El rito de Santa Unión, tiene dos diferencias importantes con el rito de Santo Matrimonio, que también se celebra en la ICM; la primera es que el rito de Santa Unión es más antiguo dentro de la tradición cristiana, pues el de Santo Matrimonio se instituyó en el S. XIII mientras que, como ya hemos dicho, la Santa Unión existe desde el siglo III. La segunda diferencia estriba en que en el Rito de Santa Unión, se bendice a la pareja formada por dos hombres o por dos mujeres, mientras que en el rito de Santo Matrimonio se bendice la pareja formada por un hombre y una mujer. Ninguna diferencia más existe entre ambos ritos, pues en los dos se bendice el amor existente en la pareja, independientemente de que sean homosexuales o heterosexuales

El Rito de Santa Unión se celebra en el Santuario de la Iglesia, ubicado en Norte 77 # 3218, Col. Obrero Popular, en la Delegación Azcapotzalco de la Ciudad de México. También se puede celebrar en algún salón de fiestas, discotteque, jardín, restaurante o en la casa de los contrayentes, es decir, los pastores de la Iglesia pueden ir a cualquiera de estos lugares si así lo pide la pareja.

Son tres "requisitos" que se piden a las parejas que desean recibir la bendición en el rito de Santa Unión (que son los mismos para la celebración del Santo Matrimonio): el primero, que a pareja no esté enamorada (ilusionada), sino que viva el amor con base en realidades; el segundo es que estén familiarizad@s con el espíritu con que las ICM celebramos la unidad y armonía de la espiritualidad cristiana y la sexualidad humana; el tercero es que pasen por un proceso de preparación de cuatro pláticas, en los que se analizan: la relación de pareja (dos pláticas) la preparación de los padrinos/madrinas de velación y organización del servicio de Santa Unión o Santo Matrimonio. Desde luego, todo este proceso de consejería y celebración implica una cooperación para el sostenimiento de las actividades de nuestra Iglesia.

La presencia incondicional de Dios en toda relación humana sin ningún tipo de discriminación o distinción por clase social, raza, estado serológico, orientación sexual o estilo de vida; es sin duda el significado más importante que tiene el celebrar el rito de Santa Unión en la Iglesia de la Comunidad Metropolitana; para l@s bendecid@s el saber que cuentan con la bendición de Dios en su relación de pareja, destruyendo prejuicios y atavismos; abre la posibilidad de conformar una sociedad más justa y humana, a la vez de hacerlos conscientes de que cuentan con el apoyo incondicional de sus madrinas/padrinos o de le Iglesia para recibir consejería y orientación que mejoren la calidad de vida en su relación.

Constantemente, debemos de decirlo, recibimos fuertes críticas por parte de sectores tradicionalistas de la sociedad en general y de algunos sectores de la misma comunidad LGBT, algunos llamados "de vanguardia", los primeros afirman que va contra la naturaleza el realizar este rito de santa unión e inclusive lo consideran como una burla; para los segundos, se trata, según ellos, de reeditar al seno de nuestra comunidad algo que tanto cuestionamos, como lo es la estructura familiar actualmente imperante. Sin embargo, más que recurrir a la descalificación de nuestros críticos hacemos un llamado a la reflexión y a confrontar ideas, a estudiar el tema más a profundidad y dar respuestas más acertadas sobre este y otros temas de importancia para la comunidad LGBT, por otra parte no pretendemos que todos los miembros de nuestra comunidad celebren el rito de Santa Unión, simplemente que cada quien decida responsablemente, como ha de vivir su vida.

Hasta el día de hoy se han celebrado aproximadamente 185 ceremonias de Santa Unión desde 1989, que es la fecha desde la que tenemos registros, de las cuales el 65% han sido de hombres y el 35% restante, de mujeres, sin embargo, los porcentajes tienden a "equilibrarse", de todas estas Santas Uniones, solamente han seguido el proceso de disolución 10 parejas.

Para la organización de la ceremonia, se sigue la misma estructura de nuestros servicios de adoración, es decir, un Llamado a la adoración, un momento para compartir la Palabra (escritura y prédica) y un momento para la Comunión, el rito propiamente dicho tiene lugar entre la Palabra y la Comunión, las parejas escogen las lecturas que han de hacerse, así como la música y todo lo relacionado con el servicio.

Cada vez son más las parejas que se acercan para pedir el rito de Santa Unión, lo que nos habla de una aceptación de esta celebración entre los miembr@s de la comunidad LGBT, también se han acercado mayor número de personas heterosexuales para pedir se celebre su Matrimonio en la ICM (14 a la fecha); es más común ver día con día, que las familias de los hombres y mujeres gueis y lesbianas los acompañan en momento tan especial de sus vidas. Aún falta mucho camino por recorrer, sin embargo, los pasos que hemos venido dando en el respeto a las parejas gueis y lesbianas son muy alentadores. Estamos ciertos que el respeto a esta opción de vivir en parejas para los miembros de la comunidad LGBT será más respetado por la sociedad, finalmente, la sociedad la formamos tod@s.