Si vas para Chile,
te ruego que pases
por donde vive mi amada;
es una casita
muy linda y chiquita
que está en la falda
de un cerro enclavada.
La adornan las parras,
la cruza un estero,
y al frente hay un sauce
que llora y que llora
porque yo la quiero.
Si vas para Chile,
te ruego, viajero,
le digas a ella
que de amor me muero.
El pueblito se llama Las Condes,
y está junto a los cerros y al cielo,
y si miras de lo alto hacia el valle
lo verás que lo baña un estero.
Campesinos y gentes del pueblo
te saldrán al encuentro, viajero,
y verás cómo quieren en Chile
al amigo cuando es forastero.