Letra B

Bacán , Inés

BALLESTER ANGULO, ROSARIO

BELLIDO, María

Bernarda de Utrera

BLANCA DE BORBÓN

Böhl von Faber y Lárrea, Cecilia


Zambra. http://www.zambra.com/ 1998

Bacán , Inés

Inés Peña Peña nació en Lebrija (Sevilla) en 1952. Hermana del recientemente fallecido guitarrista Pedro Bacán, es la última sorpresa artística del clan de los Pinini. Ella cantaba en casa, en las reuniones familiares o de amigos, pero hasta iniciada la década de los noventa no comenzó a cantar en público, y ello fue posible gracias al empeño de su hermano para vencer su excepcional timidez. Inés Bacán, como toda su gente, conoce el cante, el baile y el toque desde siempre, pues en su familia rara es la persona que no practica alguna de las facetas flamencas aunque no sea profesional. Y ella canta como oyó cantar a los suyos, sin ningún virtuosismo, pero con una verdad y una autenticidad ejemplares.

Discografía seleccionada:

Noches gitanas en Lebrija . EPM

Guitarra: Pedro Bacán

De viva voz

Guitarra: Pedro Bacán . AuvidisADN 1998


Donna Web http://www.donnaweb.com/ 1998

BALLESTER ANGULO, ROSARIO

Senadora por Huelva

Grupo Parlamentario Socialista (GPS)

Nacida en SEVILLA, el 19 de Enero de 1950. Casada. Dos hijos.

Partido Político: Partido Socialista Obrero Español

MIEMBRO SUPLENTE DE LA DIPUTACIÓN PERMANENTE

MIEMBRO del Grupo Territorial "Socialistas Por Andalucía"

PORTAVOZ en Comisión de Asuntos Iberoamericanos.

Ponencias de encuesta o estudio. Ponencia sobre la Comunidad Iberoamericana de Naciones: su consolidación a través de las Cumbres de Jefes de Estado y de Gobierno, constituida en el seno de la Comisión de Asuntos Iberoamericanos.

VOCAL en Comisión Mixta de los derechos de la mujer.

Anteriores mandatos en las Cortes Generales: Senadora electa por Huelva en: IV Legislatura durante el periodo 1989-1993. V Legislatura durante el periodo 1993-1996.

Anteriores o actuales mandatos en Corporaciones Locales: Alcaldesa Ayuntamiento de Moguer (Huelva) en: Mandato 1991-1995 durante el periodo 1994-1995. Concejala Ayuntamiento de Moguer (Huelva) en: Mandato 1987-1991 durante el periodo 1987-1991. Mandato 1991-1995 durante el periodo 1991-1994. Mandato 1995- durante el periodo 1995-.

Es Presidenta del Patronato del Paraje Natural Marismas del Odiel.

Bióloga.

Miembro de UGT.


http://www.isocanda.org/adn 1998

BELLIDO, María

La contemporaneidad (el tránsito de la era Moderna a la Contemporánea) se abrió paso en Bailén con el hecho histórico de su enfrentamiento a las tropas napoleónicas, dirigidas por el general Dupont. Y hasta tal punto esto es así que la edad contemporánea de Bailén estará asociada estrechamente tanto a lo acontecido realmente en el campo de batalla contra el francés invasor cuanto a los mitos y símbolos que el calor de la misma acabaron fraguándose. En este sentido, la figura del general Castaños, del general Reding Bibereg, de San Martín que tanto protagonismo tuvo años después en la independencia americana, o el símbolo de la resistencia popular representado en María Bellido, no fueron sino claros ejemplos de una impronta que incluso -en el caso concreto de los hechos referidos a María Bellido- quedaron plasmados para la posteridad en el propio escudo de la ciudad de Bailén.

Corría el mes de julio del año 1808. En la primera quincena de este mes se preparaban los ejércitos españoles, al mando del General Castaños, para luchar contra los ejércitos franceses que habían invadido nuestro país. Se inicia así lo que había de llamarse la Batalla de Bailén.

Existe una mujer que es casi ignorada por la historia, pero que estuvo ligada a esta guerra.

María Inés Juliana Bellido Vallejo, nuestra heroína, nació en Porcuna el día 28 de enero de 1755, hija legítima del matrimonio contraído por Francisco Elías Bellido y Catalina Vallejo ambos también vecinos de nuestro pueblo.

Su familia era de humilde condición, y numerosa, pues estaba formada por nueve hijos, todos ellos nacidos y bautizados en Porcuna.

La partida de bautismo de nuestra heroína aparece inscrita al Folio 91, Libro XVII de Bautismos de la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de la Asunción.

Hubo algún tiempo en que la polémica se planteó al confundir a María Inés Juliana con su hermana María Paula Bellido, de la que también se ha conseguido obtener la inscripción de nacimiento (bautizada en la misma Parroquia de la Asunción en 24 de junio de 1743). La fecha de este nacimiento nos lleva a comprender que no puede ser ésta última la heroína, pues nacida sobre el 24 de junio de 1743, debería tener en el año en que se produce la batalla, nada menos que 65 años, edad avanzada para poder desempeñar los menesteres que la llevarían a la fama; y máxime en aquellos tiempos, en que personas con esa edad eran prácticamente ancianos.

En la inscripción de nacimiento aparece como María Inés Juliana, pero se ha de aclarar que una exhaustiva investigación llevada al efecto en los libros de bautismo en la Parroquia de Ntra. Sra. de la Asunción de nuestro pueblo, en la que colaboró intensamente nuestro paisano, el director Escolar don Francisco Peña Alcalá, nos hace no ofrecer la menor duda en cuanto a la identificación de la heroína.

No se ha podido comprobar exactamente cuando comienza a ser llamada María a secas, pero no es de extrañar este cambio de nombre, ya que en el siglo XIX era frecuente que algunas personas que utilizaran durante su vida distintos nombres de aquel que se le puso en la pila bautismal.

Es también sabido, con bastante garantía histórica, que nuestro personaje al llegar a la edad casadera conoció en nuestro pueblo a un joven natural y vecino de Bailén, que muy probablemente se había trasladado a Porcuna con intención de vender botijos, jarras, macetas y otros artículos de barro y cerámica con que los naturales de aquella población son tan dados en comerciar.

El caso es que María Bellido (apodada la Culiancha, por sus opulentas caderas) contrajo matrimonio con Luis Domingo Cobo Muela, hijo éste de los vecinos de Bailén Luis Domingo Cobo y Ana Manuela de la Muela. Contraído este enlace ambos trasladaron su domicilio a la localidad de Bailén, concretamente a la calle Las Eras, hoy Juan Sebastián Elcano.

En el libro 20 de Matrimonios y Velaciones, en su folio 27 del Archivo Parroquial aparece la inscripción del tenor literal siguiente: " ... En la Villa de Porcuna en catorce días del mes de octubre de mil setecientos ochenta y dos años, yo Don Manuel Josef González Pbro, con licencia del Sr. Prior, habiendo precedido las amonestaciones, que manda el Santo Concilio de Trento en tres continuos días festivos, "Inter Misarum Solemnia", y de ellas no habiendo resultado impedimento alguno canónico, Desposé por palabra de presente, que hicieron verdadero matrimonio "in facie eclesiae" y así mismo belé según el Orden de Ntra. Santa Madre Yglesia a Luis Domingo Covo, natural de la Villa de Baylén, viudo de Ysabel Antonia Cubero, y a María Ynés Bellido, hija de Francisco Elías Bellido y de Catalina Ballejos, naturales de esta villa, fueron padrinos el dicho Francisco Elías Bellido, y Manuela Aguilera, y testigos Pedro de Quero, y Juan, y Antonio Bellido. Firmado el Plebistero Don Manuel Josef González".

Identificado nuestro personaje y ya instalado el matrimonio en Bailén consta que adquirieron bienes rústicos y urbanos, y que no hubieron hijos de su matrimonio.

Cuando al anochecer del día 18 de julio de 1808 el Pueblo de Bailén se ve envuelto en las escaramuzas que anuncian la definitiva batalla, nuestra heroína, que habría de formar parte de ella, cuenta con 53 años de edad.

Es lógico que desarrollándose el combate en las cercanías de Bailén los vecinos de esta villa tomaran parte activa, desde su inicio, en la batalla. Los hombres se unieron directamente a las tropas; los ancianos prestaron servicios de avituallamiento y sanidad, y los niños y mujeres contribuyeron con el elemento que se hacía más necesario en el campo de batalla, el agua.

Imaginemos el fragor del combate, las heridas que producen una insaciable sed, el periodo en que se desarrolla, 18 y 19 de julio (con temperaturas de 40 ó 45 grados) y las resecas llanuras y colinas del escenario de la batalla, y podremos llegar a la conclusión de que el agua, y la sed por falta de ésta, son dos condicionantes que habían de jugar un papel importantísimo en la lucha. El agua fue pues la auténtica pesadilla de las tropas de uno y otro bando.

Don Benito Pérez Galdós, en su Episodio Nacional "Bailén", pone en boca de uno de sus personajes: "Eran las seis de la mañana, y el calor principiaba a dejarse sentir con mucha fuerza, sentíamos ya a la espalda aquel fuego que más tarde habría de hacernos el efecto de tener por médula espinal una barra de metal fundido... Pero este malestar era insignificante con otro que desde la mañana principió a atormentarnos, la sed, que todo lo destruye, alma y cuerpo, infundiendo una rabia inútil para la guerra, porque no se sacia matando".

Tal era la necesidad del agua, y tan primordial su obtención, que hubo momento en que la lucha se concentró en la posesión de las fuentes de aprovisionamiento de ésta. Hemos de concentrar nuestra atención en la posesión y defensa de la Noria de Don Lárazo o "Noria del Sordo" que tan codiciada fue como por unos y otros.

Hecha esta semblanza de la batalla y uno de los principales elementos, entra ya en escena nuestro personaje: María Bellido.

La misión de obtención, transporte y abastecimiento de esta agua tan necesaria, correspondió principalmente a las mujeres y niños de la población, que con desprecio del peligro tanto contribuyeron a la victoria de las tropas españolas.

Nuevamente Pérez Galdós en su ya citado "Bailén", escribe al respecto: "... Es verdad que de Bailén salían en bandadas multitud de mujeres con cántaros de agua para refrescarnos ... Más de una vez, aquellas valerosas mujeres se expusieron al fuego, penetrando en sitios de mayor peligro, y llevando sus alcazarras a los artilleros del centro".

¿No se perfila en este personaje de don Benito la intervención y actuación de nuestra heroína?

Más concretamente, destaca el historiador Don Manuel López Pérez, tomando datos de otras fuentes históricas, el auxilio oportuno que prestaron algunas heroicas mujeres, que desentendiéndose de su sexo y de los riesgos, en el ardor combate y en pleno campo de batalla dieron de beber a los soldados, destacando entre ellas una, llamada María Bellido, que llegando hasta el puesto de mando y "dirigiéndose directamente al General Reding, ofreció agua al General, y en el momento en que elevaba la vasija, una bala rompió el cantarillo. La mujer no se inmutó. Recogió el tiesto donde había quedado un poco de agua, y lo ofreció al General, que alabó su labor y ofreció premiarla".

Este temple y valor, y la acción que realizó en riesgo de su vida, en pleno combate y en lugar más abatido por la artillería enemiga, hizo de nuestra paisana una heroína popular que pasó a la galería histórica de otras muchas que se inmortalizaron.

Pero lo más significativo de esta heroica mujer fue, que, tras la victoria de las tropas españolas, pasó al más completo olvido. Tan es así que durante algún tiempo se creyó que este personaje era producto de la imaginación popular, o la creación de unos vencedores que necesitaban héroes para resaltar sus victorias.

Investigaciones posteriores han hecho a los historiadores llegar a la conclusión de que María Bellido existió, que nació en Porcuna, que casó con Luis Domingo Cobo, y que el hecho antes relatado es realmente un hecho histórico.

Tal vez el completo olvido en que cayó su gesta fue debido a su prematura muerte, acaecida en 7 de marzo de 1809, unos ocho meses después de la batalla de Bailén.

Esta y otras circunstancias, como la muerte del propio General Teodoro Reding en Tarragona en 23 de abril del mismo año 1809, motivaron la marginación y el olvido de nuestra heroína.

Pero la historia jamás olvida a sus héroes.

Fue en 1862, cuando la Reina Isabel II, acompañada de su esposo Don Francisco de Asís, proyectó realizar un viaje por tierras de Andalucía y Murcia. En 14 de septiembre del referido año hizo su entrada triunfal en la Ciudad de Bailén la comitiva real, continuando hasta Andújar para seguir por toda Andalucía.

A la vuelta del viaje, en 7 de octubre del mismo año, y de nuevo de tránsito por Bailén, tras visitar muy especialmente el lugar en que años antes se había desarrollado la famosa batalla, las autoridades de aquella localidad, obsequiaron a su Majestad con "un rico estuche de palo de santo, que contenía una bandeja de plata y filigrana y un cantarito de plata dorado a fuego, que sujetaba entre hojas de laurel una bala de metralla". (Don Manuel López Pérez).

El diputado provincial y poeta de aquel lugar don Francisco Rentero, al hacer el ofrecimiento, hizo a su Majestad una breve reseña del recuerdo histórico que encerraba el símbolo que ofrecía. Relató una historia detallada del hecho realizado por María Bellido, dando de beber a las tropas y al General Reding en medio de la lluvia de fuego y balas. La bala que entregaba era la que partiendo de las filas francesas rompió el cántaro de la heroína y que se conservó durante muchos años por María Josefa Malpesa, sobrina de nuestro personaje, a cambio de la cual recibió ésta, de por vida, una pensión de la Real Casa.

Pasados unos años la ciudad de Bailén quiso rendir tributo a la heroica mujer, manteniendo vivo su recuerdo. Primero, dedicándole una calle que por el transcurso de los años ha devenido en llamarse "La Carrera", donde según la tradición vivió y falleció la protagonista de esta pequeña historia. En la fachada del inmueble que había constituido su domicilio, se colocó una lápida con esta inscripción: "Los obreros de Bailén a María Bellido, prototipo del valor y caridad en el centenario de su heroica hazaña: 19 de julio de 1808-1908".

Todos estos recuerdos han desaparecido por el transcurso del tiempo, la labor de la piqueta y la mano del hombre.

Persiste, aún, en la Plaza del General Castaños, una fuente monumental, coronada por una estatua, que si bien simboliza la "España Victoriosa", el pueblo llano mantiene sus sentir tradicional, y nada ni nadie puede hacerles cambiar de que este monumento es la representación de nuestra popular heroína.

BIBLIOGRAFIA:

Texto aportado por MANUEL JALON JALON

* Colección "JAÉN, PUEBLOS Y CIUDADES: BAILÉN", fascículo número 26, editado por el Diario Jaén 1997.

Artículo firmado en Málaga por José María Pulido Torres y publicado en el Programa de Festejos de la "Romería Alharilla 96", editado por la Cofradía de la Santísima Virgen de Alharilla, Porcuna (Jaén)1996.


Zambra. http://www.zambra.com/ 1998

Bernarda de Utrera

Nieta del cantaor Pinini, hermana de Fernanda de Utrera, Bernarda Jiménez Peña nació en Utrera (Sevilla) en 1927. Su carrera está ligada a la de su hermana. Ambas se iniciaron profesionalmente en 1957, cuando fueron contratadas por el tablao madrileño "Zambra". Lo suyo es, fundamentalmente, el cante festero, especialmente las bulerías, palo en el que ella misma afirma no tener fronteras.

Discografía seleccionada:

Raza y compás

Fernanda y Bernarda de Utrera . Pasarela

Cante Flamenco

Fernanda y Bernarda de Utrera . Ocora


Mazenod, Lucienne y Schoeller, Ghislaine.

Diccionario de Mujeres Célebres

Editorial: Anaya & Mario Muchik

Madrid 1996

Pág. 122

BLANCA DE BORBÓN

Reina de Castilla (aprox. 1338/Medina-Sidonia, 1361). Hija de Pedro I, duque de Borbón, en 1353 se casó con Pedro I el Cruel, rey de Castilla. Este último la abandonó a los dos días para encontrarse con su amante, María PADILLA. La reina, a quien acusaron de conspiración contra su marido, fue encarcelada y murió envenenada. María Padilla quedó como la instigadora de la muerte, lo que hoy en día parece poco probable. El rey de Francia, Carlos V, que se había casado con la hermana de Blanca de Borbón, envió en represalia la expedición de Du Guesclin contra Pedro el Cruel.


Mazenod, Lucienne y Schoeller, Ghislaine.

Diccionario de Mujeres Célebres

Editorial: Anaya & Mario Muchik

Madrid 1996

Pág. 172

Böhl von Faber y Lárrea, Cecilia (1/1)

(CABALLERO, Fernan. Conocida por el pseudónimo de ). Mujer de letras española (Morges, Suiza, 1796/Sevilla, 1877). Hija de un culto comerciante alemán instalado en España, y de madre española, vivió de 1805 a 1813 en Suiza y Alemania, donde hizo sus estudios en un instituto francés. Casada en 1816 con el capitán Antonio Planella, lo siguió a Puerto Pico. Viuda al cabo de dos años, regresó a España después de una estancia en Hamburgo. Se volvió a casar, esta vez con el marqués de Aroco Hermoso, quien murió en 1835. En terceras nupcias se casó con el barón Antonio Arron de Ayala, 18 años menor que ella. La situación financiera de la pareja era precaria, por lo que decidió, después de haber escrito en francés y alemán por puro placer, publicar, bajo su seudónimo, La gaviota escrita en francés algunos años antes. La obra tuvo gran éxito. El personaje de Marisalda, hija de pescador, altiva y coqueta apareció como el símbolo de la España romántica. Viuda por tercera vez en 1859, Fernán Caballero, instalada en Sevilla, se dedicó definitivamente a las letras. Escritora epistolar de pluma segura (su correspondencia con Antoine de Latour lo testimonia), escribió entre otros, Clemencía (1 852), Ángel sobre la tierra (1853), La familia Alvareda (1856), Un servilón y un liberalito, El Alcázar de Sevilla (1862), La corruptora (1868). "La tierra es un exilio, la patria un cielo", esta réplica extraída de Nada esperfecto... que no sea en la otra vida, resume sus preocupaciones morales.

Ref.: Cte de Bonneau-Avehant, Vie et oeuvres F Caballero, 1882. A.

Morel-Fatio, Fernán Caballlero y su correspondencía con Antoine de Latour, Burdeos, 1908.

BÖHL DE FABER, Cecilia. (2/2)

Cecilia Böhl de Faber, hija del célebre hispanista alemán Johan Nikolaus Böhl de Faber y de la gaditana Francisca Larrea, n. en Morges (Vend, Suiza) en 1796 y in. en Sevilla en 1877.

Con el seudónimo de Fernán Caballero, su actividad novelística llenó el interregno que separa el declive del romanticismo de les nuevas formas creadoras que irrumpen en la literatura tras la revolución de 1868. Es imposible encontrar en esta autora el supuesto "realismo" que algunos críticos quisieron atribuirle. Y ello porque el realismo no sólo depende del fiel reflejo de la realidad observada, sino especialmente de qué aspectos de la realidad se reproducen, como afirma D.L. Shaw. Y Fernán Caballero, excesivamente apegada a la ortodoxia religiosa y oficial; demasiado preocupada por la defensa de los privilegios señoriales y por su constante intención moralizadora, refleja sólo un aspecto de la realidad: aquél que más se adecuaba a su peculiar -y en parte reaccionario- aparato ideológico.

No deja de ser curioso que una autora, que sabe utilizar con bastante acierto la técnica realista, no consiga traspasar en su producción la ya superada novela costumbrista y regionalista. Si los conceptos de naturalidad y verdad podían haber hecho de ella una gran novelista, los de moralidad y poesía han mermado profundamente su actividad literaria hasta el punto de que es una escritora que no pertenece ya a nuestro tiempo, y sus novelas resultan hoy carentes de interés. Sin embargo, resultan útiles para profundízar en esa visión tópica de Andalucía que perdura en menor medida hasta nuestros días. Porque, correspondiendo a su tesis: "no pretendo escribir novelas, sitio cuadros de costumbres, retratos, acompañados de reflexiones y descripciones", encontramos en su obra un considerable material folklórico que reconstruye la vida idílica del campesino andaluz. Tal vez éste sea su mayor mérito a pesar de las deformaciones: la inserción de escenas y diálogos que intentan retratar las costumbres andaluzas.

Su obra literaria está íntimamente ligada a sus tres matrimonios. El primero, a los 19 años con el capitán Antonio Planells fue un rotundo fracaso, y así se refleja en Clemencia (1852). En 1822 se vuelve a casar con el marqués de Arco-Hermoso, con quien vivió feliz los trece años siguientes en Sevilla y en su cortijo de Dos Hermanas. Estos años serán decisivos para su producción, en la medida en que tuvo acceso directo a los cuentos y anécdotas populares, proverbios, canciones y versos de los campesinos, que constituirían el excipiente fundamental de su literatura. Todo ello ha sido estudiado por el profesor Pineda Novo en su ensayo Dos Hermanas en la obra de Fernán Caballero (Sevilla, 1977). Antes de dicho matrimonio (ya en 1815) había comenzado a reunir narraciones breves. Su primera publicación -en 1835- fue "La Madre" en El Artista, relato que presentó su madre sin su consentimiento.

Ese mismo año fallece su segundo marido, y se ve reducida a la máxima estrechez económica hasta 1868, aunque en 1837 se casará con Antonio Ayala, diecisiete años menor que ella y de precaria salud. Precisamente la administración de Ayala fue desastrosa, aunque tal vez fuese él quien influyó decisivamente para la publicación de Fernán Caballero.

Sus obras más importantes son: La Gaviota (1849), que apareció como folletín en El Heraldo; Clemencia (1852) cuya primera versión se publicó como folletín en La España (1850); La familia de Alvareda (1856), publicada en El I-leraldo y cuyo borrador fue escrito en alemán, tal vez,en 1826, siendo su traducción mostrada a Washington Irving (v.) en 1829 (cf. E.H. Hespeit, The genesis of "La familia de Aliareda" en Hisp. Review, 1934, lí); Un servilón v un liberalito o Dos almas de Dios (1855); Una en otra y Lágrimas (1850), escritas en su retiro de Jerez a la muerte de Arco-Hermoso; Elia y Un verano en Bornós (1858).

Además de estas novelas hay que destacar sus colecciones Cuadros de costumbres populares andaluzas (1852), Relaciones (1857) y Cuentos y poesías andaluces (1 8 5 9).

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