Como te imaginarás, con Georgina somos muy buenas amigas y
frecuentemente intercambiamos fantasías y experiencias. Sin
embargo, hasta ahora nunca hemos podido tener un encuentro,
debido no a nuestra falta de ganas sino a la distancia que nos
separa. Así que me he decidido a imaginar lo que podía suceder
en nuestro primer encuentro, el cual gracias a Dios se encuentra
bastante próximo.
"Habiendo intercambiado infinidad de mails con Georgina en
los cuales nos contábamos mutuamente las cosas que haríamos
cuando estuvieramos juntas, finalmente surgió la oportunidad de
que ella viajara a Buenos Aires, como tu ya sabes a las dos nos
fascinan los juegos de dominación y sumisión, y creo además
que competimos a ver cual de las dos es mas fetichista que la
otra.
Es así que sabiendo de antemano que ella viajaría, combinamos
para encontrarnos y disfrutar de los placeres que durante tanto
tiempo nos habíamos prometido. Combinamos de tal manera un
horario en el cual yo pasaría a visitarla en el Apart Hotel
donde se estaba hospedando.
Dado que yo solamente me transformo en la intimidad me dirigí al
hotel con una bolsa en la cual se encontraban todos mis
artículos femeninos, medias, maquillaje, zapatos, peluca y
demás está decirlo, algunos juguetes que estaba sumamente
ansiosa por usar.
Luego de anunciarme en recepción me dirigí a la habitación de
ella, al golpear, en un primer momento pensé que me había
confundido, que verguenza Ana, vos siempre haciendo papelones
pensé para mi, ya que jamás hubiera sospechado que quien me
abría la puerta era precisamente Georgina, estaba transformada
en toda una Diosa del sexo y la dominación.
Lo primero que me llamó la atención fueron sus zapatos, eran
esa especie de sandalias de taco extremadamente alto y fino
llamadas mules, de color negro, que con el solo hecho de verlas
hicieron que mi temperatura sexual subiera varios grados, a
continuación vi sus piernas enfundadas en un par de medias de
lycra bien brillantes y de color blanco.
Al continuar subiendo la mirada pude apreciar que tenía puesta
una pollera tubo de color negro y bastante corta y que le
permitía así lucir sus piernas. Encima tenía puesta una blusa
blanca, de manga larga y por supuesto completaba el atuendo con
una peluca rubia, un maquillaje excepcional y la correspondiente
bijouterie que siempre da ese toque femenino que completa la
transformación.
Realmente me encontraba frente a una Diosa y todas mis
expectativas se vieron colmadas de antemano pues ya viendola y
sabiendo además lo que nos esperaba comencé a excitarme cada
vez mas.
Ella rápidamente percibió el aumento de mi temperatura y me
hizo pasar al interior del cuarto. Allí, y sabiendo de mis
fantasías no cumplidas, adoptó inmediatamente el rol dominante,
con voz enérgica pero al mismo tiempo cargada de sensualidad me
condujo hasta el interior de la habitación y me ordenó que me
sentara.
Una vez sentada (recuerden que yo todavía estaba vestida como
hombre), me ordenó que me desnudara mientras revisaba el
contenido de mi bolso, así, mientras yo me quitaba la ropa y
quedaba totalmente desnuda, ella sacó toda la ropa y los
juguetes sexuales que incluían una prótesis de cintura, dos
dildos y un par de esposas.
Examinando entonces todos estos objetos que habían quedado en la
cama a medida que los sacaba del bolso, pareció meditar un
momento hasta tomar una decisión. Es así que tomando mi estuche
de maquillaje, me indicó que la siguiera hasta un espejo que
había en la pared, allí comencé entonces a maquillarme bajo
sus indicaciones.
Apliqué en primer lugar una base para disimular las
imperfecciones de mi piel, luego sombra en los párpados,
delineador, el cual usé tanto en los ojos como en los labios
intentando hacer que estos últimos parecieran lo mas grandes,
invitativos y sensuales posibles. De igual manera, al aplicar la
sombra, la estiré hacia los costados y hacia arriba, buscando
obtener lo que yo llamo ojos de gata.
Posteriormente apliqué rubor y la pintura de labios, y por
último, el toque final que consistía en un poco de rimmel.
Cuando terminé, yo misma estaba asombrada del trabajo que había
hecho, no puedo decirte que había quedado bonita, sino mas bien,
el maquillaje me había dado el aspecto de una mujer sensual y
excitada, ansiosa por tener un encuentro sexual.
Pero este es solo el comienzo, Georgina me conduzco nuevamente
hasta la silla y allí me fue alcanzando una a una las prendas
que iba eligiendo para mi, primero un par de medias de lycra
color carne, luego mi corset de cuero, el que se encargó
personalmente de ajustar, posteriormente las medias negras con
portaligas que había comprado especialmente para esa ocasión
(luego de mucho caminar había conseguido un par de medias con
costura, que realmente me enloquecen).
Posteriormente los zapatos, que para esta ocasión había llevado
unas sandalias negras con un taco aguja de 12 centímetros, la
peluca que ella misma se encargó de colocarme, una bombacha de
talle alto, y por supuesto, un par de aros y un collar.
Al finalizar, me dijo que me quedara así, que por hoy no me iba
a poner vestido, pero que me daba permiso para que fuera a
mirarme al espejo. Como te imaginarás, yo ni lerda ni perezoza
me acerqué inmediatamente para ver como había quedado.
Creo que producto de la excitación, de las ganas que tenía de
estar con ella, o no se porqué, ese día había logrado una
transformación como nunca, y yo misma me excité mas aún cuando
me contemple en el espejo. Estaba mirando la imagen de toda una
prostituta, incluso daba la sensación de estar deseosa de
satisfacer sexualmente a mi Ama.
Tal es la excitación que sentía que comencé a tocarme a mi
misma tal como si fuera una mujer masturbándose, primero rozando
la palma de mi mano por mi entrepierna, luego acariciando mi
propia cola, mientras rozaba mis piernas una contra la otra para
sentir ese suave roce que producen las medias, contemplando mi
imagen en el espejo, mostrando mi lengua asomando por entre mis
labios, deseando por tener algo entre ellos.
Estaba tan absorta en estas actividades tan placenteras,
exhibiéndome ante Georgina y ante mi misma, que no me di cuenta
cuando ella se aproximó y me colocó las esposas que yo misma
había traído (pensar que las llevé imaginando usarlas con
ella), una vez que mis manos estaban esposadas a mi espalda, yo
ya estaba bajo el completo dominio de Georgina, es así que me
llevó hasta la cama y allí procedió a atarme las piernas con
una cuerda de nylon.
Yo no puedo contarte ahora el grado de excitación que tenía,
estaba totalmente transformada en una prostituta, a merced de mi
nueva Ama, totalmente inmovilizada y sintiendo rozar mis piernas
una contra la otra, creía que en cualquier momento tendría mi
primer orgasmo y así fue. Casí sin darme cuenta, estando así
inmovilizada y tan solo estimulada por mi excitación y el roce
entre mis piernas, fue suficiente para provocarme un orgasmo.
Georgina lo percibió inmediatamente y entonces me avisó que me
había apurado mucho y que ahora debería castigarme por ser tan
ansiosa. Imaginando los castigos que me esperaban ya comencé a
disfrutar de antemano.
Mi Ama entonces fue hasta su bolso, de donde volvió con un penis
- gag en la mano, me hizo abrir la boca y lo colocó, yo por
supuesto ahora no podía emitir sonido y la sensación de la
mordaza dentro de mi boca, no se porqué pero me indicó lo que
de alguna manera vendría a continuación.
Es así que ella se retiró nuevamente, para ahora volver con un
par de guantes de latex (de los de tipo cirugía) y un dildo de
respetables dimensiones en la mano. Casi exhibiéndose frente mio
fue colocándose primero un guante y luego el otro, en ese
momento, me hizo dar vuelta mientras decía que ahora aprendería
lo que le sucedía a las putitas apuradas.
Comenzó así a darme de nalgadas, pasando sucesivamente de uno
de mis cachetes al otro, con cada una de estas palmadas yo me
excitaba nuevamente cada vez mas. Finalmente, cuando consideró
que ya era suficiente, cambió abruptamente de actitud y empezó
a acariciarme mis nalgas, no te imaginas la agradable sensación
al tener las nalgas sensibilizadas por el castigo previo y luego
sentir el tacto del latex por debajo de la bombacha.
Así, las caricias se fueron intensificando cada vez mas hasta
que finalmente Georgina introdujo lentamente primero un dedo y
luego dos dentro de mi colita, a continuación comenzó a jugar
con ellos a fin de ir dilatándome y cuando juzgó que había
alcanzado el punto justo, bajó mi bombacha e introdujo el dildo
que había traído.
No te imaginas el placer que sentí, hubiera gritado de haber
podido, pero estaba realmente enloquecida. Cuando ya pensaba que
no aguantaba mas, Georgina colocó la bombacha nuevamente en su
lugar a fin de que mantuviera el dildo dentro mio y cambió de
posición colocándose frente a mi.
En ese momento retiró la mordaza, pero fue por poco tiempo que
tuve la boca vacía ya que casi inmediatamente se sacó la
pollera y la blusa dejando ver que por debajo de ellas tenía un
body blanco también de lycra y que no puedo decirte menos que le
quedaba divino.
Así, desprendió la parte inferior del body y dejó libre su
clítoris el que a estas alturas ya estaba bastante inflamado, se
acercó a mi y como te imaginarás yo por supuesto estaba casi
desesperada por darle el mejor tratamiento posible.
Es así que comencé a besarlo primero con la punta de mi lengua
y finalmente cuando ya no podíamos aguantar mas ninguna de las
dos, lo introduje por completo dentro de mi boca, continuando a
besarlo con placer.
Estuvimos así un tiempo, yo totalmente inmovilizada, tirada en
la cama mientras besaba su clítoris hasta que finalmente
Georgina decidió que era momento de desatarme, al hacerlo, se
dió vuelta y me mostró sus nalgas indicándome que le gustaba
que la besaran. Por supuesto yo no me hice negar y comencé a
pasar mi lengua por sus cachetes, al mismo tiempo que ella se
masturbaba, yendo cada vez mas hacia el centro hasta que
finalmente, separando sus nalgas con mis manos, virtualmente la
penetré con mi lengua.
Escuché en ese momento sus gemidos de placer, los que me
excitaron aún mas a mi, así que entonces yo comencé también a
mover mis caderas para sentir como el dildo que ella me había
puesto se movía dentro mio.
Finalmente, ella se dió vuelta de nuevo y entonces fue mi turno
de masturbarla hasta hacerla llegar al orgasmo, el cual vertió
sobre mi pecho, que inmenso placer.
Fue así que las dos quedamos exhaustas, tendidas sobre la cama y
Georgina comenzó a adormecerse producto del intenso orgasmo que
había tenido. Pero dejo para mas adelante el contarte las cosas
que le hice aprovechando que estaba adormecida."
Bueno, te ha gustado esta fantasía, personalmente te cuento que
me excité muchísimo escribiéndola y espero que podamos
realizarla algún día.