Bueno, veo que aún continúas aquí, eso quiere decir al menos
que te interesa mi vida sexual; entonces anímate, escríbeme una
carta y cuentame tus experiencias que si tu lo deseas las agrego
en mi página. No tengo por que ser yo sola quien cuente aquí
sus cosas, me gustaría mucho que otras amigas también tengan un
espacio para sus relatos en mi página y así.
De cualquier manera, si no deseas que la publique tan solo debes
decírmelo, pero al menos cuentame a mi algunas de tus historias
mas puerquitas que como sabrás me excita leer relatos de
aventuras sexuales. Incluso puedes también escribirme
contándome las fantasías que se te ocurren sobre mi y las cosas
que me harías como tu sierva o como te castigaría si me
transformara en tu ama.
Bueno, sigo esperando tus cartas. Ahora continuemos con una de
mis últimas experiencias.Tal como te habrás dado cuenta en mi
orientación soy mas bien bisexual, pero con una marcada
tendencia hacia lo que yo llamo "mi lesbianismo" ya que
si bien me transformo en toda una mujer fatal (o al menos eso
quiero pensar) y también me gusta mucho salir con hombres, uno
de mis mayores placeres es tener enfrente mío una imágen lo mas
femenina posible, esto por supuesto te indicará que las
travestis como yo son mis preferidas y que no pierdo oportunidad
para tener un encuentro con alguna de mis amigas.
Pero, también me gusta mucho salir con mujeres, el problema es
que no son muchas las que me aceptan tal cual soy y si bien en
muchas oportunidades he sentido cierta verguenza ante el rechazo
luego de contar las particularidades de mis pequeños vicios,
también es cierto que las pocas veces que he tenido la suerte de
encontrar una mujer que no solo me comprenda sino que además
apruebe estos vicios, la he pasado de maravilla.
Te cuento que en estas oportunidades he podido apreciar que una
vez que una mujer se libera es tremendamente mas activa y
resuelta que muchos hombres. Me ha pasado de estar con mujeres
que era la primera vez que estaban con una travesti como yo y que
teniendo fantasías de estar con otra mujer nunca se habían
animado a cumplirlas, al encontrarse conmigo ya transformada en
mujer también, pasaban primero por un momento de nerviosismo
hasta que se acostumbraban a la nueva situación.
Pero, una vez que se acostumbraban, debía pedirles yo que se
calmaran por un momento pues parecían inagotables (esto, te juro
nunca me pasó con hombre alguno, a ellos les cuesta mucho menos
soltarse, pero de alguna manera es como si nunca perdieran su
compostura).
Pero bueno, volvamos a mi historia, de aquellos encuentros con
mujeres que te he comentado antes, uno de ellos es
particularmente agradable para mi. Se trata de una mujer que
llamaremos Susana en este relato y que conocí hace poco tiempo
chateando por Internet. Ella por supuesto sabía de mi y esto fue
precisamente lo que le había atraído, el hecho es que después
de estar cerca de dos meses conectándonos vía computadora (no
te imaginas la cantidad de horas que pasamos chateando e
intercambiando mails) donde nos contábamos nuestras fantasías
(esto de chatear es encantador, tiene un gusto de impunidad si
quieres llamarlo así, que te permite contarle a la otra persona
cosas que quizás no confesarías a alguien que está frente
tuyo).
El hecho es que tal como te decía, luego de estar chateando
durante un par de meses en los cuales nos contamos nuestras
fantasías, decidimos que era el momento de conocernos
personalmente, y si bien no sabíamos (una nunca sabe) si
llegaríamos a concretarlas juntas, al menos si estábamos
seguras que el mero hecho de encontrarnos sería sumamente
excitante.
Es así que combinamos un día para encontrarnos en su casa, el
acuerdo era que ella simplemente me abriría la puerta y a fin de
mantener el encanto, yo inmediatamente me transformaría en Ana
Raquel y entonces sí podríamos mas tranquilas charlar de
nuestras cosas. Esto fue combinado a drede, yo personalmente no
gusto que otras personas que luego van a estar con Ana Raquel
conozcan mucho mi lado masculino, es como si se perdiera algo del
encanto, Cristina (vamos a llamarla así por ahora) estaba
totalmente de acuerdo.
Es así que tal como habíamos combinado, me dirigí a su casa e
inmediatamente me transformé, no voy a relatarte nuevamente la
transformación, ya tu sabes que soy extremadamente fetichista,
que solo uso zapatos de taco alto, minifaldas, etc. y que me
encanta transformarme en toda una prostituta.
Así que una vez mas sentí esos nervios en el estómago al salir
de la habitación, y una vez mas fui bien recibida, en cuanto
salí, ella me tomó en sus brazos y me dió un beso en la boca
mientras sonreía abiertamente y como al pasar frotaba sus manos
en mi cola. Supongo que entenderás como este tipo de cosas me
excitan (tal como creo te pasará a ti también).
Luego de intercambiar saludos y alabanzas, (ella aprovechando el
tiempo también se había cambiado y estaba preciosa, no se donde
obtuvo la ropa pero era el ideal de cualquier fetichista, medias
con portaligas, un corset ajustadísimo que le hacía une figura
preciosa, zapatos de taco aguja y un corpiño media taza que le
permitía lucir unos pechos hermosos, combinado todo con un
maquillaje fuerte en tono rojo y un vestido negro de lycra
ajustadísimo, así que te imaginas como estaba yo - precisamente
en la gloria, sentía que había hallado a la mujer de mis
sueños).
Retomando la historia, luego de intercambiar ahora sí saludos,
nos sentamos un sofá del living y ella trajo un poco de
champagne para tomar mientras charlábamos. Así que mientras
continuabamos nuestra conversación ya que en realidad habíamos
tomado mucha confianza a través de los meses de chateo y nos
sentíamos las dos muy cómodas y como si nos conociéramos desde
mucho tiempo atrás. Percibimos mutuamente que nuestro encuentro
no quedaría simplemente en una charla, puedo decirte que la
tensión sexual se sentía en el aire, y es así que casi sin
darnos cuenta, mientras charlábamos, primero ella comenzó a
pasar su mano por mi pierna con la excusa de alabar mis medias y
poco a poco nos quitamos primero el vestido, también con la
excusa de una mostrarle a la otra el corset que tenía puesto y
casi sin darnos cuenta estábamos abrazadas en el sofá dandonos
un beso.
Creo que nunca podré describir lo excitante para mi que es esa
sensación de dos cuerpos femeninos estar tocándose, sentir el
roce del cuero de nuestros corsets, mientras que al mismo tiempo
sentir ese otro roce tanto mas suave de nuestras piernas
enfundadas en medias, es tal como te decía indescriptiblementte
excitante para mi.
Pero como te imaginarás, esto recién comenzaba, fuimos
abanzando lentamente y a la par que nuestra temperatura subia,
ella se quitó la bombacha y me enseño sus genitales, mientras
que me pedía que fuera una buena niña y la besara. Es necesario
que te diga que lo hice inmediatamente, ella quedó acostada
sobre el sofá con las piernas abiertas mientras yo me
entretenía con mi lengua en su entrepierna.
Después de un rato de estar así, ella me propuso hacer lo
mismo, a lo cual acepté, pero para mi sorpresa, ella no se
dirigió a mi entrepierna, sino que bajó mi bombacha, me hizo
recostar boca abajo sobre el sofá y abriendo mis nalgas,
comenzó primero a besarme la cola y luego a penetrarme con su
lengua. Que indescriptible sensación de gozo, me sentía
realmente como toda una mujer a la cual le están practicando
sexo oral, esto duró un momento y luego, me hizo dar vuelta y
comenzó a besarme en mi entrepierna.
Al poco tiempo continuábamos aún en el sofá pero ahora
enfrascadas en un 69 de lo mas delicioso, nuestros cuerpos
estaban profúndamente entrelazados y yo continuaba disfrutando
del roce de ellos y de nuestras ropas.
De pronto ella se levantó y avisándome que iría a buscar
algunos de sus juquetes preferidos me pidió que la esperara un
momento. Al volver traía varios de ellos entre sus manos y
realmente a mi se me hizo agua la boca de tan solo ver algunos de
ellos.
Pero, para que voy a hacer aún mas larga esta historia, en
primer lugar se colocó una prótesis de cinturón (ella ya
sabía por nuestras conversaciones que a mi me encantan) y
simulando que era su pene me pidió en primer lugar que se lo
chupara al tiempo que me decía que la excitaba mucho ver como yo
chupaba un pene.
Mas tarde, me hizo dar vuelta y encremándome primero la cola me
penetró tal como si fuera su mujer y ella mi hombre, una vez
mas, puedo contarte la excitación que sentía yo en ese momento
primero al verla con todo su ataviaje fetichista, luego con la
prótesis puesta y finalmente al sentirla penetrándome?
Después de un tiempo y cuando yo ya sentía que estaba por
llegar al climax, ella se retiró y delicadamente me indicó que
deseaba sentir el mismo tratamiento, es así que intercambiamos
posiciones y yo sacando mi pene por un costado de la bombacha la
penetré a ella mientras introducía dos dedos encremados en su
cola, puedo decirte sin temor a equivocarme que en ese momento
ambos enloquecimos.
Finalmente, cuando casi estábamos por alcanzar el climax
nuevamente, me retiré y ella tomó entonces con una mano
mientras que con la otra tomaba el resto de los juguetes y me
llevó hasta la habitación, allí tomo una una especie de
prótesis de latex de mas o menos cuarenta centímetros de largo
con dos cabezas en sus extremos.
Una vez que estábamos en la cama, nos colocamos las dos en
cuatro patas y primero ella introdujo un extremo en su propia
cola mientras que yo hacía lo mismo. Una vez que ambas teníamos
nuestras colas rozándose y por supuesto con la totalidad de la
prótesis convenientemente repartida dentro de nosotras,
comenzamos a balancearnos rítmicamente mientras que al mismo
tiempo nos masturbábamos, después de estar un tiempo así, y no
con poco trabajo, conseguimos darnos vuelta de manera de
continuar aún con la prótesis dentro nuestro, pero ahora
estando frente a frente, lo que nos permitía besarnos en la boca
mientras, abrazadas, continuábamos balanceándonos para sentir
el movimiento dentro nuestro.
Tiempo después y cuando ya casi estábamos totalmente agotadas,
nos separamos y entonces tomó dos vibradores los cuales primero
yo a ella y luego ella a mi nos introdujimos en la cola y
comenzamos a exhibirnos una frente a la otra mientras la delicia
de sentir nuestras nalgas llenas nos hizo comenzar a masturbarnos
mutuamente mientras nos besábamos.
Así, primero ella alcanzó el climax mientras yo con una mano la
masturbaba y ella al mismo tiempo masajeaba su cola a fin de
mover el vibrador (el cual estaba a su máxima potencia), luego,
fue el turno de ella comenzar a masturbarme mientras ahora yo
tenía el vibrador a máxima potencia haciéndome cosquillas en
la cola hasta que llegué al climax.
Tengo que repetirte una vez mas que la experiencia fue
inolvidable, esta fue también la primera vez que estuve con una
mujer, cumpliendo ambas el papel de dos lesbianas. Incluso tiempo
después tuve otros encuentros con Cristina (que espero poder
contarte mas adelante), pero este fue también un paso muy
importante para mi pues me señaló que es también muy excitante
estar con una mujer de criterio amplio.
Quizás tu también eres mujer y si eres de criterio amplio y te
gustan mis experiencias, por que no me escribes?, cuéntame tus
fantasías y que cosas te gustaría hacer con un travesti bien
femenino, me encantaría charlar contigo.
Quizás tu también eres travesti como yo y te gustaría como a
mi estar con una mujer, anímate a escribirme también que juntas
podemos charlar como si fuésemos dos lesbianas, te aseguro que
es encantador.