Entre los álamos viejos,
por el angosto camino,
van la carreta y los bueyes
con lento paso cansino.
Y el sol, entre los pinares,
dibujando una viñeta;
los bueyes rumiando penas,
y gimiendo la carreta.
¡Te juiste pa' ronde!
Y el grito en la polvareda
por la alameda se esconde.
¡Te juiste pa ronde!
Y el grito del carretero
lejos el viento responde.
Su serenata de grillos
entona la tarde quieta;
el cielo una golondrina
cruza como una saeta.
Y van floreciendo estrellas,
y las señalan los pinos,
y el grito del carretero
va muriendo en el camino.