Tal como pienso que les ha ocurrido a ustedes, yo también me he quedado encantada con estos personajes que mi amiga Amanda ha creado para nuestro deleite. Tal es así que habiéndome interesado tanto, he pensado en colaborar con Amanda para continuar este relato.
De una cosa estoy segura, el día que editemos los cuentos de esta página, se transformarán en un boom editorial (adivina como pensamos festejarlo). Pero ahora a los hechos:
"Si ustedes no recuerdan mal, Rocío y Marta habían vuelto
a Buenos Aires, luego de que esta última descubriera lo
interesante que podía ser la vida junto con quien fuera su ex -
esposo y ahora amante lesbiana.
Tal es así, que luego de volver y al pasar un tiempo, ambos
estaban viviendo como dos mujeres. Raquel seguía con sus visitas
a Rocío, y Marta se hizo gran amiga de ella . Era frecuente que
se reunieran para cenar, cenas en las que como te imaginarás,
luego de los postres se producían frecuentes encuentros
sexuales, potenciados por los productos de Miss Valón.
Con el paso del tiempo el ritmo de la casa comenzó a hacerse
cada vez mas penoso, Rocío no solo tenía su trabajo de
secretaria ejecutiva, sino que además, la zona de ventas de los
productos Miss Valón que tenía, ofrecía un gran campo de
trabajo (de hecho, casi no daba abasto con los pedidos).
Llegaba agotada a la noche y motivada por el incremento en sus
ingresos decidieron una noche junto con Marta, contratar una
mucama que se encargara de las tareas domésticas y de esta forma
estar mas tranquilas ellas y poder disfrutar aún mas de sus
encuentros.
Citaron en su casa a varias candidatas; buscaban entre otras
cosas una empleada que fuera, sexualmente hablando, bastante
liberal pues pensaban que tarde o temprano, al vivir con ellos se
daría cuenta de la naturaleza de Rocío y que en las visitas
ocasionales de Raquel algunas cosas sucedían.
Finalmente eligieron a una de las postulantes, una muchacha del
interior, de excelente físico que podía percibirse a pesar de
que usaba gastadas ropas y su cabello estaba bastante descuidado.
Así, pactaron que a partir del día siguiente, comenzaría sus
tareas.
Ese día transcurrió con normalidad y por fortuna, Rocío llegó
temprano a su casa pues Miss Valón había suspendido
temporariamente la entrega, en espera de la nueva línea de
productos para el año próximo. La nueva mucama preparó la
comida, los sirvió y atendió correctamente e incluso rozó un
par de veces las piernas de Marta primero y de Rocío después,
lo que les hizo mirarse de manera cómplice sospechando que su
nueva mucama podría participar en algún momento de sus juegos
sexuales.
Finalmente, la mucama les trajo el café. Lo que seguramente
ellos no sospechaban era lo que estás sospechando tu: la mucama
no era otra persona que Bárbara, la amiga de Marta que ellos
habían abandonado en Rosario, atada y con dos vibradores
insertados en su cuerpo. Estaba, decidida a vengarse, se había
hecho pasar por una muchacha del interior, sin experiencia, y con
un poco de maquillaje, la ropa ajada y una peluca había logrado
no ser reconocida.
Así, Bárbara decidida a cobrarse la situación que le habían
hecho pasar, había colocado un potente somnífero en el café.
Al poco rato, Rocío y Marta, se encontraban durmiendo en el
sofá de su casa. Aquí es donde Bárbara comenzó a realizar su
verdadero trabajo: tomarse revancha.
Cuando nuestras amigas se despertaron, vieron que se hallaban en
su cama, pero una cosa les sorprendió, no podían moverse pues
estaban firmemente atadas con sogas tanto en manos como en las
piernas, además de tener un penis - gag puesto dentro de su
boca.
Cuando por fin pudieron erguir un poco la cabeza, encontraron que
también estaban vestidas con idéntica ropa, zapatos aguja de
taco alto, medias negras con costura y refuerzo en el talón, un
uniforme de mucama estilo francesa, por debajo sentían la
opresión de un corset firmemente apretado y una de las cosas que
mas sorprendió a Roció fue sentir dentro de su cola un
vibrador, supuso que Marta se encontraría en igual situación.
Además, sentía su busto extraño y era porque Bárbara le
había colocado un par de prótesis mamarias de gran tamaño. Lo
que es justo reconocerlo, le daba una imagen bastante excitante.
En ese momento aparece Bárbara en la habitación, precedida por
el ruido de un taconeo, ambas dan vuelta su cabeza para mirarla y
se quedaron asombradas de que la misma persona pudiera ser: la
Bárbara que Marta conocía, la tímida mucama que había hecho
las tareas domésticas ese día y al mismo tiempo, la imponente
dominatriz que tenían ante sí.
Su cabello, negro azabache, estaba recogido en una cola de
caballo, su maquillaje era sencillamente espectacular, largas
sombras cubrían su rostro, estirando sus ojos hacia los
costados, sus labios parecían dispuestos a ordenar. En su
cuello, lucía una gargantilla de cuero con tachas de metal,
debajo, un corset sumamente ajustado le hacía una figura
espectacular, mientras que el corpiño estilo media taza,
mostraba unos pechos espectaculares.
Los brazos estaban enfundados en guantes de cuero altos que casi
llegaban hasta las axilas, un portaligas con medias negras y un
par de botas con taco aguja, altas hasta la mitad del muslo y
acordonadas le daban una apariencia realmente intimidante.
Finalmente, completaba el atuendo una prótesis de respetables
dimensiones, de color negro que pendía de su entrepierna
sujetada por un cinturón de tiras que dejaba al descubierto
tanto su vagina como su cola. Rocío reconoció inmediatamente
los productos Miss Valón que Bárbara llevaba puestos y lamentó
haberlos dejado en su casa en Rosario.
- Bueno putitas, ahora van a probar un poco de su propio
tratamiento.
- Mmmhgmgmh - tan solo pudieron decir Rocío y Marta producto de
la mordaza que tenían puesta.
- Ahora voy a contarles lo que pasó cuando Ustedes se fueron:
estuve siete horas sentada en esa silla, enloquecida con los dos
vibradores dentro mío, gozando un orgasmo detrás de otro hasta
que finalmente llegó Eugenia y me desató, por supuesto, aún
seguía excitada y cuando quedé libre, casi obligué a mi amiga
a que me besara hasta alcanzar de nuevo otro orgasmo.
- Así, me decidí a hacerles una visita y excitarlas hasta que
me pidan por favor que me las coja. Está claro?
- Mgmghgmkgkkg - solo pudieron responder nuestras amigas.
Bárbara procedió a retirarles la mordaza, al tiempo que las
desataba, pero tan solo las sogas, dejándoles puestas un par de
esposas en las manos y en las piernas unas anillas de cuero
unidas por una cadena que las obligaba a caminar con pasos
cortos.
Al sentarse en la cama y casi al unísono nuestra pareja amiga
exhaló un gemido, producto de que se les hubieran enterrado un
poquito mas los vibradores que llevaban puestos.
- Bueno, veo que empezamos a entendernos. Ahora ustedes se van a
encargar de las tareas de la casa mientras yo disfruto un poco.
Y mientras decía esto, se dirigió primero a una y luego a la
otra encendiendo los vibradores que tenían puestos a su máxima
potencia. Sus ojos mostraron casi inmediatamente ese brillo
particular producto de un grato momento.
- Bueno, ahora no se queden quietas les ordenó, vos Marta, vení
conmigo al living, mientras vos Rocío te vas a la cocina a lavar
los platos.
Ambas obedecieron inmediatamente pues, aunque no lo tenían
previsto también estaban disfrutando como locas con la nueva
situación. Así, Rocío se dirigió a la cocina, sintiendo como
con cada uno de sus pasos se acomodaba el vibrador, una
sensación particular ya comenzaba a recorrer su cuerpo y sentía
la necesidad de tener algo vivo dentro suyo.
Mientras tanto, en el living Bárbara llevaba a Marta de la mano
hasta un sillón, allí, se sentó y le ordenó:
- Ahora empezá a limpiarme las botas con tu lengua. Marta
sintió entonces por primera vez la humillación en carne propia,
tal como en otro momento la había sentido Rocío y comprendió
inmediatamente porqué le había agradado tanto a ella.
Tímidamente al principio y con mas energía después que
Bárbara le tomara la cabeza entre sus manos, Marta comenzó a
pasar su lengua por todo el largo de las botas, subiendo y
bajando, yendo desde los tacos aguja, los que introducía en su
boca como si de un pequeño pene se tratase, hasta la caña de
las botas, rozando con su lengua las piernas de Bárbara.
Viendo que esta actividad le daba placer, Bárbara exclamó:
- Pero, veo que Rocío te ha convertido en una verdadera puta,
vení, demostrámelo y besame un poco.
Marta no se hizo rogar, totalmente compenetrada con su nuevo
papel de sierva, comenzó a pasar su lengua primero por la punta
de la prótesis y luego tragándola casi por completo, besándola
como si de un verdadero pene se tratase.
Bárbara, totalmente excitada ante esta imagen, la tomó de los
brazos, la hizo dar vuelta y sin sacarle el vibrador que tenía
en la cola, la penetró violentamente por la vagina. Tal como te
puedes imaginar, el placer que sentía Marta era indescriptible,
tener sus dos agujeros llenos, uno vibrando agradablemente,
mientras que en el otro tenía un pene de generosas dimensiones
entrando y saliendo.
Rocío que se encontraba en la cocina, se sintió atraída por
los gemidos de su pareja, se acercó con pasos pequeños y cada
vez mas excitada por los efectos del vibrador dentro de su cola.
Hasta que al asomarse al living, la escena que presenció, la
hizo relamerse los labios. Allí estaba su pareja, convertida en
toda una sierva, siendo cogida por una nueva Ama que había
ingresado en sus vidas.
Presa de la excitación, pasó su mano por debajo de la falda y
comenzó a acariciar su clítoris, pero, no pudo reprimir un
gemido de placer al encontrarse en tal situación. Imaginen la
pobre chica, estaba contemplando una escena de alto voltaje, con
un dildo en su cola y además acariciándose, por mas que
intentó contemplar en silencio, sus propios gemidos atrajeron la
atención de Bárbara.
Cuando ella la vio, enseguida exclamó:
- Ah, no, vos no vas a gozar ahora, esta noche soy yo quien las
va a gozar a las dos mientras ustedes me ruegan que les permita
llegar al orgasmo.
Inmediatamente entonces se retiró de Marta, la obligó a
sentarse en una silla (momento en que nuestra amiga suspiró
nuevamente al acomodarse nuevamente el vibrador) le colocó
nuevamente la mordaza para que no la perturbara con sus gemidos y
la ató a la misma a fin de que no pudiera siquiera tocarse a si
misma.
Bárbara se dirigió a Rocío y tomándola por su ropa, la
obligó a recostarse sobre el respaldo del sillón, quedó así
con la cola hacia arriba y por supuesto, como se imaginarán,
casi inmediatamente retiró el vibrador de su cola para acto
seguido penetrarla con su dildo.
Estaba así moviéndose rítmicamente cuando sonó el timbre. Sin
saber quien era, inmediatamente amordazó y ató a Rocío a fin
de que no pudiera emitir sonido y cerró la puerta que separaba
el living de la recepción del departamento y abrió la puerta
para ver quien era.
Tengo que aclararte que se trataba de Raquel que también
aprovechando que terminaron temprano, había decidido hacer una
visita a sus amigas a fin de pasar un buen rato?
- Buenas tardes, dijo Raquel, enfundada en su hermoso traje de
vendedora de Miss Valón.
Comprendiendo inmediatamente que algo había pasado, Raquel
adoptó el ritual de vendedora y dijo a Bárbara.
- Soy representante de la línea de productos Miss Valón y
deseaba hacerle una demostración.
Bárbara, interrumpida en medio de una venganza que estaba
saliendo mejor de lo que había imaginado, no estaba de muy buen
humor y rápidamente le dice:
- Si, ya conozco sus productos, justamente como puede ver estaba
en este momento usándolos.
- A pero señora, precisamente por lo que veo es que puedo
señalarle que usted tiene la línea vieja y yo en este momento
estoy presentando el lanzamiento de los productos para el año
próximo. Realmente no puede dejar de disfrutarlos.
Y mientras decía esto, dejaba su bolso en el suelo, lo abría y
comenzó a sacar una serie de productos.
- Vea por ejemplo, este arnés, es sencillamente espectacular,
puede comprobar ...
Aprovechando la distracción de Bárbara por los productos que le
estaba mostrando, Raquel tomó una de las manos enguantadas de
esta y casi sin que pudiera reaccionar, colocó un par de esposas
en sus brazos. Una vez que la tuvo inmovilizada, la empujó
contra la puerta y la interrogó.
- Decime donde están Rocío y Marta, rápido antes de que me
enoje.- Aunque en realidad, más que enojada estaba excitada;
Bárbara ya podía sentir una ligera presión contra su cadera
que salía debajo de la ropa de Raquel.
- En el living, atadas y amordazadas.
- Atadas y amordazadas, que interesante, eso tengo que verlo.
Guió así a Bárbara tomándola por los brazos hasta el living,
y si ya había comenzado a excitarse, ahora lo estaba aún mas,
contemplando a sus dos amigas, atadas, amordazadas y
completamente inmóviles, ataviadas como dos mucamas francesas.
Fue lo único que necesitó para terminar de excitarse y comenzó
a sentir una ligera presión contra su bombacha, imaginando la
noche que pasarían.
Empujó entonces a Bárbara sobre uno de los sillones y procedió
a sacarles la mordaza a Rocío y Marta mientras decía:
- La verdad no se si desatarlas, me parece que están tan bonitas
que mejor voy a esperar un momento.
Así, se aproximó primero a Marta y subiendo la pollera dejó
libre su clítoris bastante inflamado, Marta casi se abalanzó
sobre él y comenzó a besarlo con placer.
- Tranquila chiquita, así no me vas a dejar que dure toda la
noche. Esperá un ratito que voy a atender también a Rocío.
Mientras decía esto se acercó a nuestra amiga, quien ya se
estaba relamiendo los labios. Nuevamente tomó su clítoris y se
lo ofreció, Rocío entonces lo tomó entre sus labios mientras
Raquel se movía rítmicamente como si estuviera cogiendo la boca
de su amiga.
Luego de un momento, procedió a desatarla y entonces, notando
que el clítoris de su amiga estaba tan inflamado como el suyo,
se agachó y mientras acariciaba la cola de Rocío y movía el
vibrador dentro de ella, procedió a darle el mismo tratamiento
que antes había recibido ella.
Mientras, tanto Bárbara como Marta estaban literalmente
desesperadas. Viendo esto Raquel retiró su boca del pene de su
amiga y le dijo:
- Pero, mirá Marta la pobrecita como está, no te parece que
deberíamos atenderla un poquito?
- Tenés razón, pero que hacemos con ella? (señalando a
Bárbara)
- Dejemos que entre un poquito en calor y luego le mostramos la
nueva línea de productos.
Diciendo esto, se acercaron a Bárbara y tomando el bolso de
Raquel, sacaron dos pequeños artículos con forma de huevo,
presionando un interruptor, estos comenzaron a vibrar
intensamente y entonces tomando Raquel uno y Rocío el otro, los
introdujeron respectivamente en el ano y la vagina de la dómina
que ahora había pasado a esclava. Por supuesto, y además
conociendo la naturaleza del producto, se encargaron de
enterrarlo profundamente para incrementar su efecto.
Una vez que se encargaron de Bárbara, se acercaron nuevamente
hacia Marta y al desatarla, esta se liberó rápidamente y
mientras que tomaba cada uno de sus penes en su mano masturbando
a nuestras amigas les dice.
- Son dos brujas, ustedes divirtiéndose como locas mientras casi
me matan haciéndome desear. Ahora van a ver el tratamiento que
les voy a dar yo.
- Adelante, estamos a tu disposición. Le dice Rocío mientras
contenía los gemidos de placer.
Marta, viciosa se introdujo entonces sucesivamente el miembro de
una y otra dentro de su boca. Mientras masturbaba a una, bebía
el clítoris de la otra, alternando cuando percibía que una de
ellas estaba por tener su orgasmo.
Finalmente, cuando vio que casi no podían contenerse mas,
continuó sin parar hasta que ambas llegaron al climax casi al
unísono.
Ya relajadas y estando las tres abrazadas Marta preguntó:
- Y ahora que hacemos con ella?
- Ya vas a ver querida, le respondió Raquel mientras Rocío le
comentaba, - No sabés que acaba de salir la nueva línea de
productos, Bárbara será la primera en probarla.
Estos son algunos dibujos que he encontrado en Internet y que me
gustaron para ilustrar esta historia:
Bueno, que te ha parecido nuestra colaboración
con Amanda, a mi por lo menos me encantó escribir junto con ella
y entusiasmarme con sus personajes. Aunque debo confesarte
también que ahora estoy deseosa de vivir experiencias de este
tipo.