Una respuesta cristiana ante el sida por la Iglesia de la Comunidad Metropolitana |
El sida es un deterioro del sistema de defensa del organismo de personas sanas que muy poco y muy pobremente hemos comprendido. Puesto que este mal daña una parte del sistema inmune, hace que las personas afectadas sean blanco de enfermedades que en otras circunstancias no las dañarían llamadas enfermedades oportunistas, que pueden ser fatales.
La Fraternidad Universal de Iglesias de la Comunidad Metropolitana es una denominación internacional de carácter ecuménico –de diálogo y convivencia con todas las iglesias- , conocida por su atención especial a la comunidad lesbigay. Creemos en el amor y la aceptación incondicionales de Dios para toda persona sin importar su orientación sexual, raza, género o color.
Nos comprometemos a ser francos y vigilantes opositores de toda teología que tan solo sugiera que alguna enfermedad sea la respuesta terrena de Dios en contra de algunas personas o grupo alguno; hemos resuelto predicar, enseñar y proclamar el poder amoroso y sanador de Dios, así como su constante acción a favor de nuestra salud y nuestra felicidad. (De la resolución #12 de la XII Convención General en Toronto, Ontario, Canadá)
Más tarde la Convención General hizo un llamado para que la Fraternidad se pusiera en marcha tanto en la Acción Pastoral como en el liderazgo en la educación, el activismo político y la responsabilidad social para responder ante la crisis del sida.
Dios está con las personas que viven con vih-sida (Pvvihs) ayudándoles a enfrentarlo y alimentando su esperanza frente a una enfermedad mortal. Bien sabemos que Dios siempre está de lado de los oprimidos, Dios ama a las lesbianas y a los homosexuales y ama a las personas con vih-sida. Dios nunca da una enfermedad a una persona o a un grupo como castigo. Dios sólo quiere nuestra salud y nuestra felicidad.
Nosotros creemos en un Dios sanador, Jesús es el Gran Sanador que ofrece a los creyentes la sanación tanto física como espiritual.
Para las Pvvihs sanar puede significar el curar de sus cánceres, regenerar toda la salud y restaurar su sistema ínmune haciéndolo funcionar en plenitud. Hay personas que han vivido con este mal por muchos años después de haber recibido su diagnóstico. Dios es más grande que esta y cualquier otra enfermedad.
Aún cuando la sanación física no se diera, la sanación espiritual siempre se puede dar y es una experiencia real aún en medio de enfermedades físicas rigurosas.
La sanación puede experimentarse aún en el momento mismo de morir. Sanar no significa necesariamente ser rescatada/o de la muerte. Sanar puede ser el experimentar esa paz que sobrepasa todo entendimiento, sanar puede ser una afirmación de vida frente a la muerte. La sanación se realiza cuando el temor es reemplazado por el amor.
Dios está exhortando a la comunidad lesbigay para unirse y formar un pueblo fuerte ante una pandemia mortal. Dios nos está llamando a todos a combatir la homofobia. Dios está juzgando la opresión que crea condiciones estresantes que
permiten a la enfermedad establecerse y prosperar. El estrés de formar parte de una minoría oprimida, tal como la comunidad lesbigay, lo hace a uno más susceptible a las, enfermedades.
Dios nos está exhortando a reexaminar el significado de la, intimidad. Todos somos llamados a reexaminar nuestras responsabilidades como personas sexo-positivas.
En nuestra Fraternidad estamos llamados a reexaminar nuestras responsabilidades individuales y, con el resto de la comunidad, nuestras responsabilidades como una comunidad de fe.
* Soledad y depresión.
* Ira dirigida al blanco más conveniente.
* Profundos cuestionamíentos espirituales.
* Agobio por decisiones legales , financieras y médicas que hay que tomar.
* Una confrontación directa con los diferentes aspectos de¡ orgullo homosexual,
* Miedo al dolor, al deterioro físico y a la muerte.
Es mucho lo que podemos aprender acerca de¡ coraje y la dignidad al encarar el reto más agobiante de la vida. Algunas/os desarrollan una madurez espiritual ejemplar para toda persona.
La confrontación que con la muerte experimenta la mayoría de ellas ayuda a cualquiera a valorar la vida. En la medida en que una persona viviendo con vih-sida se dispone con amor y compasión al proceso de morir, quienes la rodean se ven confrontadas por los aspectos básicos de su vida y de su muerte, haciendo realidad el dicho- "es en la
muerte donde encontramos una nueva vida". Algunas/as experimentan una paz y una alegría que sorprenden a quienes nunca habían conocido a alguien con una enfermedad que amenaza a su vida. Podemos aprender inspiradas lecciones de te.
En medio de la crisis de¡ víh-sida podemos aprender ínvaluables lecciones sobre el orgullo lésbico-gay, la comunidad, la fe, y sobre todo, podemos aprender acerca de¡ amar a nuestro prójimo como a nosotros/as.
* Ofrecerles atención pastoral y consejería abarcando a familiares y amigos.
* Proveerles apoyo alimenticio y servicios para el mantenimiento de su hogar.
* Proveerles grupos de apoyo, también a sus parejas, familiares y amigoslas.
* Patrocinar campañas de recaudación de fondos para actividades de investigación, educación o apoyo financiero.
* lmplementar programas educativos para bien informar a las personas acerca de¡ vih-sida.
* Ofrecer tiempo como voluntariosa para algunos de los proyectos locales de trabajo en víh-sída.
* Brindar apoyo financiero para la investigación de vih-sida, para proveer algún tipo de alivio u otros servicios.
* Darles compañía.
* Ser paciente defensor frente a la burocracia legal, financiera y médica que pudiera resultar agobiante.
* Ayudar a las labores y quehaceres domésticos.
* Crear un ambiente agradable y compartir una buena broma.
* Evitando el intercambio de semen, sangre, fluidos vaginales;
* Usando condones
* Ejercitándose regularmente con ejercicio de bajo ímpacto.
* Teniendo una alimentación balanceada.
* Respetando nuestros tiempos de descanso.
* Reduciendo el estrés.
* Reduciendo el uso de drogas, tabaco y alcohol.
* Cuidando de una buena higiene (baño diario, limpieza dental, etc.)
* Combatiendo la homofobia.
* Sabiendo en qué crees y practicando tu fe.
RECUERDA:
LA VULNERABILIDAD ANTE LAS ENFERMEDADES ES NUESTRA RESPONSABILIDAD.
Lecturas escriturales:
Salmo 13
Salmo 23
Isaías 41: 1 0
Juan 9: 1-3
Romanos 6:3-9
Romanos 15:13
1 Corintios 15:51-57
2 Corintios 4:7-18
Mateo 6:25-34
Para obtener más información contacta a la Iglesia de la Comunidad Metropolitana:
Iglesia de la Comunidad Metropolitana "Reconciliación"
Norte 77 # 3218
Col. Obrero Popular
02840 México D.F. te¡/FAX 396-7768
Este folleto fue escrito por el Rev. Stephen A. Pieters y refleja su propia experiencia como Persona que vive con víh-sida.
Traducción: Rev. Jorge Sosa y Carlos Alberto Gómez