Es mi caballo blanco
como un amanecer;
siempre juntitos vamos,
es mi amigo más fiel.
Mi caballo,
galopando va;
mi caballo,
se va, se va.
En alas de una dicha
mi caballo corrió,
y en brazos de una pena
también él me llevó.
Al tata Dios le pido,
y él lo sabe muy bien,
si me llama a su lado,
en mi blanquito iré.