¡Qué bonito que cantaba
la palomita en su nido,
abriendo el pico y las alas
como si hablara conmigo!
Sí, ay ay ay,
mi palomita,
¡me has robado el alma,
todita, toititaitita,
mi golosa palomita!
¡Qué linda que corre el agua
debajo de las almendras;
así corriera mi amor
si no hubiera malas lenguas!
Igual que la palomita
que se voló de su nido,
así me dejó tu amor,
y hoy me atormenta el olvido.