El Milodón

La Bestia que Llevamos Dentro


Camino al parque nacional Torres del Paine. 12 de Abril. Desvío. Cueva del Milodón. Impresionados todos, nos dejamos llevar por los instintos prehistóricos, reconocemos en el monstruo antediluviano a un gurú que guiará nuestros rumbos en la Patagonia. No será otro el que nos enseņe los caminos de la vida, el cómo actuar en Magallanes.

De esta manera, asumimos nuestra condición de discípulos para intentar imitar la pose digna y majestuosa de nuestro maestro: la "pose del milodón". Desde entonces, cuando hay que sacar fotos de grupo o de lo que sea, en todos lados, la pose del milodón es la que reina. Incluso se llegó a crear una novedosa forma de alabarlo, en las discos: el baile del Milodón. Genial, por supuesto.

De hecho, los mismos habitantes de Puerto Natales nos mostraban una actitud de ciega adoración hacia el Maestro, al retratarlo incluso en los basureros de las calles.

No había nada mejor que sacarse una foto con el gigantesco maestro: el ídolo peludo nos acompaņará para siempre en nuestro portafotos del velador, o en un álbum de fotos.




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