Tricky es un artista poco corriente. Para defender su independencia artística, este músico inglés siempre dirá que nunca ponen sus temas en la radio. Tampoco le hace falta: desde que en el año 1995 publicó su álbum de debú "Maxinquaye", una horda de seguidores esperan siempre atentos a que el genio de Bristol les sorprenda con un nuevo trabajo. Atrás quedaron ya sus inicios con el célebre grupo Massive Attack. En solitario, Tricky combina sus ideas con las de Martina Topley Bird, la voz femenina en la mayoría de sus canciones o con cualquiera de los múltiples colaboradores que trabajan con él: Neneh Cherry, Björk, Terry Hall, PJ Harvey...
    Tras cuatro discos, la creación de un sello propio (Durban Poison), las remezclas para artistas conocidos internacionalmente (Garbage, Elvis Costello, Angelique Kidjo, ...) y alguna que otra aparición cinematográfica, Tricky sigue conservando un halo de misterio que lo persigue y del cual él intenta deshacerse en todas y cada una de las entrevistas que concede a los medios de comunicación. Pero eso no puede resultar fácil si uno se empapa con su poesía oscura y asfixiante, con los cambios de los sonidos más ásperos a los más suaves, con la perversión de las atmósferas que evoca, con las agradables pesadillas que provocan todos su discos.

    Mucho más allá de aquello que alguien llamó trip-hop, está Tricky.

 



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