| HE OLVIDADO MI NOMBRE | RECINTO (fragmentos) | DESEOS |
HE
OLVIDADO MI NOMBRE He olvidado mi nombre. Al olvidar mi nombre siento comodidades ¿Qué hará mi nombre, Siento que un territorio parecido a Tabasco Son ríos que se bañan cuando lo anochecido Y yo sin nombre y solo con mi cuerpo sin nombre ¿A qué fruto sin árbol le habré dado mi nombre Jaguar que está en Tabasco y estrena desnudez Por nacer en Tabasco cubro de cercanías Correr y ya sin nombre y estrenando hojarasca ¿Qué corazón del río tendrá como un pez, Me matarán de hambre la aurora y el crepúsculo. El bien bañado río todo desnudo y fuerte, |
RECINTO fragmentos II Que se cierre esa puerta que no me deja estar a solas con tus besos. Que se cierre esa puerta por donde campos, sol y rosas quieren vernos. Esa puerta por donde la cal azul de los pilares entra a mirar como niños maliciosos la timidez de nuestras dos caricias que no se dan, porque la puerta, abierta... Por razones serenas pasamos largo tiempo a puerta abierta. Y arriesgado es besarse y oprimirse las manos, ni siquiera mirarse demasiado, ni siquiera callar en buena lid... Pero en la noche la puerta se echa encima de sí misma y se cierra tan ciega y claramente, que nos sentimos ya, tu y yo, en campo abierto escogiendo caricias como joyas ocultas en las noches con jardines puestos en las rodillas de los montes, pero solos tú y yo. La mórbida penumbra enlaza nuestros cuerpos y saquea mi ternura tesoro, la fuerza de mis brazos que te agobian tan dulcemente, el gran beso insaciable que se bebe a sí mismo y en su espacio redime lo pequeño de ilímites distancias... Dichosa puerta que nos acompañas, cerrada, en nuestra dicha. Tu obstrucción es la liberación destas dos cárceles; la escapatoria de las dos pisadas idénticas que saltan a la nube de la que se regresa en la mañana. XVI ¿Qué harás? ¿En qué momento tus ojos pensarán en mis caricias? ¿Y frente a cuáles cosas, de repente, dejarás, en silencio, una sonrisa? Y si en la calle hallas mi boca triste en otra gente, ¿la seguirás? ¿Qué harás si en los comercios -semejanzas- algo de mí encuentras? ¿Qué harás? ¿Y si en el campo u grupo de palmeras o un grupo de palomas o uno de figuras vieras? (Las estrofas brillan en sus aventuras de desnudas imágenes primeras.) ¿Y si al pasar frente a la casa abierta, alguien dentro grita: ¡Carlos!, habrá en tu corazón al buen latido? ¿Cómo será el acento de tu paso? Tu carta trae el perfume predilecto Yo la beso y la aspiro. En el rápido drama de un suspiro la alcoba se encamina hacia otro aspecto. ¿Qué harás? Los versos tienen ya los ojos fijos. La actitud se prolonga. De las manos caen papel y lápiz. Infinito es el recuerdo. se oyen en el campo las cosas de la noche. -Una vez te hallé en el tranvía y no me viste-. -atravesando un bosque ambos lloramos-. -Hay dos sitios malditos en la ciudad-. ¿Me diste -...Y yo creí morirme mirándote llorar-. Yo soy... |
Y me sacude el viento. |
¿Qué harás? |
DESEOS |
A Salvador Novo |
Trópico, para qué me diste las manos llenas de color. Todo lo que toque se llenará de sol. En las tardes sutiles de otras tierras pasaré con mis ruidos de vidrio tornasol. Déjame un solo instante dejar de ser grito y color. Déjame un solo instante cambiar de clima el corazón, beber la penumbra de una cosa desierta, inclinarme en silencio sobre un remoto balcón, ahondarme en el manto de pliegues finos, dispersarme en la orilla de una suave devoción, acariciar dulcemente las cabelleras lacias y escribir con un lápiz muy fino mi meditación. ¡Oh, dejar de ser un solo instante el Ayudante de Campo del sol! ¡Trópico, para qué me diste las manos llenas de color! |
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