A defender la Patria amenazada
partieron sin botes de Atacama;
eran cinco mineros de faz tostada
los que así juraron con toda el alma:
"Partimos juntos, juntos luchemos,
seremos todos igual que hermanos;
y si uno muere, que mueran todos.
¡Digan juramos!" "Jurado, hermanos".
Fue en la batalla de San Francisco;
peleando cual titanes juramentados,
tres de aquellos bravos muertos quedaron
y sobre sus tumbas, este epitafio:
"Cayeron entre el humo del combate,
peleando por su Patria y por su honor".
Heroicos y esforzados camaradas,
valientes de Atacama, adiós, adiós.
Frente a las defensas y los cañones,
dos que defendían la entrada a Tacna,
fieles ahí cumplieron su juramento,
los dos que quedaban del Atacama:
"Partimos juntos, juntos luchemos,
seremos todos igual que hermanos;
y si uno muere, que mueran todos.
¡Digan juramos!" "Jurado, hermanos".
Juntos cayeron entre las balas,
mezclando su noble sangre, sangre de hermanos;
y desde lo alto sus camaradas
fueron repitiendo este epitafio:
"Cayeron entre el humo del combate,
peleando por su Patria y por su honor".
Heroicos y esforzados camaradas,
valientes de Atacama, adiós, adiós.