Muchas veces pensaba, "¿porque todo el tiempo arrebatao?" Omar le gustaba arrebatarse y había tenido sus problemas con el crack, pero no era su diario vivir, nunca lo fue, muchas veces podía sobrevivir leyendo un buen libro, viendo un programa de televisión o escribiendo prosa o poesía, para Omar escribir era terapéutico, presentía que moriría joven y quería dejar tantas cosas escritas.

Pero mientras jugaba en la computadora, su objeto de deseo seguía durmiendo en el cuarto, cuanto hubiera querido deslizarse en la cama suavemente, tomar su miembro dormido entre sus labios, enroscar su lengua alrededor del mismo y despertar el miembro en toda su dureza, en todo su vigor, para luego saborearlo y chuparlo con violencia, con el hambre contenida tantos años. Omar había conocido a Omar Saúl cuando el último tenía sólo 16 años y el 21, lo había visto crecer, siempre lo deseó pero por mucho tiempo se mantuvo al margen. Omar le permitió visitarlo y entrar a la casa cuando cumplió los 18 años.

Entonces fumaban pasto y miraban "L.A.Law" se reían y hablaban tonterías. Omar siempre le hizo claro al otro Omar Saúl que le gustaba mucho, Omar Saúl siempre dijo que era heterosexual. Siempre fueron buenos amigos, pero siempre jugaron con fuego. Ahora Omar sentía el calor del fuego, muy cercano, y sentía miedo, miedo de quemarse en un fuego que el mismo había encendido.

Omar Saúl era una buena persona, con buenos y sencillos sentimientos,  leal. Cuando el hermano de Omar moría, Omar Saúl fue de mucho apoyo, lo llamaba y tanto el cómo su esposa lo apoyaron, Omar Saúl le ofreció de todo lo que tenía entonces. Juntos se arrebataron y Omar Saúl hizo que Omar por momentos olvidara el dolor que la condición de su hermano le causaba.

Omar Saúl viajó fuera de Puerto Rico varias veces y siempre se mantuvo en contacto con Omar, por momentos a veces,   recuerda con una sonrisa la vez que Omar Saúl lo llamó para decirle que había tenido sueños eróticos con el, entonces Omar Saúl estaba en una institución recluido y le pidió que lo mandara a buscar. Omar no pudo, o no quiso que a veces es lo mismo para él.

Ahora después de años la relación entre estos dos amigos se hace mas complicada. Omar Saúl se ha separado de su esposa por segunda vez, se ha quedado sin trabajo y una vez más parece haberse mudado con Omar, sin decírselo, sin preguntarle, sólo se ha quedado a dormir varias noches en corrido.  Integrandose a la cotidianidad, cambiandola sin cambiarla. Una noche después de fumar unas cápsulas, de repente y de la nada, Omar Saúl exclama, ¡un día de estos te voy a dejar que me lo mames!. Este instante cambió la relación ante los ojos de Omar quien ahora lo desea mas que nunca, le coge los huevos, se los acaricia y a veces se duerme por segundos abrazado a Omar Saúl quien indiferente y frío lo deja tocarlo y acariciarlo, nunca contesta una caricia, pero las relaciones sexuales entre ambos se vuelven mas intensas cada día.   Nunca expresa agrado sólo las gozan. Omar ardiendo en deseo ya no sabe que hacer, es tan difícil tener cualquier tipo de relación con un tipo que se considera heterosexual, sobretodo cuando ya el dejó hace tiempo de creer en las categorías heterosexual, homosexual, etc. Hace ya un tiempo viene trabajando el tema sobre las identidades, el esencialismo y cómo se an configurado estas categorías. No, a Omar no le importan las etiquetas, pero a Omar Saúl sí.

Por la mañana se había despertado acariciando las nalgas de Omar Saúl quien dormía profundamente cuanto deseó en ese momento despertarlo a mordidas leves y duraderas, saborear entre sus dientes cada pelito cada pedazo de nalga que pudiera, las había codiciado desde mucho tiempo atrás, había explorado con su lengua cada centímetro de piel, cada poro, cada orificio, produciendo y obteniendo placer del cuerpo del deseo, que ahora indiferente, yacía a su lado dormido, frío, cercano y distante a la vez.

¿Porqué me permite tocarlo, si no lo desea? Lo hace por las drogas, eso me convertiría en un aprovechado y no quiero, siempre lo he respetado, mi deseo no depende del cuerpo, yo lo puedo sublimar convertirlo en otras cosas, pensaba Omar, mientras jugaba en la computadora. Había cambiado la radio, no podía más con las noticias de la Universidad, es mas, no queria ir mas a la universidad, ya el motín causado por los políticos lo hartaba. Ahora estaba oyendo opera, esto lo relajaba. Su objeto de deseo ya se había levantado y caminaba por la casa, le había pedido pasto. Omar lo miró a la cara y le pidió que describiera su relación, Omar Saúl no pudo contestarle, no sabía

------ "no sé porque te permito tocarme, que importa, eniwei?

------Pero, ¿te molesta?

------No, a menos que esté durmiendo, pero lo mismo era con mi esposa.

------Yo quisiera explicármelo, ¿Son las drogas?

------No,no es eso .

------Porqué te estás quedando conmigo.

------Me estás botando, si quieres me voy pa’l carajo.

------Yo lo sé, eso no fue lo que dije

A veces hablaban mucho, a veces, no hablaban nada, a veces hablaban bien poco. Omar no se contentaba nunca con vivir el momento, triste o feliz tenía que analizarlo, también, tenía una gran necesidad de sentirse querido, apreciado. Hacía tiempo había dejado de creer en el amor, otros hombres habían robado esa ilusión. Sin embargo, sabía que era agradable y simpático y merecía ser apreciado por alguien, no quería amistades, sexo o relaciones que nacieran del interés, no valía la pena la energía que se gastaba en esas relaciones, mejor se masturbaba viendo una película o le daba 20 pesos a cualquiera que hiciera su trabajo y se marchara.

Omar Saúl era diferente en muchas cosas y era igual en otras. Tantos Omar Saúl habían ya flirteado con él antes. Deseosos de explorar el sexo con otros hombres, o de sentirse fruta prohibida, o la necesidad de ser deseados, o de probar que no tienen prejuicios, o de poder decir que tienen un amigo Gay, son tantas, tantas las razones y excusas que se utilizan para poder alcanzar algún grado de intimidad. Omar sabía todo esto, sin embargo estaba dispuesto a invertir energía en Omar Saúl, una poca, para "conocerlo" mejor, nada más por el momento, acababa de ser aceptado al programa de maestría de la Universidad. Este nuevo proyecto le tomaría mucho empeño y energía. Omar Saúl necesitaba muchísima atención, cuidos y mimos, había que recoger todo el tiempo, era descuidado, fumaba constantemente y no limpiaba nada de lo que ensuciaba. "Yo no quiero convertirme en su mamá", tal vez en el futuro podamos reencontrarnos, quien sabe. Pero por ahora, ¿que hago? Talvez debamos hablarlo entre los dos, yo solo no puedo definir la situación, por lo pronto el no parece consciente de lo importante que para mi es tenerlo cerca y lo mucho que puede herirme al darme mensajes confusos. Además, ¿Cómo esto me garantiza que no cambiará la amistad a algo peor, algo mejor? Omar agonizaba sobre si el mejor paso a seguir era seguir acostándodose con él o renunciar a sus nalgas, a su verga, sus tetillas, sus axilas y sus labios. Dice el anciano mito que los homosexuales solo desean la verga de sus objetos de deseo, Omar sabía que como todos los mitos esto también es falso, ¿Cómo iba a desear una verga sin desearlo a él por completo, aún cuando a veces lo deseaba por pedacitos? ¿Cómo podemos reducir un hombre a su verga?, ¿Cómo podemos reducir el hacer el amor, al disfrute de una verga? Por rica que sea la pinga, Omar necesitaba sentir que había una entrega, y que la misma era total, incondicional, plena y desenfrenada. Muchas veces se había conformado con lo otro, con los años y ya satisfechas muchas de sus curiosidades, cada vez estaba menos dispuesto a aceptar nada que no quisiera, cada vez era mas dificil negociar.