Dime si acaso en tus sueños
te acuerdas de mí,
si ya que te has ido
comprendes que todo
mi amor te lo di.
Mira que mis pensamientos
van sólo hacia ti;
que tuya es la dicha,
y es tuya la pena
de mi cruel vivir.
Saber
que no te importa ya
aquel cariño inmenso
que te di.
Que ya no valen nada
mi pena y mi sufrir;
que ni recuerdos
quedan de este amor
que en mis noches calladas
a tu alma entregué,
y ahora en silencio,
después que te has ido,
triste lloraré.