He encontrado una nueva amiga en la red,
ella me ha enviado esta experiencia real, luego de leerla no
puedes menos que coincidir conmigo en que es realmente
envidiable:
"Con Marga teníamos una
muy buena relación, salíamos, bailábamos, siempre entre
nosotros había un entendimiento mutuo, y por sobre todas las
cosas mezclábamos el amor con el placer.
Luego de hacer el amor pasábamos horas contándonos nuestras
experiencias anteriores.
Ella había tenido muchas experiencias lesbicas y en todas ellas
había actuado en forma activa, yo también hacia alarde de mis
relaciones gay pero siempre cuidando mi cola, pese a que en más
de una oportunidad había chupado alguna verga.
- Nunca te hicieron la cola - decía ella.
- No he tenido motivación - explicaba yo, pero la idea recorría
mi cabeza.
Una noche de verano mientras salíamos, decidimos ir a un hotel
alojamiento, fue una sorpresa ver que ella llevaba un bolso y
ante la pregunta - que llevas allí -, - placer
! - decía .
Dentro de la habitación había un gran espejo en la pared y otro
en el techo, estos abarcaban toda la cama.
En un abrazo nos besamos y luego me dijo - Voy al baño a
cambiarme, tú dentro del bolso tienes la ropa de tu medida -.
La sorpresa fue mía al ver que toda era ropa intima de mujer,
como si supiera lentamente fui vistiendo mi cuerpo, me coloque
las medias rojas, el corsé con el portaligas, una bombacha que
contrajo mi miembro quedando del tamaño de una bulba, los
zapatos rojos de tacón, unos guantes largos de lycra y por
último para tapar mi rostro varonil una mascara dorada y una
peluca negra azabache. El espejo daba crédito a lo que veía, mi
cuerpo había cambiado, mi cintura con el corsé se había
reducido, mi cola estaba dura y los tacos daban una escultural
figura de un metro ochenta y siete.
La puerta del baño se abrió y la figura de Marga me
estremeció, sus medias caladas, sus botas, su portaligas, su
corpiño y entre sus piernas
un arnés con un consolador
con testículos, de una realidad descomunal, se veían hasta las
venas; se aproximo, se agacho me saco la bombacha y comenzó a
chupar mi miembro viril como una puta. Una vez que lo puso tieso
se tumbo en la cama en cuatro patas y expreso - tengo un agujero
tapado por el consolador no quieres aprovechar el otro - levanto
su cola e inmediatamente mi verga lubricada con su propia saliva
fue abriendo ese oscuro camino undiendose lentamente hasta el
fondo, acabe rápidamente ya que esa imagen me éxito, y no
podía controlarme más.
Mi miembro fue quedando dentro del agujero flácido y mirándome
dijo - Ahora que has aprendido
quieres probar? -; la idea
que era de imaginar había dado mil vueltas en mi cabeza, y luego
era yo el que se encontraba levantando la cola en esa cama.
Incline mi cabeza para verme en el espejo de la pared y pude
apreciar como ella se iba acercando, apoyo la cabeza del
consolador en mi único agujero y fue abriendo mi ano.
En el primer momento casi me descompongo, debía ejercitar esto
mucho más, hasta que logre la dilatación y una vez que la
cabeza se abrió paso el resto del tronco entro hasta las pelotas
de siliconas.
- Estas sintiendo lo que yo sentí - decía - Ahora somos
iguales, ojo por ojo - mientras seguía desvirgándome.
Luego de esto nuestra relación siguió por mucho tiempo más,
pero cada vez que hacíamos el amor me vestía de mujer. Por
momentos, cuando salíamos, debajo de mi ropa de hombre tenia la
de mujer y esto la exitaba mucho más."
Susan Soul
Has visto que experiencia sensacional.