Miccaotli

1 de noviembre: día de la llegada de los niños difuntos

2 de noviembre: Día de muertos

La Catrina

 

 

ALFREDO, JOSÉ LUIS, MOHAMED, CELIA HERRERA, MARGARITA NAVARRO SALAZAR,
JUAN MANUEL (MONSE).

300 Muertas de Juárez
Iraquíes, Afganos, Palestinos e Israelíes

Adalberto Martínez, Compay Segundo, Celia Cruz
María Félix, Irán Eory, Elizabeth Angela Marguerite Bowes, Silvia Dervez, Katy Jurado, Dolores Olmedo Patiño
Roberto Cobo
Maria Luisa Montoya Manuel Álvarez Bravo

Gabriel, Oscar, Diego y ErnestoOscar Escoto

TINISIMA (28-8-02 _ 27-10-97) RRG (28-5-28 _ 23-10-87)

¡QUE COSTUMBRE TAN SALVAJE esta de enterrar a los muertos!,
¡de matarlos, de aniquilarlos, de borrarlos de la faz de la
tierra! Es tratarlos alevosamente, es negarles la posibilidad
de revivir.

Yo siempre estoy esperando que los muertos se levanten,
que rompan el ataúd y digan alegremente: ¿por qué lloras?

Por eso me sobrecoge el entierro. Aseguran las tapas de la
caja, la introducen, le ponen lajas encima, y luego tierra,
tras, tras, tras, paletada tras paletada, terrones, polvo, pie-
dras, apisonando, amacizando, ahí te quedas, de aquí ya no
sales.

Me dan risa, luego, las coronas, las flores, el llanto, los besos
derramados. Es una burla: ¿para qué lo enterraron?, ¿por
qué no lo dejaron fuera hasta secarse, hasta que nos habla-
ran sus huesos de su muerte? ¿O por qué no quemarlo, o
darlo a los animales, o tirarlo a un río?

Habría que tener una casa de reposo para los muertos,
ventilada, limpia, con música y con agua corriente. Lo me-
nos dos o tres, cada día, se levantarían a vivir.

Jaime Sabines

41 calaveritas

mis muertos

 
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