Aún continúas allí, quizás te han gustado mis historias y tienes interés en saber como fue que me convertí en una ama estricta y dominante también (aunque no por ello he dejado de disfrutar de comportarme como una sierva sumisa y obediente).
Como ya sabes soy sumamente fetichista, adoro las medias con
portaligas, los corsets, los zapatos y botas con taco aguja, me
encanta usar uñas largas, etc. Así que luego de haber
experimentado algunas veces asumir el rol de sumisa, surgió en
mi la fantasía y el deseo de tener un encuentro en el cual me
comportara como una ama dominante.
Le conté esto a una amiga mía (travesti como yo también) que
por ahora llamaremos Laura, con la que hasta el momento solo
habíamos tenido una relación de amistad, y ella quedó
fascinada con la idea ya que siempre había tenido el deseo de
estar con alguien como ella y actuar como una sierva obediente o
como dos lesbianas y dado que hasta ese momento siempre había
salido con hombres, tenía entonces la oportunidad de cumplir con
sus dos fantasías simultáneamente.
En cuanto me confesó esto mi imaginación comenzó a volar y a
presentarme mentalmente escenas con las cosas que le haría en
nuestro encuentro, es así que entonces (en ese momento
estábamos en la calle charlando) combinamos un encuentro para la
semana siguiente, cuidando de dejar la tarde libre para estar
tranquilas en nuestros juegos.
Por supuesto que esperé el paso de esa semana con mucha
ansiedad, imaginando día a día cosas nuevas que podría hacer
con mi esclava en mi nuevo rol de ama. Pero, como todo llega, de
igual manera llegó el momento de nuestro encuentro, al entrar en
su casa ella ya me estaba esperando cambiada con una minifalda de
lycra muy ajustada (tiene una cola preciosa) de color negro,
medias negras con portaligas, una blusa negra de mangas largas,
pechos postizos, peluca rubia larga hasta los hombros y un
maquillaje muy suave y femenino.
Inmediatamente entonces me dirigí a la habitación a cambiarme,
como ya sabes, mi atuendo preferido es ese corset negro de cuero
con portaligas, al que por supuesto agregué un par de medias
finas de color negro, una bombacha también negra de talle alto
(que tiene la bondad de hacer mas ancha mis caderas), zapatos con
un taco de al menos diez centímetros con una pulsera en el
tobillo, uñas postizas (que para la ocasión pinté de negro
también), peluca negra, y agregué un vestido de lycra muy
ajustado que es tan corto que al sentarme deja entrever mis
nalgas. Como verás, quería tener en esta oportunidad el aspecto
de toda una dominatriz; para esta ocasión además elegí un
maquillaje bastante cargado en la gama de los marrones (que creo
sin dejar de darme un aspecto femenino, me da también una imagen
mas impactante).
Es así que cuando salí (hasta ese momento las dos sabíamos de
nuestros pequeños vicios pero nunca nos habíamos visto como
mujeres) y ella me vió por primera vez, alabó mi
transformación comentándome que estaba muy linda. Yo totalmente
compenetrada en mi papel de domina le tomé las nalgas con una
mano mientras le masajeaba los pechos con la otra diciéndole que
estaba transformada en toda una prostituta.
A continuación nos sentamos a charlar para también conocer los
gustos y los límites a los que podríamos llegar y establecer
también las reglas, mientras tanto, ella había puesto un video
de lesbianas en el cual se combinaban también elementos de
dominación, sumisión, que iba lentamente aumentando nuestra
temperatura mientras charlabamos.
Es así que luego de un rato decidí comenzar a tratarla como una
pequeña prostituta que se ha comportado mal y debe ser
castigada, fuí hasta el bolso que había llevado y volví con
una cuerda, primero le apliqué un par de nalgadas y luego la
até a la silla mientras le decía que era una prostituta y que
ahora debería aprender a comportarse.
Dejándola atada, tomé mi bolso (en el que había llevado muchos
de mis juguetes) y me dirigí al baño, allí, me puse un poco de
crema en mi cola y me introduje un vibrador en mi cola (al fin y
al cabo yo también tenía derecho a disfrutar) , volví a
colocarme la bombacha para que lo sujetara y a continuación me
puse una prótesis de cinturón simulando así ser toda una
lesbiana.
Cuando salí, se notaba la protuberancia por debajo del vestido,
la miré y le dije que tenía una sorpresa para ella, pero que
solo se la daría si aprendía a comportarse como una niña
buena, la desaté mientras continuaba humillándola.
Al terminar de desatarla comencé a manosearla nuevamente la cola
y los pechos mientras nos besábamos y apoyaba mi prótesis
contra su cadera, en ese momento le ordené que me ayudara a
sacarme el vestido, cuando lo hizo quedó sorprendida al ver la
prótesis que emergía de mi entrepierna, mientras tanto, yo
continuaba gozando con el vibrador que tenía puesto entre mis
nalgas.
En ese momento le pregunto si sabía practicar sexo oral, cuando
ella me responde que sí le ordeno entonces que me enseñe a ver
como lo hace, te imaginarás que no tuve que repetirle la orden
dos veces ya que inmediatamente tomó la prótesis y la introdujo
casi por completo dentro de su boca. Debo comentarte que fue
extremadamente agradable y me sentí toda una ama lesbiana, el
ver como ejercía un control completo sobre mi esclava, mientras
que al mismo tiempo ella estaba mamando de mi prótesis me
produjo una excitación indescriptible.
Pero, como cuando me transformo en dominatriz también se ser muy
estricta, decidí castigarla por no estar haciendo las cosas
bien, la humillé y la traté de prostituta nuevamente
diciéndole que ni siquiera sabía como practicar sexo oral y que
por lo tanto debía castigarla hasta que aprendiera.
En primer lugar le indiqué como quería que mamara mi prótesis,
no introduciéndola totalmente en su boca, sino que deseaba que
lo hiciera con la lengua, pasando lentamente la lengua por un
extremo, para después recorrerla toda (un gesto que a mi me
excita mas aún, y que además encuentro mas acorde con su papel
de prostituta).
Comenzó entonces a hacerlo tal como le había indicado mientras
yo ahora le decía que estaba mucho mejor pero que de igual
manera debería castigarla, es así que entonces la até
nuevamente y comencé a aplicarle nalgadas, después de un rato,
le dije que ahora la violaría, pero que en primer lugar debería
comprobar su dilatación, es así que fui nuevamente hasta mi
bolso y tomando un par de guantes de latex me los puse, a
continuación vertí crema en mis manos y comencé a acariciarle
la cola. Ella mientras tanto gemía de placer la muy prostituta,
le dije entonces que creía que mas que un castigo le estaba
dando un premio (en realidad yo sabía que era así).
Lentamente entonces introduje primero un dedo y luego dos dentro
de su cola y comencé a mover mis dedos dentro de ella quien por
supuesto continuaba gimiendo. Cuando verifiqué que ya estaba
dilatada, comencé a fregar mi prótesis con mis manos encremadas
y luego la penetré con ella, debo comentarte que lo hice sin
muchas contemplaciones, pero ella ya estaba bastante dilatada y
además yo le había dicho que deseaba violarla por lo que
tampoco podía hacerlo muy delicadamente.
Como puedo describirte la sensación de tener un completo poder
sobre mi esclava, mientras que al mismo tiempo la estás violando
y por supuesto ella te lo agradece. Mientras tanto, estábamos
frente a un espejo así que hice que mirara (y por supuesto yo lo
hacía también) como la estaban violando, esto aumentó aún mas
nuestra excitación.
Luego de un momento pensé que ya era suficiente así que me
desabroché la prótesis (aunque dejándola dentro de ella) y la
desaté, le ordené entonces que caminara con la prótesis
introducida en su cola exhibiéndose ante mi, ella por supuesto
no dudó en complacerme y mientras tanto yo me senté en un
sillón (al hacerlo el vibrador que tenía puesto se acomodó
deliciosamente en mi cola) y comencé a masturbarme mientras la
contemplaba.
Después me acerqué hasta ella, la hice encostarse contra una
pared y mientras con una mano movía la prótesis que aún
continuaba puesta, me fregaba contra su cadera y nos
contemplábamos en un gran espejo de cuerpo entero contra la
pared opuesta.
Entonces la tomé y la llevé hasta la cama, allí, acostada boca
abajo le retiré la prótesis, la que le alcancé con la orden de
que comenzara a practicar sexo oral con ella tal como le había
enseñado. Mientras tanto yo (que ya estaba bastante excitada
también) la penetré mientras sentía (que agradable que era) el
roce de nuestras medias al balancearme y el vibrador que aún
tenía puesto entre mis nalgas.
Ella comenzó a gemir de placer y yo no puedo contarte lo
indescriptiblemente agradable que era mi nuevo rol de dominatriz,
finalmente cuando ya estaba exhausta, me retiré de dentro de
ella y acostándome sobre la cama le ordené que acariciara mis
piernas y mis caderas mientras yo me masturbaba. Es así que
cuando llegué al climax lo hice dentro de su boca.
Fue sensacional, me encantó mi nuevo rol, quizá a ti te
gustaría también que te atara y te violara, escríbeme y te
responderé contándote todas las cosas que te haría, u una vez
mas, quien sabe, quizá en un futuro podamos realmente llevarlas
a la práctica.