Al final de nuestra vida, sólo nos queda lo que hemos dado, no lo que hemos atesorado. G Shandry
Quien cierra su oído al grito del pobre, gritará él mismo, pero no será escuchado. Eclesiastés
Si puedes dar un estímulo, dalo, y ten plena confianza en que cuando tú lo solicites, te será dado.
A los hombres sólo se puede gobernarlos sirviéndolos. Esta regla no tiene excepción. V.Cousin
La justa razón pide un cambio respecto a lo que era justo hacer en los tiempos precedentes, si el tiempo o las circunstancias han cambiado. Por eso, cuando los adversarios dicen que no es justo obrar un cambio, la verdad responde gritando que no es justo no hacer los cambios. San Agustín
Vivir para otros no es sólo ley del deber, sino también ley de la felicidad. Comte
Obra siempre de modo que tus acciones puedan servir de regla universal.
Lo importante es saber respetar las opiniones ajenas.
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Convivencia social hoy
ˇAyudemos a mejorar la convivencia social! Que no será para bien de alguien en particular, sino para bien de todos en general.
Todas las mañanas, al iniciar el día, propongámonos contribuir al bienestar de alguien, quienquiera que fuese, y, por la noche, antes de dormirnos, pidamos a nuestra propia consciencia el veredicto por nuestro comportamiento del día; es la única que con seguridad no nos engañará. Si cumplimos con nuestra obligación, bien, y sino... ˇa cumplir al día siguiente!
Tratemos de relacionarnos especialmente con personas espiritualmente sanas e intelectualmente centradas. Y después de haberlo conseguido, tratemos de mantener la comunicación, para lo cual la mejor forma es dando y no pidiendo.
Estamos todos obligados a vivir en sociedad, por lo tanto no debemos dar lugar a que otros tengan que soportarnos. Para no ser molestados, acostumbrémonos a no molestar.
Pretender cosechar lo que no se ha sembrado es absurdo, en consecuencia, hay que resolverse a sembrar lo que se quiere cosechar.
Debemos tener presente que antes que ciudadanos de una nación, cosa que es obra del azar, somos ciudadanos del mundo, y por lo tanto debemos pensar en términos de nuestra humanidad antes que con criterio nacionalista o racial.
Vivimos en comunidad, por lo tanto nuestros derechos son válidos en tanto no invadan o contraríen los derechos de los demás.
Debemos intentar comprender a los otros antes que subestimarlos. Ningún cambio social o descubrimiento científico ha sido producto de un solo hombre; trabajemos entonces en pos del esfuerzo que otros realizan y liberemos nuestra iniciativa creadora, que si es válido nuestro enfoque, tarde o temprano será aceptado.
Vivimos un período de crisis, demostrado diariamente por todos los sectores sociales: corrupción en la política, conflictos religiosos, motines, delincuencia, desequilibrios psico-físicos... Estamos ante la perspectiva de un cambio fundamental que nos proyectará mental y espiritualmente hacia estructuras más elevadas. "Aprendamos a ver la costa a través del tumulto del huracán". El período de destrucción está terminando y debe implantarse de una vez por todas el período de la construcción.
Es verdad que hay muchos dolores e injusticias, pero también es verdad que hay muchos, hombres y mujeres, que trabajan por un mundo mejor. Y si hay cien manos que destruyen, se levantan prestamente otros cientos de manos para reparar lo destruido. Ayudando a otros, nos ayudamos a nosotros mismos; pero no intentemos ayudarlos queriendo imponerles nuestras ideas, sino en lo que ellos realmente necesitan. Tratemos de comprendernos, protegernos, tolerarnos, apoyarnos, ayudarnos y unirnos para bien de todos y para mal de nadie.
Sabemos que todo lo que nace, por ley natural crece, alcanza su esplendor, decae y muere.
Algo debe quedar firme en nuestra actitud indudablemente: la voluntad de seguir construyendo ese mundo mejor, que todos, quien más quien menos, en lo recóndito de nuestro corazón, anhelamos.