ˇFeliz Primavera!
"Escribe en la arena las faltas de tu amigo" Pitágoras
"El que chismorrea contigo de los defectos ajenos, chismorrea con otros de los tuyos" Diderot
"Honesto vivir, a otro no dañar y dar a cada uno lo suyo" Ulprano
"La mejor acción es aquella que procura más felicidad al mayor número de personas"
"La oreja que escucha la corrección de vida, entre los sabios vivirá" Salomón
"No decir más que lo que haga falta, a quien haga falta y cuando haga falta"
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Meditemos sobre el desperdicio que hacemos de nuestra energía, metiéndonos imprudentemente en asuntos que no nos competen, que son ajenos.
ˇCuántos minutos y palabras malgastamos a lo largo de los años ventilando temas y cuestiones que no debieran merecer nuestra atención!
Reflexionemos para que esta inútil pérdida de tiempo no se repita.
Lo que los otros piensan
, es propio de ellos, no podemos cambiar su cabeza para introducir las interpretaciones que juzgamos que podrían serles de utilidad frente a la vida.Lo mismo pasa con la moral; queremos un cerebro ocupado por pensamientos limpios, pero no tenemos la misión de exigirle al otro que piense como nosotros.
Lo que los otros hablan
, es creación verbal que les pertenece a ellos; se expresan como pueden y hablan de su vida cotidiana, que no nos incumbe. Carece de sentido inmiscuirnos en las expresiones personales de quienes nos rodean, por más afecto que les tengamos. No nos enganchemos en discusiones absurdas, generalmente provocadas por nimiedades, y que nos hacen perder energía sin sentido.Lo que los otros hacen
es fruto de su elección, y por lo tanto propio de cada uno de ellos. Todos se desenvuelven con distintas intenciones en esta o aquella actividad, y si no han logrado comprender el valor de la sinceridad y de la ayuda al prójimo, es un problema que les incumbe a ellos y no a nosotros.No creamos que el otro quiere lo que queremos y no nos adelantemos a hacer lo que nosotros haríamos, porque al otro puede no interesarle eso.
No debemos dejar de actuar noblemente en nuestra vida diaria, pero no nos compete interferir en las decisiones ajenas, cuando ellos tienen libre elección. Cooperemos con los demás brindando la mayor ayuda y protección que nos sea posible, pero no perdamos tiempo intentando cambiar su manera de pensar, sus gustos, su forma de expresarse y su facultad de realización.
En síntesis: respetemos a los demás, obligándonos a nosotros mismos a superarnos constantemente.
Setiembre de 1999