Mano a Mano


(Gardel/Razzano/Flores)

Tango


Rechiflao en mis tristeza
te evoco y veo que has sido
en mi pobre vida paria
sólo una buena mujer;
tu presencia de bacana
puso calor en mi nido,
fuiste buena, consecuente,
y yo sé que me has querido
como no quisiste a nadie,
como no podrás querer.

Se dio el juego de remanye
cuando vos, pobre percanta,
gambeteabas la pobreza
en la casa de pensión;
hoy sos toda una bacana,
la vida te ríe y canta,
los morlacos del otario
los tirás a la marchanta
como juega el gato maula
con el mísero ratón.

Hoy tenés el mate lleno
de infelices ilusiones;
te engrupieron lo otarios,
las amigas, el gavión.
La milonga entre magnates
con sus locas tentaciones,
donde triunfan y claudican
milongueras pretensiones,
se te ha entrado muy adentro
en el pobre corazón.

Nada debo agradecerte,
mano a mano hemos quedado;
no me importa lo que has hecho,
lo que hacés y lo que harás.
Los favores recibidos
creo habértelos pagado,
y si una deuda chica
sin querer se me ha olvidado
en la cuenta del otario
que tenés, se la cargás.

Mientras tanto que tus triunfos,
pobres triunfos pasajeros,
sean una larga fila
de riquezas y placer,
que el bacán que te acamala
tenga pesos duraderos,
que te abrace en las paradas
con cafichos milongueros,
y que digan los muchachos
"¡es una buena mujer!"

Y mañana, cuando seas
descolado un mueble viejo,
y no tengas esperanza
en el pobre corazón,
si precisás una ayuda,
si te hace falta un consejo,
acordate de este amigo,
que ha de jugarse el pellejo
pa' ayudarte en lo que pueda
cuando llegue la ocasión.


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