Giselle me ha enviado otra de sus experiencias,
cada una de ellas es mas espectacular que la otra y no podemos
menos que estar de acuerdo que Helena es una excelente Ama,
lástima que halla tan pocas mujeres como ella:
"Tras varios meses de intenso entrenamiento con Helena, y habiendome transformado en, a su gusto, una perfecta señorita. Como Giselle, solo unas pocas personas me conocian, todos ellos amigos de Helena.
Carla es una amiga mia, nos conocimos durante mis primeros
tiempos en Rio, (trabajabamos juntos). No llegamos a ser novios,
pero salimos unas cuantas veces, tuvimos algunos momentos
especiales, etc.
Luego conoci a Helena, y al poco tiempo dejee de trabajar alli;
con Carla nos empezamos a ver muy esporadicamente, pero
mantuvimos una buena relacion. Algunas veces, ella vino a nuestro
apartamento, donde la recibiamos como una pareja
"comun".
El caso es que, un sabado de mañana, yo estaba sirviendo el
desayuno a Helena y a Deborah cuando golpean la puerta. Habran
adivinado, era Carla. Me asuste muchisimo, porque ella no sabia
nada, y no era una persona de nuestro circulo mas intimo.
Asi que Helena me ordeno esperar en nuestra habitacion mientras
Carla estaba en casa. Yo supuse que Helena la invitaria a pasar
solo un momento, para librarnos de una situacion embarazosa,
pero, lejos de ello, la invito a desayunar con ellas.
Como casi siempre, Carla estaba distanciada de su pareja, lo cual
lejos de entristecerla, la hacia renegar al barrer contra todo el
genero masculino. Helena opinaba que tal cosa no era cierta, que
en general, es cuestion de conocer y tratar a las personas del
modo correcto.
Y que estaba dispuesta a demostrarle que a los hombres es
cuestion de mostrarles su lugar. Yo, que habia oido todo, me
estremeci. Cuando senti que Helena me llamaba, las piernas me
temblaron.
Asi y todo, me presente en la cocina, y salude a Carla. Ella
estaba azorada. Primero, creo, se sintio muy incomoda, luego,
mientras Helena le contaba la historia, empezo a encontrarlo muy
interesante.
En determinado momento, pasamos al living. Se sentaron en los
sillones frente a frente, y Helena me ordeno quitarme el
uniforme. Quede frente a ellas, vestida solo con mis tacos,
medias de puño de encaje negras y bombachita al tono.
Deborah, que habia permanecido casi en silencio hasta ese
momento, hizo un gesto a Helena y esta asintio. Deborah se quito
el salto de cama, mostrando toda su belleza. Sus senos perfectos,
sus caderas.... y su imponente pene.
Ahora Carla estaba muy excitada, y se le notaban las ganas
desesperadas de comerse aquella pija, sin embargo se contuvo,
sentada al borde de su sillon, mientras Helena se arrodillaba
frente a Deborah y comenzaba a chupar aquel gran caramelo.
Lo lamia de arriba abajo, jugaba con su cabeza, entraba todo y
volvia a salir. Ayude a Carla a desvestirse, y cuando estuvo
completa mente desnuda, me arrodille frente a ella para chuparle
la vulva.
Cuando Helena lo noto, se sonrio y nos pregunto si nos gustaba
recordar viejos tiempos... Luego dijo que las cosas eran muy
diferentes ahora. Me tomo suavemente del pelo y se acuclillo
sobre mi cara, restregandome todo para que yo lamiera.
Mientras tanto, Carla se prendio de la pija de Deborah con una
voracidad impresionante. Chupaba de modo salvaje... Helena se
aparto, contemplo la escena y dijo "Carla... siempre supe
que eras una puta... Ahora vas a saber como tratamos nosotras a
las putas como vos. De rodillas!".
Helena la recosto sobre un sillon mientras Deborah la esposaba
las manos a la espalda. Una vez asi, Le introdujeron un vibrador
en cada uno de sus agujeros. Helena me hizo lamerle la vulva
mientras le decia a Carla, "Te gusta, putita ?... "
Carla estaba delirando... deseaba explotar en un orgasmo. Deborah
la sujeto por el cabello y se masturbo en su cara, llenandosela
de leche calentita... Carla, como la mejor de las putas golosas,
se esforzaba por lamer hasta la ultima gotita, entre las risitas
de Helena y Deborah..
Giselle
Has visto, que experiencia sensacional, obviamente
a Helena le encanta disfrutar el tener una puta a su servicio, y
de mas está decir que a nuestra amiga Giselle le gusta mas
todavía serlo