Todo llega al que espera.  .  .  Lao-Tsé

 

Despídete de los dorados ayeres, o tu corazón jamás aprenderá a amar el presente. . . A. de Melo

 

Nadie puede resucitar el ayer ni delinear el mañana. Sólo el ahora es nuestro, y no lo será por mucho tiempo; y una vez que se haya ido, jamás volverá a ser nuestro. . .  F. Buechner

 

Aprovecha de cada momento su novedad única y no prepares tus gozos. . .  A. Gide

 

Cada momento es único. . .  Goethe

 

Esta es la fuente de todo sufrimiento humano: considerar permanente lo que por esencia es pasajero. . . A. de Melo

 

No cruces los puentes antes de llegar al río. . .  Sabiduría Oriental

 

Busqué al Señor, y Él me escuchó, y me libró de todos mis temores. . .  Salmos 34-4

 

 El modo de enfrentarnos a una dificultad actúa sobre nosotros más que el propio obstáculo.

 

 

 

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En ocasiones nos fijamos metas a largo plazo, nos esforzamos demasiado para alcanzarlas y muchas veces, cuando logramos el ansiado fin, éste ya perdió su sentido, su fuerza original y ya no nos interesa.

Esto no significa que no se pueda planificar nada. Significa que debemos estar atentos a nuestras voces y percepciones internas y ser suficientemente flexibles para aceptar que, muchas veces, necesitamos cambios y no quedarnos anquilosados en viejas metas que ya no tienen que ver con el ser humano que somos hoy.

Toda situación, aunque aparentemente parezca negativa, tiene un punto a favor. La maestría está en poder darse cuenta de qué es lo favorable de esta nueva situación. Esto no es ser conformista. Es, simplemente, poder ver las dos caras de la moneda.

En realidad, las situaciones no son ni buenas ni malas en sí mismas. No es la situación en sí, sino lo que hacemos con ella lo que cuenta, cómo reaccionamos ante las pruebas que se nos presentan a lo largo de los años.

La vida tiene sus propias leyes; desconocerlas y querer imponer nuestros obstinados deseos no conduce a nada.

El que las cosas no salgan como uno imaginaba es un atentado contra el ego, por eso duele tanto. Si en vez de tomarlo así, lo vivimos como una enseñanza de una inteligencia más sabia que nosotros, nos ahorraremos muchas frustraciones y aprenderemos a disfrutar de cada instante, sin oponernos tozudamente a lo que la vida dictamina...

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