Canción de Yungay


(Música de José Zapiola, texto de Ramón Rengifo)

Canción militar


Cantemos la gloria
del triunfo marcial
que el pueblo chileno
obtuvo en Yungay.

Del rápido Santa
pisando la arena
la hueste chilena
se avanza a la lid.
Ligera la planta,
serena la frente,
pretende impaciente
triunfar o morir.

¡Oh, Patria querida,
qué vidas tan caras,
ahora en tus aras
se van a inmolar!
Su sangre vertida
te da la victoria;
su sangre, a tu gloria,
da un brillo inmortal.

Al hórrido estruendo
del bronce terrible,
el héroe invencible
se lanza a lidiar.
Su brazo tremendo
confunde al tirano,
y el pueblo peruano
cantó libertad.

Desciende Nicea
trayendo festiva,
tejida en oliva,
la palma triunfal.
Con ella se vea
ceñida la frente
del héroe valiente,
del héroe sin par.


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