La Vendedora, Sexta Parte

La Venganza de Bárbara

 

Tal como pienso que les ha ocurrido a ustedes, yo también me he quedado encantada con estos personajes que mi amiga Amanda ha creado para nuestro deleite. Tal es así que habiéndome interesado tanto, he pensado en colaborar con Amanda para continuar este relato.

De una cosa estoy segura, el día que editemos los cuentos de esta página, se transformarán en un boom editorial (adivina como pensamos festejarlo). Pero ahora a los hechos:


"Si ustedes no recuerdan mal, Rocío y Marta habían vuelto a Buenos Aires, luego de que esta última descubriera lo interesante que podía ser la vida junto con quien fuera su ex - esposo y ahora amante lesbiana.


Tal es así, que luego de volver y al pasar un tiempo, ambos estaban viviendo como dos mujeres. Raquel seguía con sus visitas a Rocío, y Marta se hizo gran amiga de ella . Era frecuente que se reunieran para cenar, cenas en las que como te imaginarás, luego de los postres se producían frecuentes encuentros sexuales, potenciados por los productos de Miss Valón.


Con el paso del tiempo el ritmo de la casa comenzó a hacerse cada vez mas penoso, Rocío no solo tenía su trabajo de secretaria ejecutiva, sino que además, la zona de ventas de los productos Miss Valón que tenía, ofrecía un gran campo de trabajo (de hecho, casi no daba abasto con los pedidos).


Llegaba agotada a la noche y motivada por el incremento en sus ingresos decidieron una noche junto con Marta, contratar una mucama que se encargara de las tareas domésticas y de esta forma estar mas tranquilas ellas y poder disfrutar aún mas de sus encuentros.


Citaron en su casa a varias candidatas; buscaban entre otras cosas una empleada que fuera, sexualmente hablando, bastante liberal pues pensaban que tarde o temprano, al vivir con ellos se daría cuenta de la naturaleza de Rocío y que en las visitas ocasionales de Raquel algunas cosas sucedían.


Finalmente eligieron a una de las postulantes, una muchacha del interior, de excelente físico que podía percibirse a pesar de que usaba gastadas ropas y su cabello estaba bastante descuidado. Así, pactaron que a partir del día siguiente, comenzaría sus tareas.


Ese día transcurrió con normalidad y por fortuna, Rocío llegó temprano a su casa pues Miss Valón había suspendido temporariamente la entrega, en espera de la nueva línea de productos para el año próximo. La nueva mucama preparó la comida, los sirvió y atendió correctamente e incluso rozó un par de veces las piernas de Marta primero y de Rocío después, lo que les hizo mirarse de manera cómplice sospechando que su nueva mucama podría participar en algún momento de sus juegos sexuales.


Finalmente, la mucama les trajo el café. Lo que seguramente ellos no sospechaban era lo que estás sospechando tu: la mucama no era otra persona que Bárbara, la amiga de Marta que ellos habían abandonado en Rosario, atada y con dos vibradores insertados en su cuerpo. Estaba, decidida a vengarse, se había hecho pasar por una muchacha del interior, sin experiencia, y con un poco de maquillaje, la ropa ajada y una peluca había logrado no ser reconocida.


Así, Bárbara decidida a cobrarse la situación que le habían hecho pasar, había colocado un potente somnífero en el café. Al poco rato, Rocío y Marta, se encontraban durmiendo en el sofá de su casa. Aquí es donde Bárbara comenzó a realizar su verdadero trabajo: tomarse revancha.


Cuando nuestras amigas se despertaron, vieron que se hallaban en su cama, pero una cosa les sorprendió, no podían moverse pues estaban firmemente atadas con sogas tanto en manos como en las piernas, además de tener un penis - gag puesto dentro de su boca.


Cuando por fin pudieron erguir un poco la cabeza, encontraron que también estaban vestidas con idéntica ropa, zapatos aguja de taco alto, medias negras con costura y refuerzo en el talón, un uniforme de mucama estilo francesa, por debajo sentían la opresión de un corset firmemente apretado y una de las cosas que mas sorprendió a Roció fue sentir dentro de su cola un vibrador, supuso que Marta se encontraría en igual situación.


Además, sentía su busto extraño y era porque Bárbara le había colocado un par de prótesis mamarias de gran tamaño. Lo que es justo reconocerlo, le daba una imagen bastante excitante.


En ese momento aparece Bárbara en la habitación, precedida por el ruido de un taconeo, ambas dan vuelta su cabeza para mirarla y se quedaron asombradas de que la misma persona pudiera ser: la Bárbara que Marta conocía, la tímida mucama que había hecho las tareas domésticas ese día y al mismo tiempo, la imponente dominatriz que tenían ante sí.


Su cabello, negro azabache, estaba recogido en una cola de caballo, su maquillaje era sencillamente espectacular, largas sombras cubrían su rostro, estirando sus ojos hacia los costados, sus labios parecían dispuestos a ordenar. En su cuello, lucía una gargantilla de cuero con tachas de metal, debajo, un corset sumamente ajustado le hacía una figura espectacular, mientras que el corpiño estilo media taza, mostraba unos pechos espectaculares.


Los brazos estaban enfundados en guantes de cuero altos que casi llegaban hasta las axilas, un portaligas con medias negras y un par de botas con taco aguja, altas hasta la mitad del muslo y acordonadas le daban una apariencia realmente intimidante.


Finalmente, completaba el atuendo una prótesis de respetables dimensiones, de color negro que pendía de su entrepierna sujetada por un cinturón de tiras que dejaba al descubierto tanto su vagina como su cola. Rocío reconoció inmediatamente los productos Miss Valón que Bárbara llevaba puestos y lamentó haberlos dejado en su casa en Rosario.


- Bueno putitas, ahora van a probar un poco de su propio tratamiento.


- Mmmhgmgmh - tan solo pudieron decir Rocío y Marta producto de la mordaza que tenían puesta.


- Ahora voy a contarles lo que pasó cuando Ustedes se fueron: estuve siete horas sentada en esa silla, enloquecida con los dos vibradores dentro mío, gozando un orgasmo detrás de otro hasta que finalmente llegó Eugenia y me desató, por supuesto, aún seguía excitada y cuando quedé libre, casi obligué a mi amiga a que me besara hasta alcanzar de nuevo otro orgasmo.


- Así, me decidí a hacerles una visita y excitarlas hasta que me pidan por favor que me las coja. Está claro?


- Mgmghgmkgkkg - solo pudieron responder nuestras amigas.


Bárbara procedió a retirarles la mordaza, al tiempo que las desataba, pero tan solo las sogas, dejándoles puestas un par de esposas en las manos y en las piernas unas anillas de cuero unidas por una cadena que las obligaba a caminar con pasos cortos.


Al sentarse en la cama y casi al unísono nuestra pareja amiga exhaló un gemido, producto de que se les hubieran enterrado un poquito mas los vibradores que llevaban puestos.


- Bueno, veo que empezamos a entendernos. Ahora ustedes se van a encargar de las tareas de la casa mientras yo disfruto un poco.


Y mientras decía esto, se dirigió primero a una y luego a la otra encendiendo los vibradores que tenían puestos a su máxima potencia. Sus ojos mostraron casi inmediatamente ese brillo particular producto de un grato momento.


- Bueno, ahora no se queden quietas les ordenó, vos Marta, vení conmigo al living, mientras vos Rocío te vas a la cocina a lavar los platos.


Ambas obedecieron inmediatamente pues, aunque no lo tenían previsto también estaban disfrutando como locas con la nueva situación. Así, Rocío se dirigió a la cocina, sintiendo como con cada uno de sus pasos se acomodaba el vibrador, una sensación particular ya comenzaba a recorrer su cuerpo y sentía la necesidad de tener algo vivo dentro suyo.


Mientras tanto, en el living Bárbara llevaba a Marta de la mano hasta un sillón, allí, se sentó y le ordenó:


- Ahora empezá a limpiarme las botas con tu lengua. Marta sintió entonces por primera vez la humillación en carne propia, tal como en otro momento la había sentido Rocío y comprendió inmediatamente porqué le había agradado tanto a ella.


Tímidamente al principio y con mas energía después que Bárbara le tomara la cabeza entre sus manos, Marta comenzó a pasar su lengua por todo el largo de las botas, subiendo y bajando, yendo desde los tacos aguja, los que introducía en su boca como si de un pequeño pene se tratase, hasta la caña de las botas, rozando con su lengua las piernas de Bárbara.


Viendo que esta actividad le daba placer, Bárbara exclamó:


- Pero, veo que Rocío te ha convertido en una verdadera puta, vení, demostrámelo y besame un poco.


Marta no se hizo rogar, totalmente compenetrada con su nuevo papel de sierva, comenzó a pasar su lengua primero por la punta de la prótesis y luego tragándola casi por completo, besándola como si de un verdadero pene se tratase.


Bárbara, totalmente excitada ante esta imagen, la tomó de los brazos, la hizo dar vuelta y sin sacarle el vibrador que tenía en la cola, la penetró violentamente por la vagina. Tal como te puedes imaginar, el placer que sentía Marta era indescriptible, tener sus dos agujeros llenos, uno vibrando agradablemente, mientras que en el otro tenía un pene de generosas dimensiones entrando y saliendo.


Rocío que se encontraba en la cocina, se sintió atraída por los gemidos de su pareja, se acercó con pasos pequeños y cada vez mas excitada por los efectos del vibrador dentro de su cola. Hasta que al asomarse al living, la escena que presenció, la hizo relamerse los labios. Allí estaba su pareja, convertida en toda una sierva, siendo cogida por una nueva Ama que había ingresado en sus vidas.


Presa de la excitación, pasó su mano por debajo de la falda y comenzó a acariciar su clítoris, pero, no pudo reprimir un gemido de placer al encontrarse en tal situación. Imaginen la pobre chica, estaba contemplando una escena de alto voltaje, con un dildo en su cola y además acariciándose, por mas que intentó contemplar en silencio, sus propios gemidos atrajeron la atención de Bárbara.


Cuando ella la vio, enseguida exclamó:


- Ah, no, vos no vas a gozar ahora, esta noche soy yo quien las va a gozar a las dos mientras ustedes me ruegan que les permita llegar al orgasmo.


Inmediatamente entonces se retiró de Marta, la obligó a sentarse en una silla (momento en que nuestra amiga suspiró nuevamente al acomodarse nuevamente el vibrador) le colocó nuevamente la mordaza para que no la perturbara con sus gemidos y la ató a la misma a fin de que no pudiera siquiera tocarse a si misma.


Bárbara se dirigió a Rocío y tomándola por su ropa, la obligó a recostarse sobre el respaldo del sillón, quedó así con la cola hacia arriba y por supuesto, como se imaginarán, casi inmediatamente retiró el vibrador de su cola para acto seguido penetrarla con su dildo.


Estaba así moviéndose rítmicamente cuando sonó el timbre. Sin saber quien era, inmediatamente amordazó y ató a Rocío a fin de que no pudiera emitir sonido y cerró la puerta que separaba el living de la recepción del departamento y abrió la puerta para ver quien era.


Tengo que aclararte que se trataba de Raquel que también aprovechando que terminaron temprano, había decidido hacer una visita a sus amigas a fin de pasar un buen rato?


- Buenas tardes, dijo Raquel, enfundada en su hermoso traje de vendedora de Miss Valón.


Comprendiendo inmediatamente que algo había pasado, Raquel adoptó el ritual de vendedora y dijo a Bárbara.


- Soy representante de la línea de productos Miss Valón y deseaba hacerle una demostración.


Bárbara, interrumpida en medio de una venganza que estaba saliendo mejor de lo que había imaginado, no estaba de muy buen humor y rápidamente le dice:


- Si, ya conozco sus productos, justamente como puede ver estaba en este momento usándolos.


- A pero señora, precisamente por lo que veo es que puedo señalarle que usted tiene la línea vieja y yo en este momento estoy presentando el lanzamiento de los productos para el año próximo. Realmente no puede dejar de disfrutarlos.


Y mientras decía esto, dejaba su bolso en el suelo, lo abría y comenzó a sacar una serie de productos.


- Vea por ejemplo, este arnés, es sencillamente espectacular, puede comprobar ...


Aprovechando la distracción de Bárbara por los productos que le estaba mostrando, Raquel tomó una de las manos enguantadas de esta y casi sin que pudiera reaccionar, colocó un par de esposas en sus brazos. Una vez que la tuvo inmovilizada, la empujó contra la puerta y la interrogó.


- Decime donde están Rocío y Marta, rápido antes de que me enoje.- Aunque en realidad, más que enojada estaba excitada; Bárbara ya podía sentir una ligera presión contra su cadera que salía debajo de la ropa de Raquel.


- En el living, atadas y amordazadas.


- Atadas y amordazadas, que interesante, eso tengo que verlo.


Guió así a Bárbara tomándola por los brazos hasta el living, y si ya había comenzado a excitarse, ahora lo estaba aún mas, contemplando a sus dos amigas, atadas, amordazadas y completamente inmóviles, ataviadas como dos mucamas francesas. Fue lo único que necesitó para terminar de excitarse y comenzó a sentir una ligera presión contra su bombacha, imaginando la noche que pasarían.


Empujó entonces a Bárbara sobre uno de los sillones y procedió a sacarles la mordaza a Rocío y Marta mientras decía:


- La verdad no se si desatarlas, me parece que están tan bonitas que mejor voy a esperar un momento.


Así, se aproximó primero a Marta y subiendo la pollera dejó libre su clítoris bastante inflamado, Marta casi se abalanzó sobre él y comenzó a besarlo con placer.


- Tranquila chiquita, así no me vas a dejar que dure toda la noche. Esperá un ratito que voy a atender también a Rocío.


Mientras decía esto se acercó a nuestra amiga, quien ya se estaba relamiendo los labios. Nuevamente tomó su clítoris y se lo ofreció, Rocío entonces lo tomó entre sus labios mientras Raquel se movía rítmicamente como si estuviera cogiendo la boca de su amiga.


Luego de un momento, procedió a desatarla y entonces, notando que el clítoris de su amiga estaba tan inflamado como el suyo, se agachó y mientras acariciaba la cola de Rocío y movía el vibrador dentro de ella, procedió a darle el mismo tratamiento que antes había recibido ella.


Mientras, tanto Bárbara como Marta estaban literalmente desesperadas. Viendo esto Raquel retiró su boca del pene de su amiga y le dijo:


- Pero, mirá Marta la pobrecita como está, no te parece que deberíamos atenderla un poquito?


- Tenés razón, pero que hacemos con ella? (señalando a Bárbara)


- Dejemos que entre un poquito en calor y luego le mostramos la nueva línea de productos.


Diciendo esto, se acercaron a Bárbara y tomando el bolso de Raquel, sacaron dos pequeños artículos con forma de huevo, presionando un interruptor, estos comenzaron a vibrar intensamente y entonces tomando Raquel uno y Rocío el otro, los introdujeron respectivamente en el ano y la vagina de la dómina que ahora había pasado a esclava. Por supuesto, y además conociendo la naturaleza del producto, se encargaron de enterrarlo profundamente para incrementar su efecto.


Una vez que se encargaron de Bárbara, se acercaron nuevamente hacia Marta y al desatarla, esta se liberó rápidamente y mientras que tomaba cada uno de sus penes en su mano masturbando a nuestras amigas les dice.


- Son dos brujas, ustedes divirtiéndose como locas mientras casi me matan haciéndome desear. Ahora van a ver el tratamiento que les voy a dar yo.


- Adelante, estamos a tu disposición. Le dice Rocío mientras contenía los gemidos de placer.


Marta, viciosa se introdujo entonces sucesivamente el miembro de una y otra dentro de su boca. Mientras masturbaba a una, bebía el clítoris de la otra, alternando cuando percibía que una de ellas estaba por tener su orgasmo.


Finalmente, cuando vio que casi no podían contenerse mas, continuó sin parar hasta que ambas llegaron al climax casi al unísono.


Ya relajadas y estando las tres abrazadas Marta preguntó:


- Y ahora que hacemos con ella?


- Ya vas a ver querida, le respondió Raquel mientras Rocío le comentaba, - No sabés que acaba de salir la nueva línea de productos, Bárbara será la primera en probarla.


Continuación


Estos son algunos dibujos que he encontrado en Internet y que me gustaron para ilustrar esta historia:

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Bueno, que te ha parecido nuestra colaboración con Amanda, a mi por lo menos me encantó escribir junto con ella y entusiasmarme con sus personajes. Aunque debo confesarte también que ahora estoy deseosa de vivir experiencias de este tipo.


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