REFLEXIONES: REINVENTANDO LA RUEDA

1999

Los textos que escribí aquí están, en su mayoría, en primera persona, no es por divismo, lo que pasa es que todo lo que pienso y escribo, lo hago desde mi propia experiencia personal, que es muy particular y mi experiencia la he vivido con mi propia manera de sentir que es única en el mundo. como somos únicas e irrepetibles todas las criaturas de la creación, por ello, no pienso que puedo hablar por un colectivo en lo que a las definiciones se refiere y como las definiciones, al final terminan convirtiéndose en etiquetas que limitan a las personas imponiéndoles una elección entre negro y blanco cuando hay infinitos y hermosos colores en la naturaleza, yo prefiero usarlas sólo como una referencia y no como la piedra angular para mis propios conceptos.

.Porqué reinventar la rueda? (Si ya está inventada!) Porque, a pesar de que existen más de siete mil millones de seres humanos en todo el mundo, no podemos escoger de entre ellos la persona que queremos ser, nos tenemos que inventar nosotr@s mism@s a pulso, crear una nueva y diferente persona (ni las ruedas son todas iguales, son todas redondas, pero ahí se acabó la semejanza, tienen diferente diseño la rueda del tractor que abre surco a la semilla y la del tanque de guerra que destruye la vida)

Es posible que encuentres semejanzas entre lo que me sucede con tu propia experiencia, espero que pueda serte útil algo de lo que aquí encuentres.

ENTRE LA ESQUIZOFRENIA Y EL CAMBIO DE HÁBITOS

En una sociedad dicotomizada, sistematizada al extremo de que cada persona, animal o cosa, debe tener una clasificación, un título, una etiqueta y las etiquetas las ponen los demás, quien no es como los demás dicen que debe ser, está frit@ desde el principio.

Una manera de definir el sexo en los seres humanos es el sexo social, que es la manera como nos comportamos en nuestras relaciones interpersonales, pero quién define cómo debemos comportarnos? Nosotr@s mism@s? se impone desde afuera, los niños deben jugar con pelotas, medir fuerzas entre ellos, ser competitivos, las niñas juegan a las muñecas, en la adolescencia, la juventud y en adelante, las diferencias siguen, existen roles específicos de los varones y otros de las mujeres, los hombres: protectores, solucionadores de problemas, las mujeres: delicadas, finas, quien cruce la línea está fuera del contexto, está mal, es anormal: el castigo va desde el ostracismo (si una tiene suerte), pasando por las burlas y la violencia física.

Entonces quedan dos caminos:

Desde que comencé a travestirme y socializar como mujer estoy encontrándome nuevamente a mí misma, cuando vivo como mujer hasta parece que fuera otra persona, no puedo reconocerme, no me refiero sólo a lo físico sino a lo espiritual, la persona femenina sale a flote y la otra queda en la oscuridad, de cuando en cuando salta algún gesto masculino, pero cada vez es menos, no en vano han transcurrido 23 años de condicionamiento continuo de mis movimientos.

Cuando regreso a mi identidad masculina (siempre con dolor), olvido todo lo que tengo en mi interior y vuelvo a ser un hombre como todos (el mismo tipo gris de siempre), prestando atención a que todos mis actitudes y movimientos sean masculinos. Técnicamente no es esquizofrenia, pero es algo que tiene cierta semejanza, tener la mente partida en dos para poder sobrevivir en una y otra identidad, hasta el momento en que decida vivir como mujer totalmente, si algún día tengo el valor de hacerlo. De momento llevo una doble vida, que no puede llamarse ciertamente vida (una doble vida no son dos vidas, sino dos medias vidas), ocultando a quienes me conocen como hombre mi mitad de mujer y a quienes me conocen como mujer mi mitad de hombre (excepto algunas pocas personas que conocen las dos mitades). Sin embargo esta forma de esquizofrenia implica un gran desgaste de energía, por lo que poco a poco, en algún momento las dos mitades tendrán que unirse, lo que no sé es cómo será ese desenlace. Habrá una identidad principal y otra secundaria? Será Ariel o Ariela la identidad principal? O morirá definitivamente una de las dos identidades? Viviré finalmente como Ariela? son preguntas que no sé responder, quisiera ver el final del libro para saber qué hacer, pero este libro aún no termina de escribirse.

Septiembre de 1999

 

POR QUÉ SOY TRANSGENÉRICA? POR QUÉ DEBO SERLO?

Por qué? Por qué? Por qué?

Cuando comencé a darme cuenta de mi propia naturaleza, me han surgido muchas preguntas que no sé responder. Amo a las mujeres en general y amo de manera especial a una en particular, sin embargo no puedo seguir negando eternamente mi naturaleza femenina, la mujer que hay en mí.

Porqué? Porqué insistir en la transgenericidad y eventualmente la transexualidad? Porqué no olvidar todo esto y vivir una vida "normal" como todo el mundo?

Me he dado cuenta desde que asumí mi propia condición de lo difícil que sería una vida después de la transición, no sólo por el cambio de identidad que esto implica sino también por la dirección en que se da este cambio. La identificación con un género implica algo más que simplemente el deseo de ser reconocida como parte del conjunto en cuestión, implica inevitablemente tomar partido por uno u otro grupo en una relación de poder, las relaciones entre hombres y mujeres siempre han sido así: como en cualquier estructura de poder, cada quien debe obediencia incondicional a sus superiores a la vez que tiene derecho de mandar sobre sus subordinados (Hay escalas: el primero, el segundo, etc.), los hombres mandan, las mujeres obedecen, es así desde el principio de los tiempos,, el hombre es fuerte, valiente, inteligente, la mujer es débil y tonta, las mujeres están jodidas de nacimiento porque su propia naturaleza las hace así y no hay caso de luchar contra la naturaleza (De dónde se habrán sacado tanta barrabasada?).

La mujer es considerada ciudadano de segunda categoría, no es ninguna novedad que una mujer gana menos que un hombre por hacer el mismo trabajo, para ellas es más dificil conseguir trabajo porque la maternidad de una trabajadora en la empresa implica gastos indeseables, sin contar con la baja que se le debe dar (en Bolivia son tres meses) consideradas como unas vacaciones pagadas, si la mujer tiene la suerte de encontrar trabajo, usualmente esto no implica beneficios para ella porque su carga de trabajo en el hogar sigue intacta o sea que esta carga se duplica, el hombre llega cansado del trabajo y espera un poco de paz, a ella le espera la cocina la ropa sucia y los niños que esperan atención principalmente de su madre (que para eso son las madres), más trabajo, menos beneficios, ciudadanas de segunda.

Y qué de una transexual? Hasta qué punto puede esperar reconocimiento una transexual de una sociedad que discrimina a las mujeres? Donde las propias mujeres son más machistas que los machos? Así como están las cosas, una mujer transexual o transgenérica, es muy raro que pueda ser considerada mujer como tal, con todas sus atribuciones, hay hasta algunos despistados que nos siguen considerando hombres travestidos a pesar de las pruebas contundentes que demos de nuestra personalidad. Para la mayoría de la gente una transexual, en todo caso es una imitación de mujer, no es mujer "original", es mujer de segunda, como ciudadanos ya venimos a ser de tercera clase; esto, por supuesto no está escrito en ninguna parte, pero está implícito en las relaciones que tenemos con los demás. La regla general es que todas tenemos problemas para que se nos reconozca como un ser humano íntegro, todas las personas trans que conozco han pasado las de caín para llegar al estado estable en el que se encuentran, que no es tan bueno como quisieran en la mayoría de los casos, la lucha continúa toda la vida.

Me ha tocado en suerte nacer en el grupo de "primera clase" con todos los privilegios que ello implica, podría quedarme en esa cómoda posición y disfrutar de lo mío y no hacerme bolas con esto del transgénero, además, soy ginefílica, como hombre podría tener todas las mujeres que quisiera, como mujer no tengo esperanzas porque una mujer heterosexual jamás me tomará en serio y una lesbiana ( al final, supongo que yo también puedo considerarme lesbiana) me considerará un hombre travestido y eso no está entre sus preferencias.

El paso hacia la transexualidad ( o por lo menos transgenericidad) implica pasar de ser de "primera" a ser de "tercera" además de renunciar a una relación amorosa seria con una mujer que me considere también mujer, en realidad renunciar a cualquier relación amorosa que pudiera tener en otras condiciones. Así vistas las cosas este paso es ilógico, no tiene fundamento, sólo hay una cosa clara: hay una mujer en mí, soy una mujer, quiero vivir como tal, lo que no tengo claro es por qué insisto, por qué quiero seguir por un camino que sé que me hará llorar. Sé que voy hacia allí, pero no sé porqué.

19 de noviembre, 1999

¿VALE LA PENA?

¿Y si yo estoy equivocada? ¿Si son los otros los que tienen la razón? al fin y al cabo ellos son la mayoría (coma caca, millones de moscas no pueden estar equivocadas).
La soledad que sigue a casi cualquier cosa es siempre grande y lo único que le sigue es más soledad, es chocar siempre contra la misma pared, la misma piedra, parecen la misma persona que repite el mismo ridículo discurso, nadie parece advertir lo que pasa con nosotras. Aunque piense que ya estoy preparada por haberlo vivido tantas veces, cuando otra persona que me dice que estoy mal, que me lo piense, que admita que soy gay y que no es necesario que me vuelva mujer para tener más hombres (como si eso estuviera buscando, Además ¿Por qué esa manía de ver el lado utilitario de las cosas?), es en estos momentos, que son muy frecuentes en que me siento sola y tengo la tentación de claudicar, pero entonces ya no sé cómo concebir la vida de otra manera, nunca volverá a ser como en el pasado, he cambiado demasiado, pero no, en realidad no he cambiado tanto, lo que pasa es que he llegado a admitir cosas tan vitales que ya no podré volver a ignorarlas, ya no puedo vivir sin ser lo que soy y necesito alguien que capte esto, pero ese alguien nunca aparece.
Puede que no valga la pena insistir, pero mi vida sin ser yo misma tampoco vale la pena.

Enero 2001

A LA IZQUIERDA DEL MUNDO

"A un tipo peligroso le dicen SINIESTRO, Lucifer era zurdo/ abundan en la literatura frases como Habito la margen izquierda de la vida y sólo a veces algunas gotas salpican mis pies desnudos/ Mi camino transcurre siempre a la izquierda y debajo de toda moral/ Mi partido se alinea a la izquierda de la propia izquierda/ La realidad limita arriba y a la derecha con el sentido común; abajo y a la izquierda con la fantasía/ Nada me autoriza a decirlo pero te doy referencias/ Del mismo modo me atrevo a decir que Caronte lleva a las almas a la ribera izquierda de la Estigia/ El sur siempre es reo y por eso, en los mapas, lo representan ABAJO... Es que abajo y a la izquierda son satánicos, rebeldes..."(Ramón Rocha Monroy en "El Padrino", 1979, haciendo referencia a Ernesto Sábato)

El hijo preferido se sienta a la derecha del padre...¿Y los otros? ¿A la izquierda? ¿A qué lado estamos nosotr@s? ¿En qué lado está una trans? ¿En qué momento transpasamos la delgada línea roja que separa la derecha de la izquierda? ¿Alguna vez estuvimos del otro lado? ¿Realmente a la derecha?.
El mundo visible, el que se describe en la historia oficial, es el considerado bueno (lo dicen los medios, así que debe ser cierto), el aprobado por la historia, la religión, el estado, la sociedad (¿Cuál?)
Por alguna razón ya no formamos parte de ese mundo, al menos no de manera natural, o nos quedamos a la izquierda de la vida o vivimos en la margen derecha pagando el precio estipulado:
1.- Ser juguetes sexuales de los machos dominantes a veces despojándonos de nuestra propia identidad, "tirarse" a una travesti es "algo diferente" que habría que experimentar por lo menos una vez en la vida, tan excitante como lanzar enanos y tan degradante como eso para las contrapartes involucradas.
2.- La obediencia incondicional al macho de turno a cambio de que nos dejen seguir viviendo en el pedazo de penumbra que se nos otorgue.
3.- Aceptar las etiquetas que se nos impongan, seguir las reglas convencionales, aunque de hecho, nuestra propia naturaleza va en contra de esas reglas y hagamos lo que hagamos nunca encajaremos del todo. Tratar de ser niñas buenas aunque nadie nos considere ni siquiera "niñas".
Venimos del lado oscuro..., no lo tomemos tanto en serio, así le llamaron los que viven en el lado claro, que son quienes decidieron que su lado era el claro y todo lo que no estuviera incluído en él se llamaría del lado oscuro, así que todo se basa, realmente, en puntos de vista subjetivos, si queremos podemos decir que estamos en el lado bueno, pero qué más dá si decimos que el nuestro es el malo? Mientras recordemos quiénes somos... Al final también en la cara mala del mundo hay gente que ama y se entrega sin hacer balances, que quiere vivir y quiere cantar...
    Puede que hayas nacido en la cara buena del mundo
    Yo nací en la cara mala, llevo la marca del lado oscuro
    Y no me sonrojo si te digo que te quiero...
(Jarabe de Palo)
No importa en cuál de las caras hayamos nacido, tenemos derecho a amarnos y amar a otros.

Febrero 2001



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