De Vacaciones


Gisselle, mi esclava - amiga, me ha enviado otra de sus experiencias con esa deliciosa mujer que es Helena, y por lo visto, como hacía un tiempo que no me enviaba uno de sus relatos, ha elegido una aventura muy especial para contarnos:


"Estábamos en Salvador de Bahia, de vacaciones. El viaje era, digamos, una vieja fantasia de Helena, que estábamos concretando.


Ir a un lugar lejano, como una pareja de señoritas, actuar tiempo completo (obviamente también en público) como una chica. Durante este viaje su dominio era total, me habia colocado en una posicion de absoluta dependencia, y por supuesto que se encargó de hacermelo notar.


Al desempacar nuestras ropas, no me sorprendí al no encontrar absolutamente nada masculino. La primera noche bajamos a cenar al restaurante del hotel. Habia pasado horas arreglandome para lucir esplendida para Helena, pues yo quería que su sueño se hiciera realidad.


Me presente en el salón, con un vestido largo, ajustado, de color negro, sandalias, una peluca negra, larga y con un maquillaje lleno de brillos. El cuello a la base de mi vestido, me permitio lucir mi protesis de senos (abundante, como le agrada a ella), de un modo muy natural.


Al verme, me dijo que lucia encantadora, lo cual me llenó de placer. Al terminar la cena, planeabamos ir a una de las fiestas en la rambla, anticipando el carnaval. Para ir allí, Helena me sugirió un vestido de lycra azul, muy cortito y medias negras con costura (adoro las medias con costura).


Me puso un maquillaje más cargado y una peluca platinada, cortita, pendientes brillantes. "Ahora sí", dijo, "no olvides que la dama soy yo y vos sos la puta...."


Con estas palabras, me volvio a mi lugar. Ya en la fiesta, ella se ocupo de buscar parejas para ambas. Luego de un rato, conocimos dos chicas, Maira y Lourdes, morenas de ojos oscuros.... ya conocemos los gustos de Helena... muere por las chicas con tetas grandes y hermosos falos.


Bailamos un rato, muy divertidas. Maira se entretenía en subirme el vestido y restregar su miembro en mis muslos. Yo hervia de placer al sentirla contra mis medias. Helena, que en ese momento besaba apasionadamente a Lourdes, nos vio dijo "Es que no puedo distraerme un momento contigo ?"


Maira se sorprendio, pero Helena la tranquilizo enseguida, cuando me ordeno darle el vestido, dejandome en corpiño, tanguita y medias. Inmediatamente Maira me llevo aparte, comenzo a acariciarme freneticamente.


Bajamos la escalera hacia la playa, y en la oscuridad, me desnudo completamente. Me hizo arrodillar frente a ella, y acerco su falo a mi cara. Espere el contacto con mi lengua, pero, en su lugar, recibí toda la lluvia dorada de Maira. Ella gemÍa de placer mientras su liquido recorria mi cuerpo.


"Ponete en cuatro patas", me dijo, y me bañó la espalda y la cola. A todo esto, Helena y Lourdes nos habian encontrado, y a Lourdes, le vinieron tambien las ganas, así que, me ordeno levantar la cara, para recibir tambien su liquido.


Despues de sacudirles el miembro a las chicas, Helena me ordeno bañarme en el mar. Asi lo hice, y al salir, me di cuenta que ellas ya no estaban, y que yo estaba totalmente desnuda. Me asome a la rambla, y las vi, saludandome, con mi vestido.


Asi, que, debi cruzar entre toda esa gente, que de todos modos, a esas alturas, ya no se sorprendia con nada. Maira nos invito a su departamento, para estar mas comodas. Alli, Helena les conto brevemente acerca de nosotras, presentandome formalmente como Giselle, su puta esclava.


La historia calento a Lourdes, que sin dudarlo, se acerco a Helena, y comenzo a quitarle la ropa. Helena se derretia, al sentir las tetas calientes de Lourdes en su espalda desnuda. Lourdes la abrazó con fuerza, y de a poquito, le preparo la cola para una buena monta.


Maira y yo vimos como Lourdes enterraba sin piedad su robusto miembro, entero, en la cola de Helena. Ella, no acostumbrada a esa posición, parecia sorprendida, pero la estaba gozando toda...


Maira me hizo mamarsela, mientras contemplaba el esplendido espectaculo. La muy viciosa me hizo lamerle la pija un buen rato, mientras me acariciaba el clitoris. Cuando Lourdes terminó con Helena, fue el turno de Maira.


Fue una cogida salvaje, tanto, que a Helena le intereso copiar su estilo. Así es que, Mientras Lourdes gozaba de la cola de Maira, Helena me penetro con la misma violencia con que Lourdes la habia hecho ver las estrellas.


Maira y yo nos enredamos las lenguas en un beso, mientras nuestras amas, porque sin duda Maira era una esclava, nos sacudian salvajemente. Cuando Lourdes termino con Maira, Helena quiso que Maira le rellenara la conchita. Maira lo haría si Helena la chupaba primero.


Ante esto, Lourdes la tomó del cabello con fuerza, y la hizo lamer el ano de Helena a modo de disculpas. Luego de esto, Helena se enterneció y se tragó entero el miembro de Maira, mientras me ordenaba continuar con mi lengua en su ano.


En eso, siento que me toman por la cintura, y veo a Lourdes, como diciendome "creiste que te ibas a salvar ? ". En pocos momentos, tenía toda su pija adentro, y recibiendo el mismo tratamiento que las otras.


Sentia ese miembro duro como un hierro moviendose dentro de mi... Despues de una larga sacudida, sentí toda su crema dentro de mi... mientras sus suaves senos recorrian mi espalda. Para terminar la velada, Helena, Maira y yo, las tres con la cola bien rota, chupamos nuestro postre entre las tres, de la generosa mamadera de Lourdes... "


Giselle


Han visto!, que hermosa experiencia, realmente casi puedo imaginarmelas a las cuatro disfrutando y por supuesto, a Giselle recibiendo generosamente a todas sus nuevas amigas.


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Quizá quieras que sea como Lourdes contigo

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