De Ama a Esclava


Este relato fue sugerido por una de las colaboradoras habituales de la página, no te diré por ahora quien es, lee el relato y tendrás una idea de quien puede ser pero no te apures a sacar conclusiones.


Pero, como te estaba diciendo, un día me llegó un mail en el cual me sugería una idea para un relato en el cual yo me transformara en una esclava sumisa y obediente, quien me conoce sabe que no puedo resistirme a una idea de este tipo e inmediatamente me excité con mi nuevo rol, comencé a cartearme con mi nueva Ama para saber que cosas le gustaban y aquí está el relato, espero que les guste:

"Todo comenzó una tarde al recibir mi correo electrónico, junto con los muchos mensajes, algunos laborales y otros enviados por gente que había visitado mi página, me encontré con uno que me llamó poderosamente la atención, decía lo siguiente:


Aquellas que me conocen saben que no puedo resistirme a una propuesta como esa, adoro y me fascina ser una dominatriz, pero no puedo negarte que me excita terriblemente también el transformarme en una esclava sumisa y obediente, encontrarme a merced de los caprichos de mi ama es algo que como ustedes ya saben, hace que mi imaginación comience a volar.


Tal es así que casi inmediatamente respondí a dicho mensaje, como corresponde a una humilde esclava, respondí adorando a quien me hacía tan atractiva propuesta, y mi carta era mas o menos así:


Se imaginarán la angustia durante los dos días que transcurrieron hasta que llegó la respuesta, continuamente pensaba: - le habrá gustado mi carta, - quizá debí rebajarme mas para demostrarle cuanto estaba dispuesta a servirla, - debería haberme descripto a mi misma?, no, ella ya me conoce, ha visitado mi página. En fin, durante esos dos días, mi nueva Ama comenzó su educación haciendome ver que era ella quien me contestaría cuando así lo deseara.


Finalmente, cuando ya suponía que no tendría un nuevo contacto con ella, recibí un mail mas, esta vez era mas breve que el anterior y simplemente decía:


Luego, tan solo una dirección y una firma: La Señora Penélope.


Bueno, recuerdo que pensé, faltan dos días para mi entrevista con mi nueva Ama, comencé entonces a prepararme, esperando que llegara el gran día.


Llegué entonces a la dirección indicada (caracterizado como hombre) y toqué el timbre en portería tal como había sido instruída, una mujer me atendió y al responderle que venía a buscar las llaves del 2° B me hizo pasar, al abrirme la puerta noté que se trataba de una mujer de aproximadamente 35 años, con bastante buen físico que sin embargo se encontraba disimulado bajo el guardapolvo gris que vestía, su pelo negro enrulado, estaba desarreglado y casi no tenía maquillaje, vestía además un par de zapatillas, muy prácticas para trabajar pero que dados mis gustos a mi no me atraía en lo mas mínimo. Aunque recuerdo haber pensado (y este es un ejercicio que hago frecuentemente) como se vería mas arreglada y llegué a la conclusión de que sería entonces una hermosa mujer.


- Hola, la Señora Penélope no está en este momento, yo soy Gloria y ella recién llega a eso de las seis de la tarde, pero quedate tranquilo, yo también la conozco y se de tus gustos y de los de ella. Me dijo que te diera las llaves de su departamento, sobre la mesa del comedor vas a encontrar un sobre con instrucciones y yo voy a pasar mas o menos a eso de las cinco para preparar todo antes que llegue la señora.


Tomé las llaves y fuí al departamento, mientras esperaba el ascensor recuerdo que pensaba: Por qué me hizo venir a las dos de la tarde si ella recién llegaba pasadas las seis?, y Gloria, que papel jugaría en nuestro encuentro?


Cuando llegué al departamento, abrí la puerta y me encontré con que estaba todo revuelto, parecía que el día anterior había tenido lugar una reunión y nadie se había molestado en arreglar nada, la cocina era una pila de platos sucios, basura y botellas de bebida, el comedor estaba lleno de papeles, en fin, tendrías que verlo ya que es imposible describir como queda un departamento luego de una fiesta.


Sobre la mesa, entre dos copas vacías, encontré el sobre que Gloria me había anunciado, tenía un cartel en su frente que decía: "Ana Raquel" simplemente.


Me senté en una de las silla y lo abrí, dentro contenía una carta escrita a mano que decía lo siguiente:


Bueno, esto ya empieza a aclarar un poco las cosas, miré mi bolso con la ropa que había traído y de igual manera decidí llevarlo conmigo a la habitación, allí encontré la ropa que mi Ama había elegido para mi extendida sobre la cama, un par de medias blancas con costura, un par de zapatos blancos también de taco aguja bastante altos (hecho que ya comenzó a excitarme), un body blanco de lycra con encaje, un par de portaligas y un uniforme de mucama francesa esta vez de color negro.


Al lado de toda la ropa ví que había una prótesis de considerable tamaño, bastante mas grande que un pene normal y pegada con cinta adhesida contenía una nota: "Póntelo, quiero que estés dilatada cuando llegue"


Las instrucciones eran precisas, la intención de mi Ama era clara, solo me quedaba una cosa por hacer: Obedecer, miré la pila de platos sucios que se encontraba en la cocina y comencé a desnudarme para dejar salir a Ana.


Me coloqué primero las medias y el portaligas, luego ajusté los zapatos y realmente me encantó como me quedaban, el taco debía medir por lo menos quince centímetros y mientras me contemplaba a mi misma en el espejo de cuerpo entero que había en la pared, tomé la crema de mi bolso, y comencé a masajearme la cola con ella, primero un dedo, comencé a moverlo dentro de mí, luego dos y finalmente tres dedos.


Llegado este momento consideré que ya estaba suficientemente dilatada y tomé el vibrador, lo encremé abundantemente ya que tenía cierto temor por su tamaño y colocándolo en la entrada de mi ano, comencé a guiarlo hacia dentro mío.


Mi Dios, estaba entrando, yo no me creía a mi misma capaz de comerme semejante aparato, dolió un poquito mientras lo introducía, pero una vez que estuvo completamente dentro mío la dilatación aumentó, y el placer comenzó a surgir con mas intensidad.


Luego me coloqué el body, el cual era por lo menos dos talles mas chico y me obligó a contener la respiración mientras me lo ponía, cuando terminé de hacerlo, el espejo me devolvió una figura excelente.


Aunque por supuesto, faltaba algo, de la cabeza para abajo estaba hecha toda una putita, pero del cuello para arriba había algo que no pegaba, el espejo todavía me mostraba un rostro masculino. Así que sería necesario hacer algo al respecto.


Primero la base a fin de ocultar las imperfecciones de mi cara, luego la sobra sobre mis ojos, el delineador y el rimmel, mi aspecto comenzaba a cambiar. Después, el rubor, delineador sobre mis labios y finalmente un poco de rush todo ello en la gama de los marrones.

Ahora mi imagen ya era otra, tomé la peluca de mi bolso, esta vez había elegido una de color negro azabache que me llegaba hasta los hombros y con mucho cuidado me la coloqué.


En ese momento me senté en la cama (con un suspiro al sentir como la prótesis se enterraba dentro mío hasta el fondo) y comencé a fijar en mis manos las uñas postizas que había traído conmigo, estaba totalmente decidida a darle a mi Ama la mejor de las impresiones posibles. Finalmente, me coloqué el uniforme de mucama, el cual era abotonado a la espalda, con un volado en el cuello y un pequeño delantal que se abrochaba también en la espalda, y contemple mi obra en el espejo.


No es correcto que yo lo diga, pero en esta oportunidad me había superado a mi misma, realmente estaba convertida en toda una prostituta, el uniforme era lo suficientemente corto como para dejar entrever mis muslos, su tacto era suave y excitante, los zapatos me fascinaban, el ver mis propias manos con uñas extremadamente largas hizo que me excitara mas todavía. Y comencé a tocar mi entrepierna como si fuera una mujer (al fin y al cabo en eso me había convertido), totalmente excitada.


De pronto, volví a la realidad, tenía que tener el departamento arreglado antes que llegara Gloria para supervisarme, debía comenzar con mis tareas como mucama.


Comencé a ordenar el living comedor, llevando todos los trastos a la cocina, mientras lo hacía mi excitación era cada vez mayor, cada paso que daba hacía que la prótesis se moviera dentro mío, y hasta el ruido que producía yo misma al caminar me excitaba cada vez mas.


Cuando terminé de arreglar la sala, me dirigí a la cocina y comencé a lavar la vajilla. Poco a poco mis tareas se fueron cumpliendo y la tarde continuó avanzando, casi sin darme cuenta estaba disfrutando mi nuevo rol, transformada en una mucama y debiendo ordenar la casa antes que la señora llegase, este tipo de cosas me hizo ver que la Señora Penélope sabía muy bien lo que hacía y como tratar a la servidumbre.


Estaba enfrascada en estos pensamientos cuando escuche un ruido de llaves en la puerta, - Debe ser Gloria pensé, ya debe ser la hora, miré el reloj y efectivamente, ya eran las 5,20 horas, gracias a Dios Gloria se había demorado un poco, de otra manera no habría aprobado su exámen, pero ahora estaba todo casi listo.


Salí de la cocina y me acerqué hacia la puerta, ahí estaba Gloria, seguía vistiendo el mismo guardapolvo gris que tenía antes, el cual le quedaba bastante grande y le caía por debajo de las rodillas, pero su aspecto era de alguna manera completamente diferente.


Lo primero que llamaba la atención era su rostro, ahora ya no estaba a cara lavada sinó que se había maquillado y había logrado de alguna manera que a pesar del guardapolvo, tuviera el aspecto de una prostituta trabajando en medio de la calle. Su pelo además no caía ahora sobre su frente sino que estaba recogido en una cola de caballo que caía por su espalda.


Luego de la primer mirada pude notar que también había cambiado sus zapatillas por un par de botas negras con un taco aguja tan alto como el de mis zapatos que se introducían por debajo del guardapolvo. Se acercó a mi entonces y me dijo:


- Hola, como cambiaste, la Señora Penélope me ordenó que viniera a ver tu trabajo, pero además no puedo negarte que estaba muerta de ganas por conocerte, cuando viniste a buscar las llaves no podía dejar de pensar como te verías una vez transformada.


- Espero que le guste, le respondí tímidamente como corresponde a una esclava.


- Que si me gusta?, me encanta querida, pero no seas tan tímida conmigo, yo también soy una esclava de la Señora Penélope, aunque ya he terminado mi aprendizaje.


Entendí inmediatamente que Gloria era una de esas pocas mujeres a las que les atraen los CD como yo o como la Señora Penélope, genial, de alguna manera intuía que iríamos a pasar gratos momentos juntos.


- Pero primero es lo primero, vamos a revisar tu trabajo.


Y comenzó entonces a examinar primero el comedor, observando que los muebles estuvieran limpios, que hubiera barrido como corresponde sin dejar tierra en los rincones y cuando hubo terminado con el living comedor, se dirigió a la cocina, allí solo pudo observar una pila de platos y vajilla que había sido lavada.


- Muy bien, veo que no perdiste el tiempo y no te pasaste la tarde mirando novelas como acostumbra a hacer la servidumbre, ahora tengo que revisarte a vos, vení para acá.


Me acerqué hacia ella hasta quedar a no mas de un metro de distancia, entonces verificó que tuviera el uniforme bien colocado (de hecho lo ajustó un poco a mi espalda), revisó mi maquillaje, etc.


- Muy lindo tu maquillaje, realmente parecés una putita, ahora date vuelta que quiero ver si cumpliste todas las instrucciones.


Le dí la espalda y entonces ella levantó la pollera de mi uniforme, y acarició mi cola para verificar si tenía puesta la prótesis que la Señora Penélope habia dejado para mi, todavía la tenía puesta, ya llevaba mas de tres horas dentro mío y mi excitación era increíble, el haber estado trabajando durante todo ese tiempo con ella dentro mío, caminando y dilatándome cada vez mas, me estaba enloqueciendo.


- Muy bien, ya estás bien dilatada y además tenés una cola preciosa, decía Gloria mientras me acariciaba.


- Por favor Gloria, dije entre jadeos, no hagas así que no aguanto mas.

- Hay pobrecita la sierva, está caliente, vamos a tener que hacer algo al respecto y su amiga Gloria le trajo una sorpresita.


Y mientras decía esto, intensificó sus caricias en mi cola mientras me tomaba por un brazo y me daba vuelta, así terminó abrazándome, y con sus manos a mi espalda, yo respondí a su abrazo, pero con una de mis manos me dediqué a acariciarle uno de sus pechos, al tacto y por debajo de ese horrible guardapolvo se percibían espectaculares. En ese momento nos dimos un beso, pero entrelazando nuestras lenguas para así no arruinar nuestro maquillaje.


- Y ahora quiero mostrarte lo que traje para vos.


Comenzó a desabrocharse el guardapolvo, y cuando terminó de hacerlo rápidamente lo abrió y lo dejó caer atrás suyo, revelando entonces no una sinó varias sorpresas. No sabía que mirar primero.


Sus pechos eran espectaculares, sobresalían por sobre un corpiño media taza y su tamaño era impresionante, se trataba del ideal de una nodriza, inmediatamente surgieron en mí deseos de alimentarme de ellos. Debajo, continuaba con un corset negro que le llegaba hasta las caderas, tremendamente ajustado y que le hacía una figura realmente espectacular, un portaligas sostenía un par de medias negras con costura y las botas llegaban hasta la rodilla.


Y por último, tenía puesto un arnés con una prótesis aún mayor que la que yo tenía en mi cola, la estaba sujetando con su mano derecha como si se tratara de su propio pene y mientras la masturbaba me dijo:


- Te gusta mi pija nueva?, quería estrenarla con una putita como vos.


- Me encanta, respondí, y me acerqué a ella para besarla nuevamente, era increíble la cantidad de secretos que podía esconder Gloria por debajo de ese guardapolvo y yo estaba mas excitada todavía.


Nos besamos nuevamente, yo ahora sintiendo la presión de su pene artificial contra mi pierna, lo tomé entonces con mi mano y comencé a acariciarlo.


- Que hermoso se ve entre tus manos con esas uñas largas que tenés, me encantaría ver como se ve dentro de tu boca.


Obviamente no me hice rogar, a esta altura mi excitación era quien comandaba mis actos, así, inmediatamente me arrodillé frente a ella y comencé a besarlo con mi lengua, primero en su cabeza (era extremadamente real), luego a lo largo de su cuerpo hasta llegar a los huevos de plástico y cuando hube completado el recorrido, fuí introduciéndolo en mi boca, mientras miraba a Gloria, tratando de parecer lo mas puta posible.


Creo que lo logré porque ella me dijo:


- Que putita que sos, como te gusta la pija, seguí, seguí así que me calienta verte.


Seguimos así durante un rato, yo cada vez mas excitada y Gloria también, mientras tanto, acariciaba su cola con mi mano libre y pude notar que ella tenía también un vibrador en su cola. Entre gemido y gemido me aclaró:


- Todas las esclavas de la Señora Penélope debemos llevar una prótesis dentro nuestro, es su manera de recordarnos quien somos y de tenernos permanentemente dilatadas.


- Pero ahora, si vos sos una putita, debés estar necesitando alguien que te coja, y yo estoy dispuesta a hacerlo, decime, querés que te coja un poquito?


- Por favor Gloria, cojeme, no me dejés así.


- Que lindo, me encantan las putas como vos, ahora yo voy a ser tu machito y me muero de ganas por romperte el culo.


- Pero vamos a la cocina que es allí donde coge la servidumbre.


Tomó del bolsillo del guardapolvo un preservativo y se dirigió a la cocina, allí, me lo alcanzó para que lo colocara en su pene. Me costó un poco de trabajo con las uñas que tenía, mas que nada por temor a romperlo y por la excitación que sentía en ese momento, pero finalmente, el preservativo estuvo colocado en esa hermosa prótesis y comencé a acariciarla como si la estuviera masturbando mientras le decía:


- Me vas a coger, si, por favor


- Claro que voy a cogerte, ahora sos mi hembra y yo soy tu macho y tengo que atenderte bien.


Me dió vuelta y me coloco con las manos apoyadas sobre la mesada, con mi cola parada y entonces abrió mis piernas, subió la pollera y desprendió la entrepierna del body dejando mi cola al aire. De a poco fue retirando la prótesis que tenía puesta y empezó a masajear mi cola con la punta de su pene artificial.


- Que linda colita que tenés, me la vas a dar mi amor?


- Claro que te la voy a dar, es toda tuya, quiero que me cojas y ser tu hembra.


- Pero que dilatada que estás, a ver como entra.


Empezó entonces a hacer mas presión con su pene, el cual fue entrando lentamente, que placer, yo estaba completamente dilatada y habría entrado cualquier cosa dentro mío, mas con la excitación que tenía. Finalmente, cuando ya estuvo por entero dentro mío y sentía los huevos de la prótesis contra mi cola comenzó a moverse.


- Te gusta como te coge tu macho?


- Si, es hermoso, por favor quiero mas.


Di vuelta mi cuello de manera de poder darnos un beso de lengua mientras se movía dentro mío. Yo estaba en el mejor de los mundos posibles cuando de pronto entró un hombre en la cocina.


- Que es esto?, putas de mierda, las dejo solas diez minutos y ya están revolcándose como las reventadas que son.


Comprendí inmediatamente que se trataba de la versión masculina de la Señora Penélope que estaba llegando de su trabajo. Inmediatamente las dos nos separamos y le pedimos perdón por habernos dejado llevar por nuestra excitación.


- A vos Gloria ya te voy a arreglar después, prepará a Ana para su castigo y andate mientras tanto yo me voy a cambiar.


Me miró entonces y dirigiéndose a mi dijo:


- Francamente no esperaba esto de vos, sabía que eras puta pero esperaba que pudieras controlarte, así que deberemos comenzar con un aprendizaje estricto.


Terminó de decir esto, se dió media vuelta y entró a la habitación dando un portazo.


- Vení querida, dijo Gloria, tengo que prepararte pero no te preocupés, ya vas a ver que a la larga la Señora Penélope es buena maestra.


Gloria entonces colocó de nuevo en su lugar la prótesis original, cerré la entrepierna de mi body y bajé la pollera de mi uniforme, por último, con mis manos traté de alisar las arrugas que tenía. Cuando hube recuperado nuevamente la compostura, Gloria me tomó de una mano y me llevó hasta la sala.


- Sentate en ese sillón, me dijo mientras indicaba un sillón de respaldo alto, con brazos de madera.


Me senté y una nueva oleada de placer recorrió mi cuerpo al sentir como el vibrador se introducía por completo dentro mío. Ella entonces se dirigió hacia un armario, abrió una de sus puertas y volvió con una serie de elementos en sus manos.


Esos elementos eran básicamente gran cantidad de cuerdas, primero me ató los tobillos entre sí, luego, ató mis muñecas y mis codos a los brazos del sillón, ya estaba completamente inmobilizada, que mas podría hacer con el resto de las cuerdas que tenía?.


Gloria sabía muy bien que mas podría hacer, ató mi torso pasando tres vueltas con la cuerda al respaldo del sillón, estaba bastante ajustado y me costaba un poco respirar.


Cuando terminó de atarme, volvió al armario y retornó con un penis - gag en sus manos, me hizo abrir la boca para introducirlo en ella y me lo colocó con firmeza, mientras me decía:


- A la Señora Penélope no le gusta que su servidumbre hable de mas.


Estaba totalmente inmovilizada, no podía moverme en lo mas mínimo, mi boca se encontraba llena con el penis - gag, Gloria fue una vez mas hasta el armario y retornó con una pieza de cuero que parecía ser sumamente flexible, se trataba de una capucha sin ojos, con tan solo una abertura en la nariz para que pudiera respirar y que se cerraba en la nuca cubriendo hasta mi cuello.


Una vez que la colocó, yo estaba también ciega, me sentía totalmente indefensa, aunque no por eso menos excitada, el escuchar el ruido del taconeo de Gloria y sentir la prótesis enterrándose cada vez mas dentro mío solo aumentaba mis deseos.


Sentí una caricia en mi entrepierna mientras escuchaba a Gloria que me decía:


- Tengo que irme, pero ya nos vamos a divertir juntas mas adelante.


Escuche sus pasos y finalmente la puerta que se abría y se cerraba, me quedé sola, totalmente a merced de mi nueva Ama.


No sabría decirles cuanto tiempo pasó, podrían haber sido diez minutos o dos horas, el tiempo parece transcurrir de otra manera cuando una se encuentra en las circunstancias en las que me hallaba en ese momento. Imposibilitada de moverme, de ver a mi alrededor, estaba yo sola con mis pensamientos, imaginando a que castigos me sometería la Señora Penélope por haberme mostrado tan viciosa. Les aseguro una cosa, esta fue la peor de las torturas, el constante suponer y especular con lo que me sucedería y estoy completamente convencida de que mi Ama sabía de esto y de alguna manera, mi educación había comenzado.


Luego de no se cuanto tiempo, mi cuerpo estaba totalmente adormecido, había dejado de sentir incluso la prótesis que tenía dentro mío y recuerdo haber pensado que probablemente sería por la dilatación que habían alcanzado los músculos de mi ano. Mis brazos y piernas, imposibilitada como estaba de moverme, hacía rato ya que se habían dormido, cansada ya de intentar retener mi saliva dentro de mi boca, sentía como esta goteaba por las comisuras de mis labios y rogué que no fuera castigada nuevamente por estar arruinando mi maquillaje.


Finalmente, cuando ya estaba desesperando (debo reconocer que mi Ama sabe muy bien como calcular los tiempos de sus esclavas), escuché la puerta que se abría nuevamente y supuse que se trataría de la Señora Penélope que salia de su habitación. Un taconeo se acerca hacia mi y pensé: - Ahí viene, ahora me dirá que será de mí.


Sin embargo, el taconeo pasó detrás mío y siguió de largo, escuché varios ruidos, puertas (de los armarios supuse) que se abrían y cerraban, la Señora que iba hacia la cocina para después volver, la puerta de la heladera que se abría y luego se cerraba. Finalmente, el sonido de alguien al sentarse en un sillón, el televisor que se encendía y el inconfundible sonido de una video casetera funcionando.


Mi Ama estaba en la misma sala que yo, sin embargo, estaba ahora igual que antes, peor aún, ya que los múltiples sonidos no hacían otra cosa que mantenerme en constante tensión, esperando que en cualquier momento se acercara hasta mí y me castigara de no sabía que forma.


Luego de un rato de estar mirando la video, cuando por los sonidos la película estaba por comenzar, esta se apagó, escuché a la Señora que se levantaba y se acercaba hacia mí, una mano acarició mis piernas, rodeo mi busto y luego, dando vuelta, se paró atrás de mi. Sus manos continuaban acariciando mi cuello e introduciéndose por debajo de mi uniforme, fueron ascendiendo y llegaron hasta mi rostro, el cual comenzaron a acariciar por encima de la capucha de cuero.


Bajaron una vez mas hasta llegar a mis pezones, y en ese momento sentí como con sus uñas los pellizcaba, cada vez mas fuerte mientras me decía:


- Puta que sos, te dejo una hora sola con la otra reventada y ya las encuentro cogiendo, es que la gente como vos no sabe hacer otra cosa?


Que podía responder, nada, con el penis - gag en mi boca ni siquiera era capaz de emitir gemido alguno.


- Sin embargo estoy decidida a transformarte en una esclava como corresponde, y ahora comienza tu educación.


Al decir esto, retiró sus uñas de mis pezones y comenzó a desabrocarme la capucha. Ella estaba detrás mío así que no podía verla aún.


Cuando la retiró, escuche sus pasos y como la puerta del armario se abría. Dios, que es lo que traerá ahora?


Nada, simplemente había ido a guardar su capucha, ahora caminó hasta encontrarse frente a mi y por fin pude ver a mi Ama. No puedo decirte otra cosa sino que es sencillamente espectacular, si Gloria me había gustado, con ella directamente quedé sin aliento.


Su maquillaje era perfecto, sus ojos, sus labios, en fin, toda su cara expresaba al mismo tiempo deseo y poder, control. Me sentí aún mas bajo su dominio. Luego, tenía una blusa blanca abotonada al frente y que le llegaba hasta el cuello, sus uñas eran tan largas como las mías pero de color negro, una pollera tubo negra de cuero le llegaba unos quince centímetros por encima de las rodillas y los zapatos eran realmente espectaculares, dignos de una Dominatriz como ella.


Eran negros, con una pulsera que los ajustaba por el tobillo y con un taco de al menos quince centímetros de altura, pero el taco era metálico y dorado, me excité mas aún solo al verlos.


Completaba su atuendo (al menos lo que podía ver) con un par de medias negras y una peluca rubia con muchos bucles que caían a los costados de su cara y que le llegaba a la mitad de la espalda.


- No me mirés con esa cara, reventada, o es que acaso no tuviste suficiente y ya te estás calentando de vuelta?.


Seguía sin poder contestarle, además, como me atrevería a decirle que nunca había dejado de estar excitada.


- Bueno, tenés suerte ya que estoy decidida a educarte, pero primero voy a comentarte algunas reglas, luego de escucharlas podrás hacer dos cosas, la primera irte y no volver nunca mas, olvidarte de haberme conocido y perderte las experiencias mas excitantes de tu vida, y la segunda es quedarte, aprenderás muchas cosas nuevas, tendrás la fortuna de servirme y si lo haces bien, ocasionalmente podré llegar a premiarte por ello. Estás de acuerdo?


Moví mi cabeza asintiendo.


- Está bien, estas son las reglas que tendrás que cumplir:


- El camino es largo y penoso, pero los placeres que te esperan no tienen límite, si me sirves bien y terminas el aprendizaje, podrás incluso tener el honor de que yo te regale algún esclavo para que te diviertas. Está claro?


Asentí nuevamente.


- Bueno, ahora te vas a quedar o te vas a ir?


No sabía como hacer para decirle, no podía hablar y estaba realmente desesperada por quedarme, como podría haber optado por retirarme?, como podría haberme perdido las experiencias que estaba segura me esperaban. Sin embargo, tan solo pude mover mi cabeza afirmativamente.


- Bien, hiciste la elección correcta.


Y mientras decía esto, se agachó para soltar mis manos y piernas de sus ataduras. Terminó, recuerdo que pensé, sin embargo, estaba muy equivocada. Antes de que pudiera comenzar a mover siquiera un poco mis extremidades adormecidas, la Señora colocó en mis tobillos un par de esposas unidas por una cadena de mas o menos medio metro de largo, podría caminar, pero a cada paso me dijo, recordaría que era de su propiedad.


Luego colocó en mis muñecas un par de esposas similar y finalmente una correa en mi cuello con una cadena de mas o menos un metro de longitud.


Tiró de ella y me dijo:


- Vení que ahora quiero ver una película mientras pienso que hago con vos.


Se sentó en un sillón y con un tirón de la cadena me indicó que quería que me sentara en el piso, al lado de ella. Así lo hice.


Puso en funcionamiento la video y entonces luego de retirar el penis - gag de mi boca dijo:


- No se que estás esperando para mostrarme tu respeto, estás ahí, sentada como una imbécil en vez de adorarme.


Adiviné inmediatamente lo que deseaba de mi y comencé a acariciar sus piernas, sintiendo el suave roce de sus medias de seda, besando sus pies y piernas hasta llegar al muslo y luego, ante un gesto de ella con su dedo índice, a limpiar sus zapatos con mi lengua.


- Así parecés realmente lo puta que sos, sin embargo, creo que tenés posibilidades.


Mientras yo adoraba su cuerpo, acariciando sus piernas y besando sus zapatos y pies, ella puso a funcionar la video, y comenzó a mirar la película, el televisor estaba a mi espalda así que no supe de que se trataba hasta después de un rato. Cuando empecé a escuchar jadeos y sospeché que se trataba de una película porno.


Maniobré de manera tal que pudiera seguir acariciando sus piernas y poder mirar de reojo la película. Así, finalmente pude contemplar la escena que también estaba mirando mi ama, se trataba de una imágen de un CD dominante que tenía inmovilizado a otro sumiso, mientras en su mano sostenía una prótesis y le enseñaba a besarla como corresponde.


La Señora Penélope entonces advirtió mi interés por la película y entonces me dijo:


- Así que te gusta, ya me lo imaginaba con lo reventada que sos.


Yo imaginaba que en ese momento me castigaría por estar mirando la película, sin embargo, tomó mi mano y la guió por debajo de la pollera hasta su entrepierna, allí me hizo saber que deseaba que la acariciara mas profundamente.


Por supuesto, intenté hacerlo lo mejor que pude, y creo que por la expresión de mi Señora había logrado cumplir sus expectativas, noté que debajo de su bombacha su clítoris se tensaba y ejercía una presión cada vez mayor. Yo por mi parte, debía contenerme para no tomarlo entre mis manos y comenzar a besarlo.


Finalmente, ella en su bondad me otorgó este deseo, subió su pollera y corriendo la bombacha hacia un costado, dejó salir el clítoris, yo comencé entonces a masajearlo para que cobrara toda su dimensión y cuando me acerqué para besarlo; imprevistamente sentí como la mano de mi Ama golpeaba mi rostro con una cachetada.


- Pero, habrase visto esta servidumbre, una les da la mano y se toman el brazo. Acaso pensás que voy a permitir que mis genitales entren en contacto con tu boca?


- Andá inmediatamente a buscar un preservativo.


- Si Señora, respondí de la manera mas sumisa posible, intentando complacerla, me incorporé y caminando con pasos cortos, fui hasta la mesa donde se encontraba la caja de preservativos, retiré uno y abrí el envoltorio.


Con el en la mano, me arrodillé entre sus piernas y empezaba a colocárselo cuando una nueva cachetada golpeó mi rostro. Pegando un tirón de la cadena que me sujetaba en el cuello, acercó mi cara a la suya y me dijo:


- Con las manos no, con la boca como corresponde a una puta como vos.


Puse entonces el preservativo en el extremo de su pene y con mis labios comencé a desplazarlo hacia adentro, mientras al mismo tiempo, sus genitales se introducían dentro de mi boca.


Cuando por fin tuve la boca llena, comencé a moverla hacia adelante y atrás, mientras con mi lengua acariciaba la punta de sus genitales y con mis uñas, arañaba levemente sus divinas bolsitas.


Creo haber agradado a mi Señora, eso espero, en estos momentos mi única razón de ser era la de darle placer, me sentía totalmente dominada por ella y dispuesta a hacer cualquier cosa en mi aprendizaje.


Luego de un tiempo, la Señora Penélope llegó a una decisión y me lo hizo saber con un tirón de la cadena, yo entonces me retiré y esperé sus instrucciones.


- Creo saber que es lo que estás necesitando, un poco de educación. Y para obtener educación, que mejor que ir a la escuela. Quedate aquí y no te muevas.


Alisó su pollera y se levantó, se dirigió rápidamente a la segunda habitación y antes de que pudiera darme cuenta, retornaba con una ropa blanca en sus manos.


- Tomá, quitate ese uniforme y ponete esto. Después esperame hasta que yo te llame, pero cuidado con no estar lista cuando te diga.


Quitó las esposas de mis manos y pies y se retiró nuevamente y cerró la puerta de la segunda habitación, yo entonces desplegué la ropa que me había dado y vi que era un uniforme de colegiala, abotonado en la espalda, con un moño de cinta también en la espalda, un poco mas largo que el uniforme que tenía ahora (llegaba a la mitad de mi pierna) y con muchas tablas en su falda.


Cuantos cambios para un día pensé, primero había sido mucama, ahora me transformaba en una colegiala. Claro que una estudiante muy particular ya que continuaba con mis medias con portaligas, mis zapatos de taco aguja y por supuesto, con la prótesis dentro mío.


Bueno, es mejor apurarme, pensé, no sea cosa que la Señora Penélope me llame y yo todavía no esté lista. Desabotoné mi uniforme y me coloqué el delantal blanco, me dió un poco de trabajo abrocar algunos de los botones aunque por fin pude hacerlo.


Estaba terminando de acomodar el moño a mi espalda, contemplando en el espejo como había quedado, cuando de pronto escuché:


- Señorita Ana Raquel, venga por favor


Alisé mi falda y me dirigé a la habitación desde la cual me llamaba mi Ama, al ingresar vi que en ella tan solo había un escritorio, un pupitre de escuela y detrás del escritorio un cartel que decía "Escuela de Putas"


Me sonaba familiar de algún lado, me quedé helada al verlo, hasta que de pronto recordé, era la situación que yo había descrito en uno de mis relatos de mi página, la Señora Penélope estaba poniendo en práctica lo que había sido mi fantasía, pero con los roles cambiados, yo ya no era la mujer dominante, sino por el contrario, había ocupado el lugar de la alumna sumisa.


Mientras tanto, la Señora Penélope tenía puesto ahora un guardapolvo blanco de maestra, había colocado un par de anteojos de carey que le conferían la apareiencia de una institutriz inglesa y se encontraba parada al lado del escritorio, con las manos en las caderas y la punta de su pié izquierdo golpeteando contra el piso.


- Así que por fin la señorita se dignó a venir.


- Discúlpeme Señora, no se va a volver a repetir.


- Discúlpeme nada


Se acercó a mi y tomándome por el brazo casi me empujó sobre el pupitre, obligándome a sentarme en el.


- Cuando estemos en esta aula, usted se referirá a mi como corresponde, aquí yo soy la Señorita Penélope, está claro?.


- Si, Señorita Penélope


- Bien, vamos a comenzar entonces la lección de hoy, preste atención.


- Para usted es muy importante tener una buena dilatación, su Ama debe entrar en su ano sin esfuerzo, es de mal gusto que tenga que lubricarla primero y después aguantar sus quejas cuando por fin decida hacerle el honor de recibirme dentro suyo, ha comprendido?


- Si Señorita Penélope.


- Bien, entonces la lección de hoy se referirá a obtener una buena dilatación de su parte, un poco ya hemos avanzado espero ya que hace varias horas que tiene ese artefacto dentro suyo. A propósito, sabe como se llama.


- No Señorita Penélope.


- Bueno, es un "Tutor", ya que permite guiar su dilatación. Ve, ya ha aprendido algo, no es tan ignorante como antes.


- Si Señorita Penélope.


- Pero ese es solo el principio, debemos continuar, venga aquí hasta el escritorio y enséñeme su cola.


Me levanté y luego de acercarme al escritorio, apoyé mis manos en el de forma que mis nalgas quedaran exhibidas frente a la Señorita Penélope.


Ella levantó entonces mi delantal, y desabrochando el body dejó al aire el "tutor", el cual retiró. Mi cola sintió cierta nostalgia por el, ya me había acostumbrado a usarlo.


Se colocó entonces un par de guantes de latex, del tipo de los utilizados en cirugía y comenzó entonces a explorar mi ano con su mano, introduciendo primero un dedo, luego dos y finalmente tres. Cuando estuvieron todos adentro, comenzó a moverla de un lado para otro mientras yo hacía mi mejor esfuerzo para no gemir y comenzar a mover mi cola.


- Bien, veo que algo hemos progresado pero todavía debemos continuar mas.


Y mientras decía esto comenzó a desabrochar su delantal, cuando terminó de hacerlo, corrió el cierre de su pollera de cuero y la dejó caer a sus pies.


Quedé helada, no podía reaccionar, la Señorita Penélope tenía puesta una prótesis descomunal, no sabía siquiera que se hicieran de ese tamaño, no soy buena para calcular medidas, pero si pude ver que caía entre sus piernas casi hasta la midad del muslo, y cuando la tomó entre sus manos sus dedos no conseguían cerrarse por completo.


No pensará que yo soy capaz de recibir eso pensé, si es capaz y en ese momento tuve la certeza de que de una manera u otra hoy no terminaría el día sin saber que se siente al tener semejante artefacto dentro mío.


- Por favor Señorita, me va a doler mucho.


- Silencio, esto es parte de tu educación


- Pero, pero, es que es muy grande.


- Te dije que te callaras, mocosa insolente, yo se muy bien lo que te conviene.


Y mientras decía esto, volvió a colocarme el penis - gag.


- A ver si ahora te quedás un poco calladita.


Comenzó entonces a colocar abundante crema sobre la prótesis mientras me decía.


- Quédese tranquila, usted sabe que esta prótesis cuenta con un eyaculador, sin embargo, yo no lo he llenado con algún sucedáneo de semen, sino que sabiendo lo llorona que es usted lo he cargado con una crema lubricante bastante líquida. Así, a medida que la vaya penetrando, iré descargando dentro suyo y abriéndome camino.


Eso me tranquilizó un poco, en ese momento, sentí como el extremo de la prótesis se apoyaba contra mi ano, la Señorita Penélope aseguró mis nalgas con una de sus manos mientras que con la otra me sujetó por la correa del penis - gag, tirando mi cabeza hacia atrás.


Sentí como la presión aumentaba y como la prótesis luchaba por entrar dentro mío, de pronto mi ano cedió al empuje de mi maestra y su pene artificial entró en mi bruscamente. Si hubiera podido gritar lo hubiera hecho, pero amordazada como estaba, debí limitarme a gemir por lo bajo.


Pero no había entrado por completo, tan solo la primer parte, mi Institutriz continuó empujando hasta que poco a poco, tuve dentro mio todo todo el miembro, lágrimas asomaban de mis ojos y sentía como la humedad de la crema escurría por mis piernas. Cuando los testículos de latex tocaron mis nalgas, mi Señora me dió un fuerte cachetazo en una de ellas.


- Vió llorona, como se lo comió todito y no fue para tanto.


Si hubiera podido hablar no me habría atrevido a responderle, jamás creía que podría haber hecho lo que en ese momento estaba haciendo, al estar ahora dentro mío, mi ano se dilataba cada vez mas y estaba comenzando a gozar con la situación. Realmente mi Maestra sabía como llevar a una persona a su límite.


Entonces comenzó a moverse, lentamente hacia atrás y luego hacia adelante, con cada una de sus embestidas sentía como el pene artificial iba soltando parte de su crema, lubricando el mismo su propio camino y abriéndose paso dentro de mi.


Después de un tiempo, yo continuaba llorando, pero ahora de placer, el vaivén de la Señorita Penélope era prolongado, iba y venía, salía y entraba y en algunas ocasiones incluso llegaba a retirarse por completo para volver a introducirme ese gigantesco pene de una sola embestida.


- Bueno, por hoy es suficiente, además, me he quedado sin crema y eso que cargué un cuarto litro, para la primer clase se ha portado bastante bien y creo que se merece un premio.


Se retiró, y tomando de nuevo el "tutor" lo introdujo dentro mío, luego de lo que había pasado por ahí, este bailaba y apenas podía sentirlo, sin embargo, lo recibí como a un viejo amigo.


- Pero mire usted, está chorreando crema. A ver que podemos hacer.


Tomó entonces una toalla femenina y me la colocó a fin de que recogiera la crema que estaba escurriendo por los costados del "tutor", luego me indicó que abrochara nuevamente el body. Ahora si, me sentía como si fuera una mujer menstruando, preocupada por no manchar la ropa.


- Bueno, y como ha sido una buena aluma, puede usted llegar al orgasmo si lo desea.


Me permitió entonces tomar mi propio clítoris y comenzar a masajearlo, fue tan solo cuestión de un instante conseguir una erección como nunca había tenido en mi vida, y cuando sentía que ya casi estaba por llegar, mi maestra me dijo mientras extendía su mano enguantada en latex:


- Aquí, llegue aquí en mi mano.


Llegué al orgasmo, inundando la palma de su mano por completo. Entonces, acercó la mano a mi cara.


- A ver como la nena toma su leche, muy bien, no quiero que deje una sola gota.


Por primera vez en mi vida, bebí mi propio orgasmo, tal como ella me había indicado, hasta la última gota.


- Muy bien, por hoy termina la lección, vamos a la sala.


Cuando llegamos me hizo sacar el guardapolvo y sentarme en una silla.


- Vamos a arreglar un poco ese maquillaje.


Retocó entonces mi maquillaje, y cuando terminó de hacerlo me contemple en el espejo, estaba mucho mejor de lo que yo misma creía que podía estarlo.


Se retiró entonces y volvió con otro vestido en su mano. Que vendrá ahora pensé, es que acaso no han sido demasiadas experiencias para un mismo día?


- Tomá, ponete esto.


Me puse el vestido, era un vestido negro de lycra sumamente ajustado, de mangas largas y que me llegaba hasta la mitad de la pierna. Cuando pude mirarme en el espejo, este me devolvió una vez mas la imágen de una verdadera puta. Aquí vamos de nuevo pensé.


Pero no, me equivoqué una vez mas, me alcanzó una cartera y me dijo:


- Aquí están tus documentos, andate y volvé el martes a las dos de la tarde.


- Pero, voy a salir así a la calle?


- Por supuesto, si sos una puta toda la gente debe saberlo, quien sabe, a lo mejor tenés suerte y hacés algo de plata.


Me empujó hacia el pasillo y cerró la puerta. Quedé ahí, transformada en toda una putita y teniendo que atravesar Buenos Aires hasta casa, es que mi Ama estaba decidida a hacerme pasar por todas las experiencias que tanto yo como mis amigas habíamos imaginado en mi página?


Fuí hasta el ascensor y lo llamé, resignada, no podía hacer otra cosa que arriesgarme.


Sin embargo, cuando llegué a planta baja, traté de ver si venía alguien y como no había nadie, me dirigí hacia la puerta, aquí se acabó mi suerte, vi en la puerta de calle una silueta parada junto a ella.


Me descubrirán, como haré, ya me imaginaba el escándalo, pero de cualquier manera sabía también que el martes próximo estaría a las dos de la tarde arreglando el departamento de mi Ama.


- Hola, todavía por aquí.


Me dí vuelta, quien estaba en la puerta no era ni mas ni menos que Gloria, no la había visto ya que caminaba mirando el piso por temor a llamar la atención. Vestía nuevamente el guardapolvo gris con el que la había conocido, continuaba con las botas puestas y yo ahora conocía los secretos que guardaba bajo esa ropa.


- Tenés el tutor puesto?


- Si todavía lo tengo.


- Y me imagino que ahora tenés que volver así a tu casa no? Sabés, yo puedo ayudarte, tengo en la portería alguna ropa de hombre que puedo prestarte, pero vas a tener que acompañarme.


Y sonreía mientras decía esto.


Por supuesto, sonreí yo también."


Te ha gustado el relato?, una vez mas yo me excité mucho al escribirlo e imaginarme a mi misma en esas situaciones, de hecho mi colita pedía a gritos ser atendida, hasta tal punto que gran parte de el lo escribí con una prótesis entre mis nalgas y bien enterradita al sentarme.


Pero esto no es lo que quería decirte, ya te conté que mi nueva Ama en este relato es una vieja colaboradora de esta página, si has leído sus relatos, conoces también sus gustos, así he decidido iniciar un concurso, envíame por mail quien supones que es mi nueva Ama, si aciertas me comprometo a cumplir todos tus deseos.


No se vale enviar un mail con varios nombres, los mail deben sugerir un solo nombre de quien es mi Ama, ni tampoco enviar varios mails con nombres de usuarios distintos. El concurso finaliza en la próxima actualización de mi página, momento en el que descubriré de quien se trata.


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Bueno, estoy esperando las respuestas al concurso

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