Este relato fue sugerido por una de las
colaboradoras habituales de la página, no te diré por ahora
quien es, lee el relato y tendrás una idea de quien puede ser
pero no te apures a sacar conclusiones.
Pero, como te estaba diciendo, un día me llegó
un mail en el cual me sugería una idea para un relato en el cual
yo me transformara en una esclava sumisa y obediente, quien me
conoce sabe que no puedo resistirme a una idea de este tipo e
inmediatamente me excité con mi nuevo rol, comencé a cartearme
con mi nueva Ama para saber que cosas le gustaban y aquí está
el relato, espero que les guste:
"Todo comenzó una tarde al recibir mi correo electrónico, junto con los muchos mensajes, algunos laborales y otros enviados por gente que había visitado mi página, me encontré con uno que me llamó poderosamente la atención, decía lo siguiente:
Aquellas que me conocen saben que no puedo
resistirme a una propuesta como esa, adoro y me fascina ser una
dominatriz, pero no puedo negarte que me excita terriblemente
también el transformarme en una esclava sumisa y obediente,
encontrarme a merced de los caprichos de mi ama es algo que como
ustedes ya saben, hace que mi imaginación comience a volar.
Tal es así que casi inmediatamente respondí a
dicho mensaje, como corresponde a una humilde esclava, respondí
adorando a quien me hacía tan atractiva propuesta, y mi carta
era mas o menos así:
Se imaginarán la angustia durante los dos días
que transcurrieron hasta que llegó la respuesta, continuamente
pensaba: - le habrá gustado mi carta, - quizá debí rebajarme
mas para demostrarle cuanto estaba dispuesta a servirla, -
debería haberme descripto a mi misma?, no, ella ya me conoce, ha
visitado mi página. En fin, durante esos dos días, mi nueva Ama
comenzó su educación haciendome ver que era ella quien me
contestaría cuando así lo deseara.
Finalmente, cuando ya suponía que no tendría un
nuevo contacto con ella, recibí un mail mas, esta vez era mas
breve que el anterior y simplemente decía:
Luego, tan solo una dirección y una firma: La
Señora Penélope.
Bueno, recuerdo que pensé, faltan dos días para
mi entrevista con mi nueva Ama, comencé entonces a prepararme,
esperando que llegara el gran día.
Llegué entonces a la dirección indicada
(caracterizado como hombre) y toqué el timbre en portería tal
como había sido instruída, una mujer me atendió y al
responderle que venía a buscar las llaves del 2° B me hizo
pasar, al abrirme la puerta noté que se trataba de una mujer de
aproximadamente 35 años, con bastante buen físico que sin
embargo se encontraba disimulado bajo el guardapolvo gris que
vestía, su pelo negro enrulado, estaba desarreglado y casi no
tenía maquillaje, vestía además un par de zapatillas, muy
prácticas para trabajar pero que dados mis gustos a mi no me
atraía en lo mas mínimo. Aunque recuerdo haber pensado (y este
es un ejercicio que hago frecuentemente) como se vería mas
arreglada y llegué a la conclusión de que sería entonces una
hermosa mujer.
- Hola, la Señora Penélope no está en este
momento, yo soy Gloria y ella recién llega a eso de las seis de
la tarde, pero quedate tranquilo, yo también la conozco y se de
tus gustos y de los de ella. Me dijo que te diera las llaves de
su departamento, sobre la mesa del comedor vas a encontrar un
sobre con instrucciones y yo voy a pasar mas o menos a eso de las
cinco para preparar todo antes que llegue la señora.
Tomé las llaves y fuí al departamento, mientras
esperaba el ascensor recuerdo que pensaba: Por qué me hizo venir
a las dos de la tarde si ella recién llegaba pasadas las seis?,
y Gloria, que papel jugaría en nuestro encuentro?
Cuando llegué al departamento, abrí la puerta y
me encontré con que estaba todo revuelto, parecía que el día
anterior había tenido lugar una reunión y nadie se había
molestado en arreglar nada, la cocina era una pila de platos
sucios, basura y botellas de bebida, el comedor estaba lleno de
papeles, en fin, tendrías que verlo ya que es imposible
describir como queda un departamento luego de una fiesta.
Sobre la mesa, entre dos copas vacías, encontré
el sobre que Gloria me había anunciado, tenía un cartel en su
frente que decía: "Ana Raquel" simplemente.
Me senté en una de las silla y lo abrí, dentro
contenía una carta escrita a mano que decía lo siguiente:
Una vez que estés cambiada, podés empezar a arreglar el departamento, he organizado una fiesta ayer con la única intención de que puedas demostrarme tus ganas de servirme cumpliendo las tareas de mi mucama.
Gloria vendrá mas tarde a supervisar tus tareas y ella conoce mis exigencias, así que obedecela a ella como si se tratase de mi, mas tarde, cuando llegue, podré charlar un poco con vos y tendrás tu premio o castigo según tu apariencia y como hallas cumplido con tus deberes.
Tu Ama Penélope'
Bueno, esto ya empieza a aclarar un poco las
cosas, miré mi bolso con la ropa que había traído y de igual
manera decidí llevarlo conmigo a la habitación, allí encontré
la ropa que mi Ama había elegido para mi extendida sobre la
cama, un par de medias blancas con costura, un par de zapatos
blancos también de taco aguja bastante altos (hecho que ya
comenzó a excitarme), un body blanco de lycra con encaje, un par
de portaligas y un uniforme de mucama francesa esta vez de color
negro.
Al lado de toda la ropa ví que había una
prótesis de considerable tamaño, bastante mas grande que un
pene normal y pegada con cinta adhesida contenía una nota:
"Póntelo, quiero que estés dilatada cuando llegue"
Las instrucciones eran precisas, la intención de
mi Ama era clara, solo me quedaba una cosa por hacer: Obedecer,
miré la pila de platos sucios que se encontraba en la cocina y
comencé a desnudarme para dejar salir a Ana.
Me coloqué primero las medias y el portaligas,
luego ajusté los zapatos y realmente me encantó como me
quedaban, el taco debía medir por lo menos quince centímetros y
mientras me contemplaba a mi misma en el espejo de cuerpo entero
que había en la pared, tomé la crema de mi bolso, y comencé a
masajearme la cola con ella, primero un dedo, comencé a moverlo
dentro de mí, luego dos y finalmente tres dedos.
Llegado este momento consideré que ya estaba
suficientemente dilatada y tomé el vibrador, lo encremé
abundantemente ya que tenía cierto temor por su tamaño y
colocándolo en la entrada de mi ano, comencé a guiarlo hacia
dentro mío.
Mi Dios, estaba entrando, yo no me creía a mi
misma capaz de comerme semejante aparato, dolió un poquito
mientras lo introducía, pero una vez que estuvo completamente
dentro mío la dilatación aumentó, y el placer comenzó a
surgir con mas intensidad.
Luego me coloqué el body, el cual era por lo
menos dos talles mas chico y me obligó a contener la
respiración mientras me lo ponía, cuando terminé de hacerlo,
el espejo me devolvió una figura excelente.
Aunque por supuesto, faltaba algo, de la cabeza
para abajo estaba hecha toda una putita, pero del cuello para
arriba había algo que no pegaba, el espejo todavía me mostraba
un rostro masculino. Así que sería necesario hacer algo al
respecto.
Primero la base a fin de ocultar las
imperfecciones de mi cara, luego la sobra sobre mis ojos, el
delineador y el rimmel, mi aspecto comenzaba a cambiar. Después,
el rubor, delineador sobre mis labios y finalmente un poco de
rush todo ello en la gama de los marrones.
Ahora mi imagen ya era otra, tomé la peluca de mi bolso, esta vez había elegido una de color negro azabache que me llegaba hasta los hombros y con mucho cuidado me la coloqué.
En ese momento me senté en la cama (con un
suspiro al sentir como la prótesis se enterraba dentro mío
hasta el fondo) y comencé a fijar en mis manos las uñas
postizas que había traído conmigo, estaba totalmente decidida a
darle a mi Ama la mejor de las impresiones posibles. Finalmente,
me coloqué el uniforme de mucama, el cual era abotonado a la
espalda, con un volado en el cuello y un pequeño delantal que se
abrochaba también en la espalda, y contemple mi obra en el
espejo.
No es correcto que yo lo diga, pero en esta
oportunidad me había superado a mi misma, realmente estaba
convertida en toda una prostituta, el uniforme era lo
suficientemente corto como para dejar entrever mis muslos, su
tacto era suave y excitante, los zapatos me fascinaban, el ver
mis propias manos con uñas extremadamente largas hizo que me
excitara mas todavía. Y comencé a tocar mi entrepierna como si
fuera una mujer (al fin y al cabo en eso me había convertido),
totalmente excitada.
De pronto, volví a la realidad, tenía que tener
el departamento arreglado antes que llegara Gloria para
supervisarme, debía comenzar con mis tareas como mucama.
Comencé a ordenar el living comedor, llevando
todos los trastos a la cocina, mientras lo hacía mi excitación
era cada vez mayor, cada paso que daba hacía que la prótesis se
moviera dentro mío, y hasta el ruido que producía yo misma al
caminar me excitaba cada vez mas.
Cuando terminé de arreglar la sala, me dirigí a
la cocina y comencé a lavar la vajilla. Poco a poco mis tareas
se fueron cumpliendo y la tarde continuó avanzando, casi sin
darme cuenta estaba disfrutando mi nuevo rol, transformada en una
mucama y debiendo ordenar la casa antes que la señora llegase,
este tipo de cosas me hizo ver que la Señora Penélope sabía
muy bien lo que hacía y como tratar a la servidumbre.
Estaba enfrascada en estos pensamientos cuando
escuche un ruido de llaves en la puerta, - Debe ser Gloria
pensé, ya debe ser la hora, miré el reloj y efectivamente, ya
eran las 5,20 horas, gracias a Dios Gloria se había demorado un
poco, de otra manera no habría aprobado su exámen, pero ahora
estaba todo casi listo.
Salí de la cocina y me acerqué hacia la puerta,
ahí estaba Gloria, seguía vistiendo el mismo guardapolvo gris
que tenía antes, el cual le quedaba bastante grande y le caía
por debajo de las rodillas, pero su aspecto era de alguna manera
completamente diferente.
Lo primero que llamaba la atención era su rostro,
ahora ya no estaba a cara lavada sinó que se había maquillado y
había logrado de alguna manera que a pesar del guardapolvo,
tuviera el aspecto de una prostituta trabajando en medio de la
calle. Su pelo además no caía ahora sobre su frente sino que
estaba recogido en una cola de caballo que caía por su espalda.
Luego de la primer mirada pude notar que también
había cambiado sus zapatillas por un par de botas negras con un
taco aguja tan alto como el de mis zapatos que se introducían
por debajo del guardapolvo. Se acercó a mi entonces y me dijo:
- Hola, como cambiaste, la Señora Penélope me
ordenó que viniera a ver tu trabajo, pero además no puedo
negarte que estaba muerta de ganas por conocerte, cuando viniste
a buscar las llaves no podía dejar de pensar como te verías una
vez transformada.
- Espero que le guste, le respondí tímidamente
como corresponde a una esclava.
- Que si me gusta?, me encanta querida, pero no
seas tan tímida conmigo, yo también soy una esclava de la
Señora Penélope, aunque ya he terminado mi aprendizaje.
Entendí inmediatamente que Gloria era una de esas
pocas mujeres a las que les atraen los CD como yo o como la
Señora Penélope, genial, de alguna manera intuía que iríamos
a pasar gratos momentos juntos.
- Pero primero es lo primero, vamos a revisar
tu trabajo.
Y comenzó entonces a examinar primero el comedor,
observando que los muebles estuvieran limpios, que hubiera
barrido como corresponde sin dejar tierra en los rincones y
cuando hubo terminado con el living comedor, se dirigió a la
cocina, allí solo pudo observar una pila de platos y vajilla que
había sido lavada.
- Muy bien, veo que no perdiste el tiempo y no
te pasaste la tarde mirando novelas como acostumbra a hacer la
servidumbre, ahora tengo que revisarte a vos, vení para acá.
Me acerqué hacia ella hasta quedar a no mas de un
metro de distancia, entonces verificó que tuviera el uniforme
bien colocado (de hecho lo ajustó un poco a mi espalda), revisó
mi maquillaje, etc.
- Muy lindo tu maquillaje, realmente parecés
una putita, ahora date vuelta que quiero ver si cumpliste todas
las instrucciones.
Le dí la espalda y entonces ella levantó la
pollera de mi uniforme, y acarició mi cola para verificar si
tenía puesta la prótesis que la Señora Penélope habia dejado
para mi, todavía la tenía puesta, ya llevaba mas de tres horas
dentro mío y mi excitación era increíble, el haber estado
trabajando durante todo ese tiempo con ella dentro mío,
caminando y dilatándome cada vez mas, me estaba enloqueciendo.
- Muy bien, ya estás bien dilatada y además
tenés una cola preciosa, decía Gloria mientras me acariciaba.
- Por favor Gloria, dije entre jadeos, no hagas
así que no aguanto mas.
- Hay pobrecita la sierva, está caliente, vamos a tener que hacer algo al respecto y su amiga Gloria le trajo una sorpresita.
Y mientras decía esto, intensificó sus caricias
en mi cola mientras me tomaba por un brazo y me daba vuelta, así
terminó abrazándome, y con sus manos a mi espalda, yo respondí
a su abrazo, pero con una de mis manos me dediqué a acariciarle
uno de sus pechos, al tacto y por debajo de ese horrible
guardapolvo se percibían espectaculares. En ese momento nos
dimos un beso, pero entrelazando nuestras lenguas para así no
arruinar nuestro maquillaje.
- Y ahora quiero mostrarte lo que traje para
vos.
Comenzó a desabrocharse el guardapolvo, y cuando
terminó de hacerlo rápidamente lo abrió y lo dejó caer atrás
suyo, revelando entonces no una sinó varias sorpresas. No sabía
que mirar primero.
Sus pechos eran espectaculares, sobresalían por
sobre un corpiño media taza y su tamaño era impresionante, se
trataba del ideal de una nodriza, inmediatamente surgieron en mí
deseos de alimentarme de ellos. Debajo, continuaba con un corset
negro que le llegaba hasta las caderas, tremendamente ajustado y
que le hacía una figura realmente espectacular, un portaligas
sostenía un par de medias negras con costura y las botas
llegaban hasta la rodilla.
Y por último, tenía puesto un arnés con una
prótesis aún mayor que la que yo tenía en mi cola, la estaba
sujetando con su mano derecha como si se tratara de su propio
pene y mientras la masturbaba me dijo:
- Te gusta mi pija nueva?, quería estrenarla
con una putita como vos.
- Me encanta, respondí, y me acerqué a ella para
besarla nuevamente, era increíble la cantidad de secretos que
podía esconder Gloria por debajo de ese guardapolvo y yo estaba
mas excitada todavía.
Nos besamos nuevamente, yo ahora sintiendo la
presión de su pene artificial contra mi pierna, lo tomé
entonces con mi mano y comencé a acariciarlo.
- Que hermoso se ve entre tus manos con esas
uñas largas que tenés, me encantaría ver como se ve dentro de
tu boca.
Obviamente no me hice rogar, a esta altura mi
excitación era quien comandaba mis actos, así, inmediatamente
me arrodillé frente a ella y comencé a besarlo con mi lengua,
primero en su cabeza (era extremadamente real), luego a lo largo
de su cuerpo hasta llegar a los huevos de plástico y cuando hube
completado el recorrido, fuí introduciéndolo en mi boca,
mientras miraba a Gloria, tratando de parecer lo mas puta
posible.
Creo que lo logré porque ella me dijo:
- Que putita que sos, como te gusta la pija,
seguí, seguí así que me calienta verte.
Seguimos así durante un rato, yo cada vez mas
excitada y Gloria también, mientras tanto, acariciaba su cola
con mi mano libre y pude notar que ella tenía también un
vibrador en su cola. Entre gemido y gemido me aclaró:
- Todas las esclavas de la Señora Penélope
debemos llevar una prótesis dentro nuestro, es su manera de
recordarnos quien somos y de tenernos permanentemente dilatadas.
- Pero ahora, si vos sos una putita, debés
estar necesitando alguien que te coja, y yo estoy dispuesta a
hacerlo, decime, querés que te coja un poquito?
- Por favor Gloria, cojeme, no me dejés así.
- Que lindo, me encantan las putas como vos,
ahora yo voy a ser tu machito y me muero de ganas por romperte el
culo.
- Pero vamos a la cocina que es allí donde
coge la servidumbre.
Tomó del bolsillo del guardapolvo un preservativo
y se dirigió a la cocina, allí, me lo alcanzó para que lo
colocara en su pene. Me costó un poco de trabajo con las uñas
que tenía, mas que nada por temor a romperlo y por la
excitación que sentía en ese momento, pero finalmente, el
preservativo estuvo colocado en esa hermosa prótesis y comencé
a acariciarla como si la estuviera masturbando mientras le
decía:
- Me vas a coger, si, por favor
- Claro que voy a cogerte, ahora sos mi hembra
y yo soy tu macho y tengo que atenderte bien.
Me dió vuelta y me coloco con las manos apoyadas
sobre la mesada, con mi cola parada y entonces abrió mis
piernas, subió la pollera y desprendió la entrepierna del body
dejando mi cola al aire. De a poco fue retirando la prótesis que
tenía puesta y empezó a masajear mi cola con la punta de su
pene artificial.
- Que linda colita que tenés, me la vas a dar
mi amor?
- Claro que te la voy a dar, es toda tuya, quiero
que me cojas y ser tu hembra.
- Pero que dilatada que estás, a ver como
entra.
Empezó entonces a hacer mas presión con su pene,
el cual fue entrando lentamente, que placer, yo estaba
completamente dilatada y habría entrado cualquier cosa dentro
mío, mas con la excitación que tenía. Finalmente, cuando ya
estuvo por entero dentro mío y sentía los huevos de la
prótesis contra mi cola comenzó a moverse.
- Te gusta como te coge tu macho?
- Si, es hermoso, por favor quiero mas.
Di vuelta mi cuello de manera de poder darnos un
beso de lengua mientras se movía dentro mío. Yo estaba en el
mejor de los mundos posibles cuando de pronto entró un hombre en
la cocina.
- Que es esto?, putas de mierda, las dejo solas
diez minutos y ya están revolcándose como las reventadas que
son.
Comprendí inmediatamente que se trataba de la
versión masculina de la Señora Penélope que estaba llegando de
su trabajo. Inmediatamente las dos nos separamos y le pedimos
perdón por habernos dejado llevar por nuestra excitación.
- A vos Gloria ya te voy a arreglar después,
prepará a Ana para su castigo y andate mientras tanto yo me voy
a cambiar.
Me miró entonces y dirigiéndose a mi dijo:
- Francamente no esperaba esto de vos, sabía
que eras puta pero esperaba que pudieras controlarte, así que
deberemos comenzar con un aprendizaje estricto.
Terminó de decir esto, se dió media vuelta y
entró a la habitación dando un portazo.
- Vení querida, dijo Gloria, tengo que
prepararte pero no te preocupés, ya vas a ver que a la larga la
Señora Penélope es buena maestra.
Gloria entonces colocó de nuevo en su lugar la
prótesis original, cerré la entrepierna de mi body y bajé la
pollera de mi uniforme, por último, con mis manos traté de
alisar las arrugas que tenía. Cuando hube recuperado nuevamente
la compostura, Gloria me tomó de una mano y me llevó hasta la
sala.
- Sentate en ese sillón, me dijo mientras
indicaba un sillón de respaldo alto, con brazos de madera.
Me senté y una nueva oleada de placer recorrió
mi cuerpo al sentir como el vibrador se introducía por completo
dentro mío. Ella entonces se dirigió hacia un armario, abrió
una de sus puertas y volvió con una serie de elementos en sus
manos.
Esos elementos eran básicamente gran cantidad de
cuerdas, primero me ató los tobillos entre sí, luego, ató mis
muñecas y mis codos a los brazos del sillón, ya estaba
completamente inmobilizada, que mas podría hacer con el resto de
las cuerdas que tenía?.
Gloria sabía muy bien que mas podría hacer, ató
mi torso pasando tres vueltas con la cuerda al respaldo del
sillón, estaba bastante ajustado y me costaba un poco respirar.
Cuando terminó de atarme, volvió al armario y
retornó con un penis - gag en sus manos, me hizo abrir la boca
para introducirlo en ella y me lo colocó con firmeza, mientras
me decía:
- A la Señora Penélope no le gusta que su
servidumbre hable de mas.
Estaba totalmente inmovilizada, no podía moverme
en lo mas mínimo, mi boca se encontraba llena con el penis -
gag, Gloria fue una vez mas hasta el armario y retornó con una
pieza de cuero que parecía ser sumamente flexible, se trataba de
una capucha sin ojos, con tan solo una abertura en la nariz para
que pudiera respirar y que se cerraba en la nuca cubriendo hasta
mi cuello.
Una vez que la colocó, yo estaba también ciega,
me sentía totalmente indefensa, aunque no por eso menos
excitada, el escuchar el ruido del taconeo de Gloria y sentir la
prótesis enterrándose cada vez mas dentro mío solo aumentaba
mis deseos.
Sentí una caricia en mi entrepierna mientras
escuchaba a Gloria que me decía:
- Tengo que irme, pero ya nos vamos a divertir
juntas mas adelante.
Escuche sus pasos y finalmente la puerta que se
abría y se cerraba, me quedé sola, totalmente a merced de mi
nueva Ama.
No sabría decirles cuanto tiempo pasó, podrían
haber sido diez minutos o dos horas, el tiempo parece transcurrir
de otra manera cuando una se encuentra en las circunstancias en
las que me hallaba en ese momento. Imposibilitada de moverme, de
ver a mi alrededor, estaba yo sola con mis pensamientos,
imaginando a que castigos me sometería la Señora Penélope por
haberme mostrado tan viciosa. Les aseguro una cosa, esta fue la
peor de las torturas, el constante suponer y especular con lo que
me sucedería y estoy completamente convencida de que mi Ama
sabía de esto y de alguna manera, mi educación había
comenzado.
Luego de no se cuanto tiempo, mi cuerpo estaba
totalmente adormecido, había dejado de sentir incluso la
prótesis que tenía dentro mío y recuerdo haber pensado que
probablemente sería por la dilatación que habían alcanzado los
músculos de mi ano. Mis brazos y piernas, imposibilitada como
estaba de moverme, hacía rato ya que se habían dormido, cansada
ya de intentar retener mi saliva dentro de mi boca, sentía como
esta goteaba por las comisuras de mis labios y rogué que no
fuera castigada nuevamente por estar arruinando mi maquillaje.
Finalmente, cuando ya estaba desesperando (debo
reconocer que mi Ama sabe muy bien como calcular los tiempos de
sus esclavas), escuché la puerta que se abría nuevamente y
supuse que se trataría de la Señora Penélope que salia de su
habitación. Un taconeo se acerca hacia mi y pensé: - Ahí
viene, ahora me dirá que será de mí.
Sin embargo, el taconeo pasó detrás mío y
siguió de largo, escuché varios ruidos, puertas (de los
armarios supuse) que se abrían y cerraban, la Señora que iba
hacia la cocina para después volver, la puerta de la heladera
que se abría y luego se cerraba. Finalmente, el sonido de
alguien al sentarse en un sillón, el televisor que se encendía
y el inconfundible sonido de una video casetera funcionando.
Mi Ama estaba en la misma sala que yo, sin
embargo, estaba ahora igual que antes, peor aún, ya que los
múltiples sonidos no hacían otra cosa que mantenerme en
constante tensión, esperando que en cualquier momento se
acercara hasta mí y me castigara de no sabía que forma.
Luego de un rato de estar mirando la video, cuando
por los sonidos la película estaba por comenzar, esta se apagó,
escuché a la Señora que se levantaba y se acercaba hacia mí,
una mano acarició mis piernas, rodeo mi busto y luego, dando
vuelta, se paró atrás de mi. Sus manos continuaban acariciando
mi cuello e introduciéndose por debajo de mi uniforme, fueron
ascendiendo y llegaron hasta mi rostro, el cual comenzaron a
acariciar por encima de la capucha de cuero.
Bajaron una vez mas hasta llegar a mis pezones, y
en ese momento sentí como con sus uñas los pellizcaba, cada vez
mas fuerte mientras me decía:
- Puta que sos, te dejo una hora sola con la
otra reventada y ya las encuentro cogiendo, es que la gente como
vos no sabe hacer otra cosa?
Que podía responder, nada, con el penis - gag en
mi boca ni siquiera era capaz de emitir gemido alguno.
- Sin embargo estoy decidida a transformarte en
una esclava como corresponde, y ahora comienza tu educación.
Al decir esto, retiró sus uñas de mis pezones y
comenzó a desabrocarme la capucha. Ella estaba detrás mío así
que no podía verla aún.
Cuando la retiró, escuche sus pasos y como la
puerta del armario se abría. Dios, que es lo que traerá ahora?
Nada, simplemente había ido a guardar su capucha,
ahora caminó hasta encontrarse frente a mi y por fin pude ver a
mi Ama. No puedo decirte otra cosa sino que es sencillamente
espectacular, si Gloria me había gustado, con ella directamente
quedé sin aliento.
Su maquillaje era perfecto, sus ojos, sus labios,
en fin, toda su cara expresaba al mismo tiempo deseo y poder,
control. Me sentí aún mas bajo su dominio. Luego, tenía una
blusa blanca abotonada al frente y que le llegaba hasta el
cuello, sus uñas eran tan largas como las mías pero de color
negro, una pollera tubo negra de cuero le llegaba unos quince
centímetros por encima de las rodillas y los zapatos eran
realmente espectaculares, dignos de una Dominatriz como ella.
Eran negros, con una pulsera que los ajustaba por
el tobillo y con un taco de al menos quince centímetros de
altura, pero el taco era metálico y dorado, me excité mas aún
solo al verlos.
Completaba su atuendo (al menos lo que podía ver)
con un par de medias negras y una peluca rubia con muchos bucles
que caían a los costados de su cara y que le llegaba a la mitad
de la espalda.
- No me mirés con esa cara, reventada, o es
que acaso no tuviste suficiente y ya te estás calentando de
vuelta?.
Seguía sin poder contestarle, además, como me
atrevería a decirle que nunca había dejado de estar excitada.
- Bueno, tenés suerte ya que estoy decidida a
educarte, pero primero voy a comentarte algunas reglas, luego de
escucharlas podrás hacer dos cosas, la primera irte y no volver
nunca mas, olvidarte de haberme conocido y perderte las
experiencias mas excitantes de tu vida, y la segunda es quedarte,
aprenderás muchas cosas nuevas, tendrás la fortuna de servirme
y si lo haces bien, ocasionalmente podré llegar a premiarte por
ello. Estás de acuerdo?
Moví mi cabeza asintiendo.
- Está bien, estas son las reglas que tendrás
que cumplir:
- El camino es largo y penoso, pero los
placeres que te esperan no tienen límite, si me sirves bien y
terminas el aprendizaje, podrás incluso tener el honor de que yo
te regale algún esclavo para que te diviertas. Está claro?
Asentí nuevamente.
- Bueno, ahora te vas a quedar o te vas a ir?
No sabía como hacer para decirle, no podía
hablar y estaba realmente desesperada por quedarme, como podría
haber optado por retirarme?, como podría haberme perdido las
experiencias que estaba segura me esperaban. Sin embargo, tan
solo pude mover mi cabeza afirmativamente.
- Bien, hiciste la elección correcta.
Y mientras decía esto, se agachó para soltar mis
manos y piernas de sus ataduras. Terminó, recuerdo que pensé,
sin embargo, estaba muy equivocada. Antes de que pudiera comenzar
a mover siquiera un poco mis extremidades adormecidas, la Señora
colocó en mis tobillos un par de esposas unidas por una cadena
de mas o menos medio metro de largo, podría caminar, pero a cada
paso me dijo, recordaría que era de su propiedad.
Luego colocó en mis muñecas un par de esposas
similar y finalmente una correa en mi cuello con una cadena de
mas o menos un metro de longitud.
Tiró de ella y me dijo:
- Vení que ahora quiero ver una película
mientras pienso que hago con vos.
Se sentó en un sillón y con un tirón de la
cadena me indicó que quería que me sentara en el piso, al lado
de ella. Así lo hice.
Puso en funcionamiento la video y entonces luego
de retirar el penis - gag de mi boca dijo:
- No se que estás esperando para mostrarme tu
respeto, estás ahí, sentada como una imbécil en vez de
adorarme.
Adiviné inmediatamente lo que deseaba de mi y
comencé a acariciar sus piernas, sintiendo el suave roce de sus
medias de seda, besando sus pies y piernas hasta llegar al muslo
y luego, ante un gesto de ella con su dedo índice, a limpiar sus
zapatos con mi lengua.
- Así parecés realmente lo puta que sos, sin
embargo, creo que tenés posibilidades.
Mientras yo adoraba su cuerpo, acariciando sus
piernas y besando sus zapatos y pies, ella puso a funcionar la
video, y comenzó a mirar la película, el televisor estaba a mi
espalda así que no supe de que se trataba hasta después de un
rato. Cuando empecé a escuchar jadeos y sospeché que se trataba
de una película porno.
Maniobré de manera tal que pudiera seguir acariciando sus
piernas y poder mirar de reojo la película. Así, finalmente
pude contemplar la escena que también estaba mirando mi ama, se
trataba de una imágen de un CD dominante que tenía inmovilizado
a otro sumiso, mientras en su mano sostenía una prótesis y le
enseñaba a besarla como corresponde.
La Señora Penélope entonces advirtió mi interés por la
película y entonces me dijo:
- Así que te gusta, ya me lo imaginaba con lo reventada que
sos.
Yo imaginaba que en ese momento me castigaría por estar mirando
la película, sin embargo, tomó mi mano y la guió por debajo de
la pollera hasta su entrepierna, allí me hizo saber que deseaba
que la acariciara mas profundamente.
Por supuesto, intenté hacerlo lo mejor que pude, y creo que por
la expresión de mi Señora había logrado cumplir sus
expectativas, noté que debajo de su bombacha su clítoris se
tensaba y ejercía una presión cada vez mayor. Yo por mi parte,
debía contenerme para no tomarlo entre mis manos y comenzar a
besarlo.
Finalmente, ella en su bondad me otorgó este deseo, subió su
pollera y corriendo la bombacha hacia un costado, dejó salir el
clítoris, yo comencé entonces a masajearlo para que cobrara
toda su dimensión y cuando me acerqué para besarlo;
imprevistamente sentí como la mano de mi Ama golpeaba mi rostro
con una cachetada.
- Pero, habrase visto esta servidumbre, una les da la mano y
se toman el brazo. Acaso pensás que voy a permitir que mis
genitales entren en contacto con tu boca?
- Andá inmediatamente a buscar un preservativo.
- Si Señora, respondí de la manera mas sumisa posible,
intentando complacerla, me incorporé y caminando con pasos
cortos, fui hasta la mesa donde se encontraba la caja de
preservativos, retiré uno y abrí el envoltorio.
Con el en la mano, me arrodillé entre sus piernas y empezaba a
colocárselo cuando una nueva cachetada golpeó mi rostro.
Pegando un tirón de la cadena que me sujetaba en el cuello,
acercó mi cara a la suya y me dijo:
- Con las manos no, con la boca como corresponde a una puta
como vos.
Puse entonces el preservativo en el extremo de su pene y con mis
labios comencé a desplazarlo hacia adentro, mientras al mismo
tiempo, sus genitales se introducían dentro de mi boca.
Cuando por fin tuve la boca llena, comencé a moverla hacia
adelante y atrás, mientras con mi lengua acariciaba la punta de
sus genitales y con mis uñas, arañaba levemente sus divinas
bolsitas.
Creo haber agradado a mi Señora, eso espero, en estos momentos
mi única razón de ser era la de darle placer, me sentía
totalmente dominada por ella y dispuesta a hacer cualquier cosa
en mi aprendizaje.
Luego de un tiempo, la Señora Penélope llegó a una decisión y
me lo hizo saber con un tirón de la cadena, yo entonces me
retiré y esperé sus instrucciones.
- Creo saber que es lo que estás necesitando, un poco de
educación. Y para obtener educación, que mejor que ir a la
escuela. Quedate aquí y no te muevas.
Alisó su pollera y se levantó, se dirigió rápidamente a la
segunda habitación y antes de que pudiera darme cuenta,
retornaba con una ropa blanca en sus manos.
- Tomá, quitate ese uniforme y ponete esto. Después
esperame hasta que yo te llame, pero cuidado con no estar lista
cuando te diga.
Quitó las esposas de mis manos y pies y se retiró nuevamente y
cerró la puerta de la segunda habitación, yo entonces
desplegué la ropa que me había dado y vi que era un uniforme de
colegiala, abotonado en la espalda, con un moño de cinta
también en la espalda, un poco mas largo que el uniforme que
tenía ahora (llegaba a la mitad de mi pierna) y con muchas
tablas en su falda.
Cuantos cambios para un día pensé, primero había sido mucama,
ahora me transformaba en una colegiala. Claro que una estudiante
muy particular ya que continuaba con mis medias con portaligas,
mis zapatos de taco aguja y por supuesto, con la prótesis dentro
mío.
Bueno, es mejor apurarme, pensé, no sea cosa que la Señora
Penélope me llame y yo todavía no esté lista. Desabotoné mi
uniforme y me coloqué el delantal blanco, me dió un poco de
trabajo abrocar algunos de los botones aunque por fin pude
hacerlo.
Estaba terminando de acomodar el moño a mi espalda, contemplando
en el espejo como había quedado, cuando de pronto escuché:
- Señorita Ana Raquel, venga por favor
Alisé mi falda y me dirigé a la habitación desde la cual me
llamaba mi Ama, al ingresar vi que en ella tan solo había un
escritorio, un pupitre de escuela y detrás del escritorio un
cartel que decía "Escuela de Putas"
Me sonaba familiar de algún lado, me quedé helada al verlo,
hasta que de pronto recordé, era la situación que yo había
descrito en uno de mis relatos de mi página, la Señora
Penélope estaba poniendo en práctica lo que había sido mi
fantasía, pero con los roles cambiados, yo ya no era la mujer
dominante, sino por el contrario, había ocupado el lugar de la
alumna sumisa.
Mientras tanto, la Señora Penélope tenía puesto ahora un
guardapolvo blanco de maestra, había colocado un par de anteojos
de carey que le conferían la apareiencia de una institutriz
inglesa y se encontraba parada al lado del escritorio, con las
manos en las caderas y la punta de su pié izquierdo golpeteando
contra el piso.
- Así que por fin la señorita se dignó a venir.
- Discúlpeme Señora, no se va a volver a repetir.
- Discúlpeme nada
Se acercó a mi y tomándome por el brazo casi me empujó sobre
el pupitre, obligándome a sentarme en el.
- Cuando estemos en esta aula, usted se referirá a mi como
corresponde, aquí yo soy la Señorita Penélope, está claro?.
- Si, Señorita Penélope
- Bien, vamos a comenzar entonces la lección de hoy, preste
atención.
- Para usted es muy importante tener una buena dilatación,
su Ama debe entrar en su ano sin esfuerzo, es de mal gusto que
tenga que lubricarla primero y después aguantar sus quejas
cuando por fin decida hacerle el honor de recibirme dentro suyo,
ha comprendido?
- Si Señorita Penélope.
- Bien, entonces la lección de hoy se referirá a obtener
una buena dilatación de su parte, un poco ya hemos avanzado
espero ya que hace varias horas que tiene ese artefacto dentro
suyo. A propósito, sabe como se llama.
- No Señorita Penélope.
- Bueno, es un "Tutor", ya que permite guiar su
dilatación. Ve, ya ha aprendido algo, no es tan ignorante como
antes.
- Si Señorita Penélope.
- Pero ese es solo el principio, debemos continuar, venga
aquí hasta el escritorio y enséñeme su cola.
Me levanté y luego de acercarme al escritorio, apoyé mis manos
en el de forma que mis nalgas quedaran exhibidas frente a la
Señorita Penélope.
Ella levantó entonces mi delantal, y desabrochando el body dejó
al aire el "tutor", el cual retiró. Mi cola sintió
cierta nostalgia por el, ya me había acostumbrado a usarlo.
Se colocó entonces un par de guantes de latex, del tipo de los
utilizados en cirugía y comenzó entonces a explorar mi ano con
su mano, introduciendo primero un dedo, luego dos y finalmente
tres. Cuando estuvieron todos adentro, comenzó a moverla de un
lado para otro mientras yo hacía mi mejor esfuerzo para no gemir
y comenzar a mover mi cola.
- Bien, veo que algo hemos progresado pero todavía debemos
continuar mas.
Y mientras decía esto comenzó a desabrochar su delantal, cuando
terminó de hacerlo, corrió el cierre de su pollera de cuero y
la dejó caer a sus pies.
Quedé helada, no podía reaccionar, la Señorita Penélope
tenía puesta una prótesis descomunal, no sabía siquiera que se
hicieran de ese tamaño, no soy buena para calcular medidas, pero
si pude ver que caía entre sus piernas casi hasta la midad del
muslo, y cuando la tomó entre sus manos sus dedos no conseguían
cerrarse por completo.
No pensará que yo soy capaz de recibir eso pensé, si es capaz y
en ese momento tuve la certeza de que de una manera u otra hoy no
terminaría el día sin saber que se siente al tener semejante
artefacto dentro mío.
- Por favor Señorita, me va a doler mucho.
- Silencio, esto es parte de tu educación
- Pero, pero, es que es muy grande.
- Te dije que te callaras, mocosa insolente, yo se muy bien
lo que te conviene.
Y mientras decía esto, volvió a colocarme el penis - gag.
- A ver si ahora te quedás un poco calladita.
Comenzó entonces a colocar abundante crema sobre la prótesis
mientras me decía.
- Quédese tranquila, usted sabe que esta prótesis cuenta
con un eyaculador, sin embargo, yo no lo he llenado con algún
sucedáneo de semen, sino que sabiendo lo llorona que es usted lo
he cargado con una crema lubricante bastante líquida. Así, a
medida que la vaya penetrando, iré descargando dentro suyo y
abriéndome camino.
Eso me tranquilizó un poco, en ese momento, sentí como el
extremo de la prótesis se apoyaba contra mi ano, la Señorita
Penélope aseguró mis nalgas con una de sus manos mientras que
con la otra me sujetó por la correa del penis - gag, tirando mi
cabeza hacia atrás.
Sentí como la presión aumentaba y como la prótesis luchaba por
entrar dentro mío, de pronto mi ano cedió al empuje de mi
maestra y su pene artificial entró en mi bruscamente. Si hubiera
podido gritar lo hubiera hecho, pero amordazada como estaba,
debí limitarme a gemir por lo bajo.
Pero no había entrado por completo, tan solo la primer parte, mi
Institutriz continuó empujando hasta que poco a poco, tuve
dentro mio todo todo el miembro, lágrimas asomaban de mis ojos y
sentía como la humedad de la crema escurría por mis piernas.
Cuando los testículos de latex tocaron mis nalgas, mi Señora me
dió un fuerte cachetazo en una de ellas.
- Vió llorona, como se lo comió todito y no fue para tanto.
Si hubiera podido hablar no me habría atrevido a responderle,
jamás creía que podría haber hecho lo que en ese momento
estaba haciendo, al estar ahora dentro mío, mi ano se dilataba
cada vez mas y estaba comenzando a gozar con la situación.
Realmente mi Maestra sabía como llevar a una persona a su
límite.
Entonces comenzó a moverse, lentamente hacia atrás y luego
hacia adelante, con cada una de sus embestidas sentía como el
pene artificial iba soltando parte de su crema, lubricando el
mismo su propio camino y abriéndose paso dentro de mi.
Después de un tiempo, yo continuaba llorando, pero ahora de
placer, el vaivén de la Señorita Penélope era prolongado, iba
y venía, salía y entraba y en algunas ocasiones incluso llegaba
a retirarse por completo para volver a introducirme ese
gigantesco pene de una sola embestida.
- Bueno, por hoy es suficiente, además, me he quedado sin
crema y eso que cargué un cuarto litro, para la primer clase se
ha portado bastante bien y creo que se merece un premio.
Se retiró, y tomando de nuevo el "tutor" lo introdujo
dentro mío, luego de lo que había pasado por ahí, este bailaba
y apenas podía sentirlo, sin embargo, lo recibí como a un viejo
amigo.
- Pero mire usted, está chorreando crema. A ver que podemos
hacer.
Tomó entonces una toalla femenina y me la colocó a fin de que
recogiera la crema que estaba escurriendo por los costados del
"tutor", luego me indicó que abrochara nuevamente el
body. Ahora si, me sentía como si fuera una mujer menstruando,
preocupada por no manchar la ropa.
- Bueno, y como ha sido una buena aluma, puede usted llegar
al orgasmo si lo desea.
Me permitió entonces tomar mi propio clítoris y comenzar a
masajearlo, fue tan solo cuestión de un instante conseguir una
erección como nunca había tenido en mi vida, y cuando sentía
que ya casi estaba por llegar, mi maestra me dijo mientras
extendía su mano enguantada en latex:
- Aquí, llegue aquí en mi mano.
Llegué al orgasmo, inundando la palma de su mano por completo.
Entonces, acercó la mano a mi cara.
- A ver como la nena toma su leche, muy bien, no quiero que
deje una sola gota.
Por primera vez en mi vida, bebí mi propio orgasmo, tal como
ella me había indicado, hasta la última gota.
- Muy bien, por hoy termina la lección, vamos a la sala.
Cuando llegamos me hizo sacar el guardapolvo y sentarme en una
silla.
- Vamos a arreglar un poco ese maquillaje.
Retocó entonces mi maquillaje, y cuando terminó de hacerlo me
contemple en el espejo, estaba mucho mejor de lo que yo misma
creía que podía estarlo.
Se retiró entonces y volvió con otro vestido en su mano. Que
vendrá ahora pensé, es que acaso no han sido demasiadas
experiencias para un mismo día?
- Tomá, ponete esto.
Me puse el vestido, era un vestido negro de lycra sumamente
ajustado, de mangas largas y que me llegaba hasta la mitad de la
pierna. Cuando pude mirarme en el espejo, este me devolvió una
vez mas la imágen de una verdadera puta. Aquí vamos de nuevo
pensé.
Pero no, me equivoqué una vez mas, me alcanzó una cartera y me
dijo:
- Aquí están tus documentos, andate y volvé el martes a
las dos de la tarde.
- Pero, voy a salir así a la calle?
- Por supuesto, si sos una puta toda la gente debe saberlo,
quien sabe, a lo mejor tenés suerte y hacés algo de plata.
Me empujó hacia el pasillo y cerró la puerta. Quedé ahí,
transformada en toda una putita y teniendo que atravesar Buenos
Aires hasta casa, es que mi Ama estaba decidida a hacerme pasar
por todas las experiencias que tanto yo como mis amigas habíamos
imaginado en mi página?
Fuí hasta el ascensor y lo llamé, resignada, no podía hacer
otra cosa que arriesgarme.
Sin embargo, cuando llegué a planta baja, traté de ver si
venía alguien y como no había nadie, me dirigí hacia la
puerta, aquí se acabó mi suerte, vi en la puerta de calle una
silueta parada junto a ella.
Me descubrirán, como haré, ya me imaginaba el escándalo, pero
de cualquier manera sabía también que el martes próximo
estaría a las dos de la tarde arreglando el departamento de mi
Ama.
- Hola, todavía por aquí.
Me dí vuelta, quien estaba en la puerta no era ni mas ni menos
que Gloria, no la había visto ya que caminaba mirando el piso
por temor a llamar la atención. Vestía nuevamente el
guardapolvo gris con el que la había conocido, continuaba con
las botas puestas y yo ahora conocía los secretos que guardaba
bajo esa ropa.
- Tenés el tutor puesto?
- Si todavía lo tengo.
- Y me imagino que ahora tenés que volver así a tu casa no?
Sabés, yo puedo ayudarte, tengo en la portería alguna ropa de
hombre que puedo prestarte, pero vas a tener que acompañarme.
Y sonreía mientras decía esto.
Por supuesto, sonreí yo también."
Te ha gustado el relato?, una vez mas yo me excité mucho al escribirlo e imaginarme a mi misma en esas situaciones, de hecho mi colita pedía a gritos ser atendida, hasta tal punto que gran parte de el lo escribí con una prótesis entre mis nalgas y bien enterradita al sentarme.
Pero esto no es lo que quería decirte, ya te
conté que mi nueva Ama en este relato es una vieja colaboradora
de esta página, si has leído sus relatos, conoces también sus
gustos, así he decidido iniciar un concurso, envíame por mail
quien supones que es mi nueva Ama, si aciertas me comprometo a
cumplir todos tus deseos.
No se vale enviar un mail con varios nombres, los
mail deben sugerir un solo nombre de quien es mi Ama, ni tampoco
enviar varios mails con nombres de usuarios distintos. El
concurso finaliza en la próxima actualización de mi página,
momento en el que descubriré de quien se trata.