre el final
 
 
 
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