Por Manuel Medina Gonzalez
Han pasado dos años y medio desde que Belldandy llegó
con Keiichi, y desde entonces todo ha sido felicidad en general:
La relación entre estos dos personajes ha florecido y madurado, las diosas
se han acostumbrado muy bien a la vida en la tierra. En el instituto Nekomi,
el club de motociclismo busca nuevos adeptos, y Sora es la encargada de hacer
el anuncio, que termina en solo 3 nuevos miembros, entre ellos una chica muy
misteriosa, gracias a Tamiya y Ootaki. Belldandy sube al karaoke para deleitar
a todos con su melodiosa voz, cuando por error usa algo de su poder. Disculpándose,
sale corriendo y Keiichi detrás de ella.
Belldandy, una vez a solas, expresa nostalgia por el que fue su maestro y desea
presentárselo a Keiichi alguna vez. Repentinamente, este personaje aparece;
su nombre: Celestine. Pero, qué reacción podríamos esperar
de Keiichi al ver que este personaje besa a Belldandy y hace que se desmaye?
Aa Megami Sama regresa después de más de 7 años de ausencia (en animación), y lo hace con creces. La historia mezcla acción, suspenso y romance, pero este último no al grado para considerarse meloso. El sonido muy bueno, acorde con las escenas, y la trama aún mejor, y aunque es un poco larga (1:39), la trama no se alenta en ningún momento. El único punto malo que le podría poner es que las personas que no han seguido la historia en manga no disfrutarán igual algunos detalles que se explican en los mangas, entre los que puedo nombrar: Peorth, Chihiro, la escoba de Urd, Banpei, los ángeles que aparecen detrás de las diosas y por qué el ángel de Urd tiene un ala negra y una blanca. Fuera de ahí, es una recomendación para todos, y claro, los fans de esta serie (cuéntenme entre ellos) no se la pueden perder.