(La Flauta Mágica) K. 620
Ópera alemana en dos actos de W. A Mozart con libreto de Emanuel Schikaneder.
Estrenada en Viena el 30 de septiembre de 1791
Acto I
Tamino, un príncipe, es perseguido por una gran serpiente, pero se ha quedado sin flechas, pide socorro y se desmaya. De un templo vecino llegan tres damas que dan muerte a la serpiente y se impresionan de la apostura de Tamino; deben rendir cuentas a la Reina de la noche, pero cada una se quiere quedar con Tamino, finalmente deciden ir las tres.
(Tamino se despierta y oye
acercarse a alguien)*
Papageno, vestido de hombre pájaro. Aparece con su gran jaula y toca una flauta como la de Pan, siempre alegre le gustaría atrapar muchachas como pájaros.
(Tamino le pregunta quién es y cree que él fue su salvador,
hecho que Papageno no desmiente)
(Regresan las tres damas, castigan a Papageno dándole agua en ves de vino, un guijarro como pan y cierran su boca con un candado para que nunca más mienta, le aclaran a Tamino que ellas fueran las salvadoras y le entregan el retrato de Pamina, hija de la Reina de la Noche)
Tamino siente brotar una gran emoción hacia Pamina y desearía estar con ella.
(Las tres damas le revelan que Pamina fue separada de su madre por el malvado Sarastro, quien la tiene presa, Tamino jura liberarla. Aparece la Reina de la Noche)
La Reina llora por su hija recordando la separación y promete su mano a Tamino si la rescata. Desaparece.
Reaparece Papageno y lamenta su candado, Tamino lo compadece pero no puede hacer nada. Vuelven las tres damas y le retiran el candado, prometiendo nunca mentir nuevamente. Entregan a Tamino una Flauta Mágica que puede encantar todo ser y asegura la felicidad; anuncian a Papageno que debe acompañar al príncipe, pero temeroso se niega, le entregan un Glockenspiel que lo protegerá. Acepta y preguntan quién los guiará hasta Sarastro. Tres jóvenes muchachos (niños) los encontraran en el camino y los guiarán.
(En una celda tres esclavos lamentan el cautiverio de Pamina, quien intenta huir pero Monostatos lo evita)
Monostatos la acosa, Pamina suplica en vano y se desmaya, Monostatos hace salir a los esclavos. Papageno aparece y se encuentra de frente con Monostatos, ambos piensan que el otro es mismo diablo y huyen uno del otro.
(Pamina vuelve en sí. Papageno se anuncia como enviado de su madre y le anuncia que Tamino viene en su recate y que la ama, de lo que Pamina se conmueve)
Pamina y Papageno cantan al gran poder del amor y la bondad del corazón del hombre que une al hombre y a la mujer en la eternidad.
Ante tres templos. El de la Naturaleza, de la Sabiduría y de la Razón. Los tres jóvenes guían a Tamino y tras recomendarle constancia, tolerancia y discreción (“En suma, sé un hombre”) lo dejan.
Tamino emocionado se dirige al primer templo, una voz lo ahuyenta, lo mismo en el segundo; en el del centro, de la Sabiduría, un viejo sacerdote (orador) le pregunta qué busca: La posesión del amor, y la virtud, responde. El orador le dice que imposible en él, pues en él arde muerte y venganza. Solo para un tirano y criminal, dice Tamino, imposible que Sarastro gobierne en el templo. El orador pregunta el origen de su odio hacia Sarastro; Tamino explica el rapto de Pamina, lo cual reafirma el orador, quien agrega que es debido a motivos que Tamino ignora. Tamino pregunta si Pamina vive, pero él no le puede responder.
Unas voces le confirman que Pamina vive y dando gracias toca la flauta, ante lo cual todos los animales salvajes acuden a oírlo, sigue tocando llamando a Pamina y Papageno responde, sale hacia el encuentro.
Pamina y Papageno que van en busca de Tamino, se encuentran con Monostatos, Papageno hace sonar su Glockenspiel y Monostatos y los esclavos salen danzando alegremente contra su voluntad. Pamina y Papageno cantan y desean una campanitas como esas a toda persona de bien.
Una fanfarria y coro anuncian la llegada Sarastro. Papageno se aterroriza y quisiera convertirse en ratón, Pamina decide afrontarlo y decir la verdad, así sea un crimen.
Pamina se arrodilla ante Sarastro y explica sus motivos para huir, Sarastro sabe que ama a su madre, pero no puede devolverla a sus brazos, por que la Reina es soberbia y su voluntad de poder debe ser anulada.
Monostatos entra empujando a Tamino. Tamino y Pamina se ven por primera vez y caen uno en brazos del otro. Sarastro ordena le den setenta y siete bastonazos a Monostatos, todos cantan la sabiduría de Sarastro y ordena cubrir los rostros de Tamino y Papageno para llevarlos al templo de las pruebas donde serán purificados.
El coro termina “Cuando la virtud y la equidad siembren de gloria el camino, entonces será el reino de los cielos, y los mortales serán iguales a los dioses”
(Dieciocho sacerdotes desfilan hacia sus lugares delante de una gran pirámide)
(Sarastro anuncia que Tamino se presenta con generoso espíritu para ser iniciado, por ello pide que lo admitan para las pruebas de iniciación. Los sacerdotes asienten haciendo sonar tres veces el cuerno. Sarastro agradece en nombre de la humanidad, de nuevo triple sonido de los cuernos. El orador duda de Tamino, pues es un príncipe, es un hombre, responde Sarastro. Nuevo triple sonido de los cuernos. Sarastro envía a su Orador para instruir a Tamino y Papageno.)
Sarastro y el coro piden a los dioses sabiduría, fuerza y perseverancia para Tamino y Papageno.
(En un recinto del templo, de noche, truenos. Tamino y Papageno son dejados solos. Tamino busca la amistad y el amor, así su costo sea la vida misma. Papageno no, no busca la sabiduría, prefiere una bonita mujer que se le parezca, pero prefiere la soltería a la muerte. Dos sacerdotes les piden no hablen con nadie, menos a Pamina y a la futura mujer de Papageno)
Los dos sacerdotes exhortan a Tamino y Papageno a ser desconfiados de los ardides femeninos. De lo contrarios tendrán desesperación y muerte.
Aparecen las tres damas, se desconciertan de ver a sus aliados dentro del templo y aun más al verlos siendo iniciados, los amenazan recordándoles lo malo que hablan de los iniciados, condenados a ir al infierno. Papageno asustado intenta responderles, y Tamino lo calla cada vez. La voz de los sacerdotes las ahuyenta.
(Tamino, felicitado, y Papageno son llevados por separado a otras pruebas. En un jardín duerme Pamina, Monostatos se acerca)
Monostatos, conciente de ser negro, siente amor como todos y siendo una ocasión propicia, pide perdón a la luna y se acerca a Pamina.
(Aparece la reina de la Noche, hace retroceder a Monostatos. Pamina va a sus brazos y le pide huir con ella. La reina le pide matar a Sarastro con un puñal que le da, pues su esposo, al morir dividió su herencia: todos los bienes temporales a la reina y el séptuplo Círculo Solar a Sarastro y los iniciados)
La Reina, exasperada da a Pamina a elegir entre matar a Sarastro o ser repudiada y maldita por su madre. Sale.
(Pamina no puede cometer algún crimen, Monostatos le
quita el puñal y la obliga a amarlo. Sarastro llega amenaza a Monostatos, quien
huye y decide probar suerte con la Reina. Pamina suplica a Sarastro respeto a
su madre)
Sarastro tranquiliza a Pamina. El hombre ama al hombre y perdona a sus enemigos sin rencor, de no ser así no es un hombre.
(Tamino y Papageno solos,
obligados a guardar silencio. Papageno habla sin parar, y Tamino solo dice
“Cállate”. Papageno desea beber y una espantosa vieja le acerca un recipiente
con agua, Papageno pregunta su edad: dieciocho años y dos minutos y que su
enamorado es Papageno. Papageno se horroriza)
Los jóvenes traen de parte de Sarastro la Flauta de Tamino y el Glockenspiel de Papageno, pueden seguir comiendo bebiendo callados.
(Tamino toca la flauta y Papageno come, aparece Pamina a la que Tamino no le puede responder)
Pamina desesperada por el silencio de su amado, cree que ya no hay felicidad y solo en la muerte encontrará el descanso.
(Pamina se aleja. Un triple repique llama a los dos hombres a nuevas pruebas)
Los sacerdotes se regocijan pues el brillo del sol vencerá a la noche, pronto Tamino renacerá, será admitido entre los iniciados.
(Sarastro hace traer a Tamino y le da ánimos. Hace traer a Pamina para que ambos se despidan.
Pamina aterrada anta la muerte que amenaza a Tamino, se encomienda a los dioses.
(Por aparte, Papageno se encuentra frente a muchas puertas y llora. Aparece el orador y le dice que nunca conocerá las alegrías del iniciado. Papageno se burla, desea un vaso de vino y bebe mientras toca su Glockenspiel)
Papageno solo necesita una mujer para ser feliz, de no ser así morirá.
(Llega la horrible vieja, pues acaba de escuchar su deseo, promete ser cariñosa a cambio de la fidelidad. Si no acepta pasará el resto de su vida en prisión, Papageno acepta y entonces la vieja se transforma en una encantadora joven igual a él. Papagena. El orador aparece y los separa, aun no ha llegado el momento de estar juntos)
Los tres jóvenes cantan la victoria de la aurora sobre la noche: “ahora la tierra es el reino de los cielos y los mortales son iguales a los dioses”.
Pamina se acerca llorando, la observan. Quiere darse muerte con el puñal que le dio su madre, la desarman y le confirma el amor de Tamino. Salen cantando que nada podrá separar dos corazones que arden con el mismo amor.
Dos hombres armados custodian un pasaje hacia las cavernas: la del fuego y la del agua. Cantan que todo el que avance por el camino será purificado por los cuatro elementos y si supera el terror de la muerte se elevará al cielo iluminado y dispuesto a consagrarse a los misterios de Isis.
Tamino no teme. Aparece Pamina, ahora nunca se separarán. Ella lo acompañará y entrarán juntos al templo, pues una mujer que ha enfrentando la noche y la muerte es digna de recibir la iniciación.
Pamina le dice: “Yo misma te conduciré y el amor será mi guía. Explica que la Flauta Mágica la obtuvo su padre, maestro del Circulo Solar antes que Sarastro, la tallo de una encina milenaria en una noche de tormenta. “Por la fuerza de la música avanzaremos a través de la noche de la muerte”. Realizan la prueba del fuego ayudados por la flauta. Cantan su dicha y de igual forma realizan la prueba del agua. Los sacerdotes cantan su alegría y los invitan a entrar al templo.
Aparte, Papageno llama en vano a Papagena con su flauta, pero no responde y decide suicidarse. Los tres jóvenes le recuerdan que use el Glockenspiel y toca hasta que Papagena aparece frente a él. Cantan su alegría de estar juntos y planean tener muchos Papagenos y Papagenas.
En plena noche Monostatos guía a la Reina y las tres damas para un ataque sorpresa. Hace prometer a la reina la mano de Pamina como precio a su traición, aparece el sol dejando ver la gloria de Sarastro, Tamino, Pamina y los sacerdotes.
Monostatos, la Reina y las damas gritan de rabia y son tragadas por la noche eterna. Sarastro y el coro da gracias a Isis y Osiris y canta victoria y gloria a los iniciados y a la fortuna, belleza y sabiduría.
Sinopsis: Jorge Barradas G.
*Entre comillas los diálogos