"La fe no es el principio sino el fin de toda sabiduría. . . Goethe
"Siempre ocurre lo que tiene que ocurrir: lo mejor; aunque a veces nuestra apreciación subjetiva nos haga ver un mal donde solamente hay un bien disfrazado. El dolor, la frustración, el desengaño, no son castigos. Son cosas positivas, son lecciones si se saben considerar"
"La fe recíproca acercaría fraternalmente a los hombres y, entonces, la vida humana sería realmente hermosa y digna". . . Madu Jess
"El corazón y no la razón es quien siente a Dios; eso es la fe: Dios es sensible al corazón y no a la razón". . . Pascal
"Se pierde el alma cuando se carece de fe en un fin establecido claramente". Montaigne
"Fe es creer en lo que no se ve; y la recompensa es ver lo que uno cree". . . San Agustín
"Solamente cuando se carece de fe se carece de algo".
"Sin religión, el espíritu se queda sin regla, el corazón sin frenos, el vicio sin barreras, la desgracia sin consuelo, la autoridad sin apoyo, la felicidad sin garantías".
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FE Y SUFRIMIENTO HUMANO
Todos cuantos se sienten angustiados, ansiosos, enfermos, atemorizados, hundidos, necesitan aprender a confiar en Dios. No puede haber desesperación, desaliento, derrota, insatisfacción, tristeza, frustración, perplejidad, conflicto, ceguera para quien se entrega a El.
Es "normal" tener fe en los remedios y los médicos. Dios, no obstante, es el mejor de los remedios y el más sabio de todos los médicos. Para ser exactos, diríamos que es el remedio único y el verdadero médico. Los médicos y los remedios son medios, mediante los cuales Dios restaura Su reino en los cuerpos y almas víctimas de las dolencias.
La salud es la presencia de Dios. Cuando El gobierna, el cuerpo y la mente están en armonía, potencia, ley, plenitud y bienaventuranza divinas.
Algún espíritu critico podrá argüir que conoce individuos ateos y que, sin embargo, venden salud; así como existen santurrones neurasténicos, irascibles, sufriendo de úlcera, de aerofagia, de asma, de insomnio... Es cierto que muchos que parecen religiosos andan por allí, hechos verdaderos "pozos de enfermedades", en contraste con "materialistas" llenos de salud y de Paz.
¿Cómo reconocer esta verdad y mantener aún la tesis de que la salud y la paz son riquezas de los que aman a Dios y le sirven ?
"Tengo fe en Dios que mi madre sanará", repetía un muchacho afligido, esperando de mí consuelo y palabras de esperanza que le calmasen en algo su angustia. La madre estaba casi agonizando. "Haces bien en tener fe. Ten fe sobre todo en la sabiduría de Dios", le respondí, tratando de hacerle comprender que no debía entristecer ni sentirse traicionado si la madre no lograba recuperarse.
Mantener la convicción perfecta de que Dios sabe lo que hace, es, a mi entender, la verdadera fe en Dios. Muchos dejan de tener fe exactamente porque Dios no les ahorró una pérdida grande cuando confiaban que tal cosa, por la gracia de Dios, no iba a acontecer. Estas personas se sienten muy decepcionadas porque Dios les "falló". Antes decían que tenían fe en Dios. Pero no era fe. Era el deseo de que Dios atendiese sus pedidos.
Tener fe es entregar nuestra vida a Él, no quiere decir esperar firmemente que Dios atienda nuestro interés o nuestras necesidades personales. La fe en Dios sólo existe cuando no creamos obstáculos a Su acción, mediante el reconocimiento de Su Omnisciencia. Consiste en la seguridad de que Dios da la solución más justa, sabia y perfecta en todos los casos.
Tener fe no se expresa en palabras, sino en una actitud psicológica, en obras y acciones. Entregarse totalmente, absolutamente, a los designios divinos.
Como se puede apreciar, se trata de un estado psicológico muy poco frecuente en personas aún limitadas por el egoísmo y por viejas y enraizadas desconfianzas e incertidumbres.
A medida que vamos venciendo esos obstáculos, rompiendo viejas rejas y cadenas mentales, iremos conquistando el bienaventurado estado de fe y, en consecuencia, Dios presente y actuante, realizará cuanto sea sabio y justo. Se manifestará entonces la gracia de Dios. Sólo así acontece el milagro. Quien tenga fe, no puede ser abatido por los vendavales, ni vencido por la hecatombe, ni atemorizado por la muerte.
Fe es la certeza de que la Omnipresencia, la Omnipotencia y la Omnisciencia de Dios actúan en nuestras vidas, es conquista, evolución, transformación, liberación.
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Meditación: Tengo fe en Ti porque Te siento en mí y vivo en Ti.. Crece en mi la liberadora y auténtica humildad de entregarme. Esta es mi fe..