Sufrir, esperando vendrá,
es sólo mi razón de existir;
vivir esperando un quizás
es mejor que saber
que nunca volverá.
¿Dónde estará?
¿Recordará?
Nunca la podré olvidar.
Se fue de mi lado esa tarde,
sabiendo que nunca
habría de volver;
se fue y en mi boca aún siento
el sabor de los besos
que olvidar no podré.
Lloré la amarga desventura
de haberla tenido
y perdido a la vez;
Hoy la encuentro en mis sueños,
pero quiero, despierto,
que sus ojos me miren
y su pecho se agite
junto al mío otra vez.