Busca consejo en los ancianos, porque ellos ya vieron los rostros de los años y ya oyeron las voces de la Vida. Préstales atención, aunque su consejo te desagrade.

 

De jóvenes arrasamos con todo; de viejos, todo se toma revancha.

 

Al llegar a viejos, las costumbres se vuelven tiranas. . .  Flaubert

 

La fuerza está en los jóvenes, más la prudencia en los viejos. . . Aristóteles

 

Los jóvenes gozan del presente menos que los viejos del pasado, en especial si fue bello.

Los viejos desconfían de la juventud porque han sido jóvenes. . .  William Shakespeare    

 

Si pudiéramos ser jóvenes dos veces y dos veces viejos, corregiríamos todos nuestros errores. . . Eurípides 

 

La edad tan sólo es la huella de los caminos que hemos recorrido.

 

Llegar a ser viejo es llegar a ser una gran persona, en todo los sentidos.

 

Cada uno es tan viejo como se siente.

 

La madurez se demuestra no echando la culpa a los demás de nuestros errores.

 

 

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LOS VIEJOS

 

En muchas comunidades las personas de edad eran respetadas en su autoridad y dignidad, eran las que transmitían los valores y la sabiduría a los jóvenes. Y estos tenían siempre mucho que aprender de sus mayores. Los viejos son más lentos en su accionar, más precavidos en sus decisiones y sobre todo ven las cosas a largo plazo en cualquier problema, no tienen tantos plazos que cumplir y por eso ya no tienen la impetuosidad y la aceleración de la juventud.

 

Pero en el último siglo, las cosas fueron cambiando, y en vez de considerar a los viejos como personas dignas y llenas de autoridad, los jóvenes no quieren juntarse con ellos porque los consideran "anticuados", y en las familias, a algunos se los separa “para que estén bien atendidos”, y esto impide que puedan guiar y encaminar a los más jóvenes.

 

Las “personas mayores” nunca deben aplastar la energía de los jóvenes sino que deben alentarlos. Si los mayores cumplen bien su rol, los jóvenes lo aprenden, al volverse adultos. Los mayores deben guiar y apoyar para que los jóvenes  puedan conseguir sus logros, y muchas veces hacerse los distraídos cuando la juventud los mira en menos.

 

En la vida actual, el momento de la jubilación puede ser un shock para aquel que hizo de su trabajo la razón de su vida, muchas personas hasta caen en depresión luego de su retiro de la vida activa, creyendo que todo terminó para ellas. Para otras en cambio puede ser la mayor alegría, la hora de cumplir todos aquellos anhelos que postergó tantas veces y que ahora podrá realizar.

 

Los Centros de Jubilados cumplen un gran rol para hacer la vida de los mayores más plena; reúnen a sus asociados en bailes, juegos, coros, gimnasia, paseos y viajes para conocer todos aquellos lugares que no pudieron recorrer antes por falta de tiempo, cuando su trabajo llenaba todos sus días.

 

Debemos convocar a que recobremos el liderazgo de las personas mayores en esta cultura dominada por los jóvenes. Si pretendemos superar la crisis en que estamos viviendo debemos devolver a los ancianos el poder de transmitir las etapas de la vida, mostrar cómo ser auténticamente humanos. Sino, seguiremos perdiendo las alegrías más entrañables de la vida...