Mary, Peggy, Betty, Julie,
rubias de New York,
cabecitas adoradas
que vierten amor.
Dan envidia a las estrellas,
yo no sé vivir sin ellas,
Mary, Peggy, Betty, Julie,
de labios en flor.
Es como el cristal
la risa loca de Julie,
es como el cantar
de un manantial.
Turba mi soñar
el dulce hechizo de Peggy,
su mirada azul
honda como el mar.
Deliciosas criaturas perfumadas,
quiero el beso de sus boquitas pintadas;
frágiles muñecas del olvido y el placer,
ríe su alegría como un cascabel.
Rubio cóctel que emborracha,
así es Mary,
tu melena que es de plata
quiero para mí;
si el amor que me ofrecía
sólo dura un breve día,
tiene el fuego de una brasa
tu pasión, Peggy.