La crítica siempre es buena: o te hace conocer tus defectos o los de quien te critica.
En la vida acertamos mucho y erramos frecuentemente, aun engañándose mucho, el hombre puede acertar bastante.
Amigos son aquellos que sin esfuerzo y con gozo, se permiten mutuamente ser ellos mismos.
Muchos se enorgullecen por no tener este o aquel vicio, pero poseen otros. La ausencia de ciertos vicios se explica por la presencia de otros.
Es preferible ganar enemigos diciendo la verdad que granjearse amigos profiriendo mentiras. Es mejor la verdad que duele, que la adulación que engaña e ilusiona.
La misma realidad puede ser vista y analizada de varias maneras. La apreciación de las cosas y de los hechos varía de acuerdo con el gusto de cada temperamento. Una cosa es lo que pensamos y sentimos, otra es la realidad que los otros entienden.
Todo cuanto hacemos, pensamos o decimos ha de influir en las otras personas.
Es una farsa pedir disculpas por una falta de la cual no nos arrepentimos.
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Todos nos enfrentamos a críticas de los demás; la forma en que manejamos esa crítica puede mejorar significativamente nuestra vida o deprimirnos y amargarnos.
Cuando alguien critica lo que hacemos, es fácil "tomarlo como algo personal" o magnificar la importancia de la crítica. Lo más probable es que cualquier tipo de crítica nos fastidie, nos moleste, nos haga sentir que nos están atacando y entonces tratemos de evitarlas.
Si tuviéramos una forma de escuchar la crítica sin tomar todo lo que se dice como algo personal, podríamos sentirnos mejor. Algunas personas son capaces de responder bien a las críticas, mientras que otras se afligen mucho ante la mínima insinuación de desacuerdo.
Para poder aprovechar positivamente la crítica, tenemos que considerar si hay alguna información útil para nosotros en ella, y si podemos sentirnos bien mientras consideramos la información valiosa en la crítica, si podemos seguir sintiendo buena voluntad hacia la persona que nos critica, lo habremos logrado.
Algunos individuos son capaces de conservar su autoestima sólo mediante el "contraataque", salen de la crítica sintiéndose bien, pero insultan o degradan a la otra persona. Cuando alguien contraataca, por lo general no se beneficia con la crítica, simplemente la desvía. En cambio, si tenemos una forma de sentirnos bien mientras pensamos si hay algo que se pueda aprender allí, incluso una crítica dura puede beneficiarnos.
Una distinción clave entre las personas que responden bien a la crítica y aquellas que se sienten deshechas cuando son criticadas, está en cómo ven el significado de la critica. La gente que permaneció positiva, se vio a sí misma haciendo la conducta criticada. La crítica estaba afuera, a la distancia. Desde esa distancia, les fue fácil realizar calmadamente su propia evaluación de la crítica y decidir qué era útil en ella y que hacer al respecto.
En cambio, aquellas personas que se afligen mucho por una crítica, "la absorben". Mucha gente literalmente imagina que el "significado negativo" de la crítica entra directo a su pecho, como una penetrante flecha.
Que bueno sería tener una estrategia para responder a las críticas. La clave fundamental sería mantener una distancia entre usted y la crítica. Es bueno saber reconocer, ante el que hizo la crítica, que nos alegramos de que nos la haya hecho. Una disculpa sincera puede favorecer la relación con quien hizo la crítica para no enojarse. También podríamos preguntar a quien hizo la crítica, en una actitud de humildad, cómo cree que deberíamos haber actuado en lugar de la actitud que ha sido criticada...
Por último, si no se está de acuerdo con la crítica, podemos decirle al crítico que tenemos una opinión muy diferente y que cada uno tiene derecho a pensar así. Y ya que ambas opiniones son distintas, no sacaremos nada con seguir discutiendo...