BLUES PARA JUANA MANSO

por Gabriela De Cicco
(publicada en la contratapa de Rosario/12,
26 de junio de 1999, Rosario, Argentina)

Querida Juana: Usted supo muy bien que nunca se economizó en el uso de ciertos epítetos, para describir a las feministas como: chillonas, locas, gordas, histéricas, machonas, estériles, feas, enfermas,come hombres

Hasta hoy en día se puede escuchar esta frase en la boca de alguna mujer activista: "Yo no soy feminista pero lucho por los derechos de las mujeres".

Y es casi seguro que esa mujer, como otras, desconoce esta definición de feminismo escrita por Alfonsina Storni en 1919: "(La mujer) Podrá no desear participar en la lucha política, pero desde el momento que piensa y discute en voz alta las ventajas o errores del feminismo, es ya feminista, pues feminismo es el ejercicio del pensamiento de la mujer, en cualquier campo de la actividad."

¿Sabía, Juana, que los textos de Alfonsina fueron calificados como chillonería de comadrita por Borges, desde su patriarcal tribuna de Proa?

Y fue lo mismo con usted, que desde diferente tribuna, Album de Señoritas (1854), se adelantó en el tiempo y puso en escena esa cuestión de la Emancipación de la Mujer: "La sociedad es el hombre: él solo ha escrito las leyes de los pueblos, sus códigos; por consiguiente, ha reservado toda la supremacía para sí; el círculo que traza en derredor de la mujer es estrecho, inultrapasable. () ¿Por qué se condena su inteligencia a la noche densa y perpetua de la ignorancia? ¿Por qué se ahoga en su corazón desde los más tiernos años, la conciencia de su individualismo, de su dignidad como ser, que piensa, y siente, repitiéndole: no te perteneces a ti misma, eres cosa y no mujer? ¿Por qué reducirla al estado de la hembra cuya única misión es perpetuar la raza? ()".

Después de usted, Juana, vinieron las que llevaron todas estas inquietudes, y otras nuevas surgidas con los cambios políticos y sociales, mucho más allá. Llegaron Carolina Muzilli, Alicia Moreau, Fenia Chertkoff (fundadora en 1902 de la "Unión Gremial Femenina), la Dra. Julieta Lanteri Renshaw que creadora del "Partido Feminista Nacional"; y quedan nombres en el camino porque en este blues quiero seguir hablando de la Manso.

De ella que, junto a Juana Manuela Gorriti y Rosario Vera Peñaloza, habrían de dar forma y generalizar a la función pedagógica primaria. Desde ellas podemos acercarnos a las hermanas Cosettini en nuestra ciudad.

En su propio blues, Juana, ya que blues es también tristeza y también furia; desde ese grito plasmado por la pluma, usted denunció: "La mujer es esclava de su espejo, de su corsé, de sus zapatos, de su familia, de su marido, de los errores, de las preocupaciones; sus movimientos se cuentan, sus pasos se miden, un ápice fuera de la línea prescripta, ya no es mujer, ¿es el qué? un ser mixto sin nombre, un monstruo, un fenómeno!!".

Para usted una de las salidas principales de este ínfimo espacio condenatorio, lo netamente privado, y sobre todo privado de libertad, era la educación: "Decís, la mujer es vanidosa, voluble, falsa, ama los trapos, los brillantes, no hay que pensar en casarse porque es la ruina del hombre! Y vosotros, ricos, ¿ por qué no la educáis ilustrada, en vez de criarla para el goce brutal? Y vosotros, pobres, ¿por qué le cerrais torpemente la vereda de la industria y del trabajo, y la colocáis entre la alternativa de la prostitución o la miseria?Edúquese la mujer conforme las necesidades morales e intelectuales del alma humana; edúquese como alma sensible, inteligente y libre; déjesele el uso y el ejercicio de las facultades morales e intelectuales que Dios le ha concedido y ella será siempre el símbolo del bien para el hombre, y no el objeto de divagaciones apasionadas o furiosas".

Pero lamentablemente las mujeres siguieron siendo, en el imaginario patriarcal, ángeles o demonios; y usted, La Manso, que se apoderó en aquel tiempo de un espacio, el de la conferencia, que no era bien visto para una mujer, fue insultada, apedreada.

Hasta su amigo Sarmiento intentó domesticarla, y no pudo. Ni la muerte pudo domesticarla. Y su cuerpo quedó dos días insepulto ya que se le negó un lugar en Chacarita y Recoleta, por no haber aceptado los últimos sacramentos de manos de un sacerdote católico.

Usted, querida Juana, que nacida el 26 de Junio 1819, en otra geografía, hubiese sido acunada al son de una canción nacida en campos de algodón. A usted Juana, que desde una familia unitaria criticó su propia formación y defendió como ninguna a los negros y negras de nuestro país; a usted le hubiese gustado escuchar, encontrándoselas en cualquier camino, a Gertrude Pridgett (más conocida como Ma Rainey), o a Bessie Smith. Y estoy segura de que el blues, hubiese sido su himno de lucha.

 

© 1999-2000 Gabriela De Cicco.

Pedir autorización a la autora para reproducirlo escribiendo a rima@citynet.net.ar

 

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