esculturas de

En 1997, como parte de un interés por el dibujo espacial, así como la experimentación con el alambre de cobre, se inicia un proceso a través del cual surge el encuentro con el "espacio vacío".

A través de diversas experiencias, esta propuesta escultórica que en sus inicios era solamente lineal, converge en los fenómenos de fondo-figura, así como de espacio positivo y espacio negativo.

Construidas en su mayoría con varilla de hierro, cobre y bronce,  los cuales se ensamblan a través de la soldadura ya sea eléctrica o de oxi-acetileno y en ocasiones de estaño, estas obras integran los materiales armoniosamente gracias a su constitución metálica.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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